Jumilla: patrimonio natural, cultural e histórico de Murcia

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Jumilla: patrimonio natural, cultural e histórico de Murcia

Hablar de Jumilla es hacerlo de una ciudad rica en patrimonio. Sin embargo, no lo hacemos únicamente en cuanto a su patrimonio cultural. Nada más lejos de la realidad. Jumilla es modelo de patrimonio en el más amplio sentido de la palabra, y es que entre sus calles, su historia y su gente se esconde uno de los municipios más grandes de la región, cargado de tradición y naturaleza.

Jumilla es uno de los rincones de la Región de Murcia que no puedes dejar de conocer. Perderte por sus calles y plazas, recorrer su geografía y paisaje, y sobre todo disfrutar de toda su tradición es un plan que todos deberíamos hacer alguna vez en la vida. Hoy desde estas líneas te damos a conocer Jumilla.

Mucho más que su patrimonio

Este municipio murciano se ubica al norte de la región, en la conocida comarca del Altiplano, y es uno de los más extensos de toda Murcia. Sus 972 km2 lo hacen ostentar el puesto número dos de entre todos los municipios de la región. El pódium lo completan Moratalla en tercer lugar y Lorca en primera posición.

Este municipio tiene mucho que visitar y conocer, pero no solo de iglesias, conventos, ermitas, castillo o torres vive el jumillano. La ciudad destaca por su Denominación de Origen en sus vinos y sus peras, una excusa perfecta para dar rienda suelta al paladar, y también por su paisaje montañoso.

Denominación de Origen

Las peras de Jumilla gracias a las excelentes condiciones climatológicas de la zona, con un elevado número de horas de sol, vientos secos y temperaturas media-altas, han logrado entrar en el Olimpo de la gastronomía. Con un saber peculiar, dulce y jugosa y gracias a una producción sostenible para el medio ambiente, las peras del municipio son nacional e internacionalmente reconocidas.

El vino es otro de su baluarte. Su Denominación de Origen data del año 1966, uno de los más antiguos del país, y cuenta con una producción que ronda los 50-70 millones de kilos de uva al año.

Piérdete por el paraje natural

Con una altitud de 600 metros por encima del nivel del mar, el municipio cuenta con un paisaje geográfico de gran belleza. Su paraje natural lo conforman la Sierra del Carche, cuyo Pico de la Madama tiene una altura de 1.372 metros; la Sierra del Buey a 1.087 metros de altura; la Sierra de la Cingla a 1.097 metros; la Sierra de Los Gavilanes a 995 metros; la Sierra de Los Ladrones a 985 metros; o la de Santa Ana a 967 metros de altura, entre otras tantas.

Pero su naturaleza incluye algo que la hace mucho más excepcional, el volcán de La Celia, al noroeste del municipio. Actualmente se le conoce como Minas de La Celia y es que tienen un gran interés geológico. Si exploramos el lugar conoceremos un yacimiento de rocas volcánicas de tipo jumillita, una roca de gran interés por su relleno de diferentes tipos de minerales y que solo aparece en el sureste de España.

Historia y cultura en el tiempo

Si viajamos por el tiempo seremos conscientes de cómo Jumilla se ha ido forjando a través de la historia y como consecuencia de todo su legado histórico. En época protohistórica, Jumilla fue escenario para los íberos quienes asentaron aquí el poblado de Coimbra del Barranco ancho, considerado el primer núcleo urbano de la comarca.

Tras éstos, los romanos ocuparían la comarca y serían los encargados de cuadricular y distribuir las tierras de cultivo. De esta época destacan El Casón, panteón funerario paleocristiano de planta de cruz griega y patrimonio nacional desde 1931, o la escultura en bronce del dios Hipnos y que hoy se expone en el Museo de Pérgamo e Berlín.

Los árabes darían el relevo al imperio romano y los bárbaros, momento del que data el conocido Castillo de Jumilla, uno de los monumentos más visitados del municipio. Con la toma en el siglo XIII por parte de los cristianos, la zona comienza otra de sus épocas gloriosas. Es aquí cuando situamos la Iglesia de Santa María de Gracia, junto a la torre del homenaje de El Castillo. Hacia mediados del siglo XV, la ciudad sería testigo de la construcción religiosa de la Iglesia de Santa María del Arrabal.

El patrimonio de Jumilla

Como ya venimos narrando, si algo es conocido en el municipio es El Castillo, sin embargo la zona posee otras joyas de la arquitectura que son dignas de mención y conocimiento. Además de las iglesias hasta ahora nombradas, destacamos la Iglesia de Santiago, uno de los emblemas de la ciudad.

Su nave central y capillas laterales datan sobre el siglo XV en estilo gótico tardío, mientras que la Capilla Mayor y su retablo son de época renacentista. Debemos avanzar hasta el siglo XVIII para que se construyeran los dos cuerpos de la torre actual. De estilo barroco es la Capilla de la Comunión, muestra una vez más de la riqueza patrimonial que atesora la Iglesia.

Otro referente patrimonial son las Ermita de San Agustín y la Ermita de San Antón, construidas ambas en el Camino de Granada. No podemos dejar de mencionar a la Ermita de San José, de una sola nave y portada en piedra, es muestra del barraco murciano.

El Palacio del Antiguo Concejo, el Teatro Vico o la Torre del Rico son otros ejemplos de la grandeza patrimonial del municipio, un lugar para perderse y dejarse llevar por la historia y la tradición. Un municipio que fue cuna de civilizaciones y que hoy es tesoro de los murcianos.

Meta: Jumilla, popular por su Denominación de Oriegen de sus peras y vinos, es un escenario perfecto para conocer el patrimonio histórico-artístico que nos dejaron nuestros antepasados. Un municpio con un patrimonio natural, cultural e histórico sin comparación. 

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