Verdes-EQUO RM apoya completamente las propuestas remitidas por los científicos independientes como el Colegio de Biólogos, el Instituto Español de Oceanografía y la Universidad de Murcia en relación al Mar Menor, tanto en cuanto al diagnóstico de las causas de la degradación de este espacio natural como con respecto a las posibles soluciones. Estas instituciones no dudan en apuntar a la agricultura intensiva como principal causa de la contaminación por nitratos y fosfatos, además del turismo y la minería.
La solución a este auténtico ecocidio pasa, según sus propias palabras, por “la reducción en origen de una parte importante de la agricultura intensiva, empezando por los regadíos ilegales, sin más demora, transformándose en modelos alternativos sostenibles o, directamente, finalizándose dicha actividad, especialmente en la zona cercana al Mar Menor”. Igualmente, Verdes-EQUO RM estima que la descontaminación y descarga del acuífero, tal y como pretende el gobierno regional, además de suponer un gasto ingente con la construcción de más infraestructuras y la generación de residuos salobres que irían a parar al Mediterráneo, no incide en el origen del problema, que no es otro que el vertido en las ramblas circundantes al Mar Menor de toneladas de residuos provenientes de la agricultura.
El partido verde aboga por la expropiación de aquellos terrenos en los que se hubieran instalado regadíos ilegales, si los propietarios se negaran a retirarlos, estimándose en unas 8.500 hectáreas la superficie afectada, y por la delimitación de una zona de protección alrededor de la albufera en la que sería inviable cualquier cultivo y en la que se realizaría una labor de restauración ambiental, además de la instauración de ayudas para que los agricultores transformen sus explotaciones intensivas en cultivos ecológicos.
Desde Verdes-EQUO RM consideramos que es necesaria una transformación en profundidad del modelo productivo del sector primario en la Región de Murcia. El sector agrícola requiere de la incorporación de métodos sostenibles de cultivo, con procedimientos agroecológicos; la ganadería debe abandonar también los métodos intensivos, con la macrogranjas como máximo exponente, con más de 2 millones de cabezas de ganado porcino en la Región de Murcia, causante de graves impactos ambientales. La pesca también debe adoptar métodos sostenibles, a la vez que se deben ampliar las zonas de reserva en aéreas amenazadas como las inmediaciones de El Gorguel, así como finalizar la tramitación de la Reserva Marina de Interés Pesquero de Cabo Cope, al tiempo que se apruebe el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) del Parque Regional de Cabo Cope-Calnegre. También el modelo turístico debe modificarse hacia uno que sea sostenible ambientalmente y justo socialmente, para evitar el éxodo de la juventud en busca de mejores condiciones laborales.
Sólo así se conseguirá el objetivo de adaptar la actividad económica de la Región de Murcia a los retos ambientales del siglo XXI, la emergencia climática que se traduce en el agravamiento de la desertificación y la degradación de los espacios naturales
