Las mujeres embarazadas, los bebés recién nacidos y los niños y niñas se enfrentan a riesgos sanitarios extremos derivados de las catástrofes climáticas que merecen atención urgente, según un llamamiento a la acción publicado hoy por varias agencias de Naciones Unidas (ONU) antes de las negociaciones de la Conferencia de las Partes (COP28) -la Cumbre Anual que realiza la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC)- que se celebrará en Dubái.
Según el documento -Proteger la salud materna, neonatal e infantil de los efectos del cambio climático-, los efectos de los fenómenos climáticos en la salud materna e infantil se han descuidado, no se han notificado y se han subestimado. Destaca que muy pocos planes de respuesta al cambio climático de los países mencionan la salud materna o infantil, lo que describe como "una omisión flagrante y emblemática de la atención inadecuada a las necesidades de las mujeres, los recién nacidos, los niños y las niñas en el discurso sobre el cambio climático".
"El cambio climático supone una amenaza existencial para todos nosotros, pero las mujeres embarazadas, los recién nacidos, los niños y las niñas se enfrentan a algunas de las consecuencias más graves de todas", afirma Bruce Aylward, subdirector general de cobertura sanitaria universal y ciclo vital de la Organización Mundial de la Salud (OMS). "Es necesario proteger conscientemente el futuro de los niños y las niñas, lo que significa tomar medidas climáticas ahora por el bien de su salud y supervivencia, al tiempo que se garantiza que sus necesidades únicas se reconocen en la respuesta climática".
El año 2023 está marcado por una serie de catástrofes climáticas devastadoras. Incendios forestales, inundaciones, olas de calor y sequías están desplazando a la población, matando cultivos y ganado y empeorando la contaminación atmosférica. Un mundo sobrecalentado está aumentando la propagación de enfermedades mortales como el cólera, la malaria y el dengue, con consecuencias nefastas para las mujeres embarazadas, los niños y las niñas, para quienes estas infecciones pueden ser especialmente graves.
Las investigaciones demuestran que los daños pueden empezar incluso en el útero, provocando complicaciones relacionadas con el embarazo, partos prematuros, bajo peso al nacer y mortinatos. Para los niños y las niñas, las consecuencias pueden durar toda la vida, afectando al desarrollo de sus cuerpos y cerebros a medida que crecen.
"Las medidas contra el cambio climático suelen ignorar que los cuerpos y las mentes de niños y niñas son especialmente vulnerables a la contaminación, las enfermedades mortales y las condiciones meteorológicas extremas", asegura Omar Abdi, director ejecutivo adjunto de Programas de UNICEF. "Lo hacemos por nuestra cuenta y riesgo. La crisis climática está poniendo en peligro el derecho fundamental de todos los niños a la salud y el bienestar. Es nuestra responsabilidad colectiva escuchar y poner a los niños en el centro de la acción climática urgente, empezando en la COP28. Este es el momento de poner por fin a los niños y las niñas en la agenda del cambio climático".
El Llamamiento a la Acción destaca siete medidas urgentes para hacer frente a estos riesgos crecientes. Entre ellas figuran la reducción sostenida de las emisiones de gases de efecto invernadero y la adopción de medidas de financiación para el clima, junto con la inclusión específica de las necesidades de las mujeres embarazadas, bebés, niños y niñas en las políticas relacionadas con el clima y las catástrofes. Los organismos también piden más investigación para comprender mejor los efectos del cambio climático en la salud materna e infantil.
"Para encontrar soluciones climáticas que tengan en cuenta las necesidades sanitarias específicas y la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas, debemos empezar por hacer las preguntas adecuadas", declara Diene Keita, directora ejecutiva adjunta de Programas del UNFPA, el organismo de las Naciones Unidas para la salud sexual y reproductiva. "Las soluciones climáticas globales deben apoyar -no sacrificar- la igualdad de género".
El Llamamiento a la Acción ha sido publicado por la OMS, UNICEF y el UNFPA en un acto de presentación online, junto con un informe de promoción de la Alianza para la Salud de la Madre, el Recién Nacido y el Niño (PMNCH). La nota de promoción de la PMNCH refuerza el Llamamiento a la Acción al esbozar recomendaciones específicas para las distintas partes interesadas (gobiernos, mecanismos mundiales de financiación, donantes y fundaciones, sector privado y sociedad civil) a fin de garantizar que las necesidades sanitarias de las mujeres, los niños y los adolescentes se tengan más en cuenta en las políticas, la financiación y los programas relacionados con el clima.
"El cambio climático es la mayor injusticia intergeneracional de nuestro tiempo. Salvaguardar la salud y los derechos de las mujeres, niños, niñas y adolescentes no es negociable frente a la crisis climática", dijo Helen Clark, presidenta de la Junta de la PMNCH y ex primera ministra de Nueva Zelanda. Todas las partes interesadas, desde los gobiernos hasta el sector privado y los profesionales de la salud, desempeñan un papel fundamental en la defensa de políticas y medidas que protejan a los más vulnerables. La urgencia de integrar las necesidades sanitarias de mujeres, niños, niñas y adolescentes en las respuestas al cambio climático no es sólo un imperativo moral, sino una estrategia eficaz con beneficios a largo plazo para unas sociedades resistentes y sanas".
Durante las reuniones de la COP28, los delegados celebrarán el primer Día de la Salud de la historia, en el que se destacarán los vínculos inextricables entre la salud de las personas y la del planeta.
