La Fundación Savia pide que España sea líder en el uso sostenible y la conservación de los recursos naturales

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La Fundación Savia pide que España sea líder en el uso sostenible y la conservación de los recursos naturales

En base a las medidas publicadas en los documentos “Estrategia de la UE sobre la Biodiversidad para 2030: Traer la naturaleza de vuelta a nuestras vidas” y “Estrategia de la granja a la mesa en pro de un sistema alimentario equitativo, sano y respetuoso con el medio ambiente”, la Fundación Savia ha remitido una carta al Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, instándole a llevar la iniciativa de liderazgo que España necesita en lo referente a la conservación del medio ambiente y el uso sostenible de los recursos naturales.

España tiene un territorio y un clima, una agricultura, una ganadería, una pesca, un sector agroalimentario de importancia internacional. “Estas estrategias serán un complemento y un refuerzo de la PAC”.

La organización propone al Ministro Luis Planas trabajar para mejorar la dignidad, la renta y la viabilidad del sector primario español junto a la conservación de nuestra biodiversidad con medidas concretas.

Consideran importante “la eliminación de fitosanitarios y pesticidas, la gestión de los recursos hídricos, la protección y mejora de los suelos, la recuperación de espacios y ecosistemas degradados, que el 10% de la superficie agraria vuelva a estar ocupada por elementos paisajísticos de gran diversidad tienen que ser el gran impulso que la producción ecológica española necesita”.

También contemplan el impulso de la producción ecológica en el que España ya es un referente, fijando el objetivo de 25% de la superficie agraria como mínimos.

Junto a ello, la ganadería extensiva como sector estratégico para la conservación de ecosistemas. La ganadería extensiva produce alimentos y bienes públicos, muy diferenciada de la ganadería intensiva, que supone un problema para el cumplimiento del Pacto Verde Europeo. La ganadería extensiva “tiene que ser trata como riqueza verde de España, la mejor aportación de nuestro al Green Deal”, afirma la Fundación Savia.

También estiman oportuno impulsar nuestra gobernanza y seguridad alimentaria gracias a los pequeños y medianos productores, acortando tiempos, espacios y eslabones de la cadena de valor. Para ello, relevante sería “ir trabajando en una revisión de la política fiscal agraria y el modelo de fijación de precios”, promoviendo sistemas impositivos y fijación de precios e incentivando las consideraciones relativas a la biodiversidad.

La justicia social, el cambio climático, la despoblación deben abordarse conjuntamente, teniendo en consideración el papel fundamental del sector primario y el sistema productivo ecológico que cuenta con una serie de criterios añadidos.

“Debemos superar la incomprensible y actual división española de la PAC con un desorbitado número de separaciones que en la práctica está ocasionando mayores desigualdades entre territorios. Tenemos que aprovechar esta revisión del programa agrario comunitario para revisarlo”, concluye su carta el Presidente de la Fundación Savia, Francisco Casero.

Carta dirigida al Ministro de Agricultura 

Hemos leído con mucha atención los documentos publicados por la Comisión Europea titulados " Estrategia de la UE sobre la Biodiversidad para 2030: Traer la naturaleza de vuelta a nuestras vidas", y "Estrategia de la granja a la mesa en pro de un sistema alimentario equitativo, sano y respetuoso con el medio ambiente" informes que nos parecen necesarios, oportunos y que contribuye de manera valiente a la protección de la naturaleza, revertir la degradación de los sistemas, a mejorar la viabilidad a medio y largo plazo de nuestro sector primario y con ello la dignidad de los agricultores y ganaderos.

Las medidas incluidas en el ámbito estrictamente agrario como:

Reducir en un 50% el uso y el riesgo de fitosanitarios químicos.

Reducir en un 50% el uso de los pesticidas más peligrosos.

Reducir al menos en un 50% la pérdida de nutrientes, garantizando que no se produce un deterioro de la fertilidad del suelo, lo que supone una reducción de un mínimo del 20% del uso de fertilizantes.

Reducir en un 50% las ventas de antibióticos para el ganado y la acuicultura.

Desarrollar la agricultura ecológica con el fin de que el 25% de la superficie agrícola sea ecológica para el año 2030.

Mejorar el etiquetado de los alimentos para animar a los consumidores a optar por productos más saludables y más sostenibles.

Fijar objetivos obligatorios de reducción del desperdicio alimentario para 2023.

Proteger al menos el 30% de las tierras de la UE. La protección será más estricta en el caso de algunos bosques, para los que se fijarán objetivos obligatorios de restauración en 2021. También estarán protegidas al menos el 30% de las aguas marítimas.

Al menos el 10% de la superficie agrícola se destinará a usos medioambiental productivos y que favorezcan la biodiversidad, como bandas tampón, barbechos, setos, estanques,…

Se restaurarán al menos 25.000 kilómetros de ríos y se plantarán 3.000 millones de árboles.

Destinar cada año 20.000 millones de euros a la biodiversidad a través de diversas fuentes (fondos de la UE, nacionales y privados).

Nos parecen medidas que aplicadas en el conjunto de la Unión Europea pueden suponer un punto de inflexión en el preocupante camino de agotamiento de los recursos naturales que estamos llevando y que suponen en la práctica una reducción del PIB medio anual de la UE de un hasta un 2% o incluso más en algunas partes.

Estas medidas en el territorio propio de la UE junto al anuncio de que "La UE se compromete a liderar mediante el ejemplo en lo referente a la conservación medioambiental y el uso sostenible de los recursos naturales, no solo dentro de sus fronteras, sin o también en el exterior. Además, está decidida a optimizar asociaciones internacionales para promover sus planes de biodiversidad, como parte del Pacto Verde Europeo, así como a promover la transición de los países en desarrollo", nos parece una noticia realmente esperanzadora.

Este es el camino que debemos iniciar cuanto antes Sr. Ministro, todos los informes científicos así lo recomiendan. Hemos tenido unas semanas en las que hemos comprobado la necesidad de hacerles caso por la tremenda crisis sanitaria del Coronavirus. Es el rumbo que debemos tomar, por el bien de todos nosotros y las generaciones futuras que están por llegar. Y en ello, España tiene que ser una referencia. Tenemos que estar a la vanguardia. Porque tenemos un territorio y un clima, una agricultura, una ganadería, una pesca, un sector agroalimentario de importancia internacional, es casi el 11% del producto interior bruto (PIB) y son 2.600.000 empleos vinculados al sector agroalimentario. Como usted mismo destacaba en unas recientes declaraciones, "exportamos más de la mitad de lo que produce, es decir 53.700 millones de euros de un total de producción agroalimentaria de 107.000 millones, con un saldo neto en balanza agroalimentaria de 14.600 millones de euros. Desde 2008 hemos duplicado el conjunto de las exportaciones de este sector y hemos multiplicado por cinco el saldo comercial."

Estas estrategias, con los fondos que anuncian las acompañarán serán un complemento y un refuerzo de la Política Agraria Común que supondrán que las políticas de gestión del territorio en la UE sean de las de mayor peso. Tenemos que ir trabajando, aunque, efectivamente no se pueda lograr de la noche a la mañana, en que sean un verdadero acicate para mejorar la dignidad, la renta y la viabilidad del sector primario español junto a la conservación de nuestra biodiversidad, la más importante de toda la UE.

La eliminación de fitosanitarios y pesticidas, la gestión de los recursos hídricos, la protección y mejora de los suelos, la recuperación de espacios y ecosistemas degradados, que el 10% de la superficie agraria vuelva a estar ocupada por elementos paisajísticos de gran diversidad tienen que ser el gran impulso que la producción ecológica española necesita. Es necesario considerar que en la recuperación de ese 10% paisajístico previsto para 2030, en España y Portugal hay espacios agrarios donde el 100% de la superficie está ocupada -desde antiguo- por "elementos paisajísticos de gran diversidad", la dehesa, la campiña o los pastos de montaña son un claro ejemplo. Estos ecosistemas deben contar con una valoración adecuada y reconocimiento explícito.

El liderazgo de España en la agricultura ecológica europea con sus 2.246.000 hectáreas y el que casi el 10% de la superficie agraria esté en producción ecológica son un buen punto de partida, pero no podemos estar satisfechos, a pesar de ser importantes los logros alcanzados, tenemos que seguir caminando para ser la referencia europea y mundial de la producción ecológica, no sólo en producción primaria sino en industria transformadora,. La producción ecológica no es abandono, no es baja rentabilidad, no es falta de productividad, sino todo lo contrario, es un sector de vanguardia, de empresas referentes, que generan empleo (la propia Comisión Europea estima en un 20% más de empleo) y valor añadido en el espacio más necesitado de estos elementos, el medio rural. España tiene que considerar el 25% de la superficie agraria ecológica como un objetivo de mínimos.

La ganadería extensiva en el apartado de producción cárnica está llamada a jugar un importantísimo papel. Un modelo que ofrece productos de calidad, genera biodiversidad, previene incendios, mitiga el cambio climático, fija población al territorio. En contraposición al sistema industrial de producción cárnica con efectos muy nocivos y contaminantes y que resulta necesario limitar.

Es el momento de separar claramente la ganadería intensiva de la extensiva. Son dos subsectores claramente diferenciados pues tienen muy poco que ver en cuanto a razas de animales empleadas, alimentación usada y el manejo dado al ganado. La ganadería intensiva o industrial va a ser, está siendo ya, un problema importante para el cumplimiento del Pacto Verde Europeo en cuanto a su propuesta de promoción del consumo de carne, por su capacidad de contaminación, y por su complicada situación en las demandas de la sociedad europea actual con respecto a la protección del bienestar de los animales, a la seguridad alimentaria, el impacto y huella ecológica de la cadena de suministro del pienso, la contaminación de los acuíferos y al empleo de antibióticos para mantener altos ratios de productividad.

España cuenta con una alternativa de producción ganadera excepcional, mejor que cualquier otro país miembro debido a las características edafoclimáticas que nos afecta y a la cultura ganadera milenaria que hemos desarrollado. Nos referimos a nuestro concepto ancestral de ganadería extensiva. Tiene que ser tratada como riqueza verde de España, la mejor aportación de nuestro estado al Green Deal. Tenemos la base para producir (23 millones de hectáreas de pasto), el instrumento para desarrollarlo (un tesoro genético de más de un centenar de razas autóctonas modeladas por la naturaleza) y los conocimientos necesarios para conseguirlo (una cultura ganadera que nos ha llevado durante siglos a ser el país más admirado del mundo). La ganadería extensiva española es una parte importante de lo que necesita Europa para hacer realidad este gran Pacto Verde.

Estos animales no son tratados como una máquina de producir grandes cantidades de carne (que no necesitamos en demasía para el futuro por el cambio de los hábitos alimentarios). Estos animales están en un nivel más alto y noble que el de producir sólo carne para la población, firman parte de unos ecosistemas de extraordinario valor natural en los que son piezas esenciales para su mantenimiento y conservación. Están integrados en el ecosistema, forman parte de este y son elementos fundamentales para aprovechar racionalmente los recursos naturales existentes en los suelos más pobres y desfavorecidos de nuestro país. En resumen, son instrumentos de conservación de ecosistemas (como estandarte, la dehesa) en los que además de producir excelentes alimentos para la población, también producen bienes públicos tan importantes como el paisaje, mantienen y mejoran la biodiversidad, contribuyen a la mitigación del cambio climático, preservan el suelo y lo mantienen vivo, previenen el fuego y la desertización, evitan la despoblación y aportan armonía al entorno natural. Son una de nuestras principales bazas para conseguir el modelo socioeconómico que se persigue con el gran Pacto Verde Europeo, con el que Europa quiere liderar el mundo, consiguiendo un continente climáticamente neutro en el año 2050.

E impulsar nuestra gobernanza y seguridad alimentaria gracias a los pequeños y medianos productores, porque son las pequeñas explotaciones y las empresas familiares las que aportan el 75% de los alimentos que llegan a nuestro plato. Desarrollar estrategias de ámbito mundial suponen en alimentación acortar los tiempos entre la recolección y el consumo, los espacios entre el lugar de producción y el destino final y disminuir los eslabones de la cadena de valor. Su ministerio tiene que trabajar de la mano de los agentes sociales y las entidades agrarias para lograr que todo el sector primario visualice que este es el camino. Que la intensificación, que el uso de los recursos naturales no puede ser ilimitado. Que cada vez tenemos menos recursos hídricos. Que la innovación y la tecnología son aliados, pero los equilibrios naturales son indispensables para nuestra subsistencia.

Por ello, de manera complementaria pensamos que es muy relevante ir trabajando en una revisión de la política fiscal agraria y el modelo de fijación de precios. Tal como describe la comisión, hay que promover, y en eso estamos plenamente de acuerdo, sistemas impositivos y de fijación de precios que reflejen mejor los costes ambientales, incluido el coste de la pérdida de biodiversidad, e incentivar que las consideraciones relativas a la biodiversidad se integren debidamente en la toma de decisiones públicas y empresariales.

La justicia social, el cambio climático, la despoblación son los grandes retos a los que ya nos estamos enfrentando. Están interrelacionados y deben abordarse conjuntamente y en ello, el sector primario juega un papel esencial. Tenemos que lograr la viabilidad de nuestros agricultores, ganaderos y pescadores, la dignidad de las mujeres y hombres del campo que, como ha vuelto a comprobarse en las últimas semanas son imprescindibles y lo seguirán siendo.

No podemos alentar a la productividad en el sector primario por encima de todo, esquilmando recursos, hipotecando el presente y el futuro. Tenemos una importante obligación para con las generaciones futuras, una responsabilidad que no podemos eludir y el propio documento de la Comisión hace referencia a ello. Este hecho no es nuevo Sr. Ministro, ciertamente, no puede conseguirse de la noche a la mañana. Nosotros lo venimos planteando desde hace años. Lo lamentable es que en una sola generación humana ya no sea posible encontrar un acuífero que no esté contaminado.

La Producción Ecológica es también, ante todo, un sistema productivo, cuestión que parecen obviar algunos discursos y mensajes. Un sistema productivo que, además, tiene en cuenta toda una serie de criterios añadidos en cuestión de sostenibilidad, biodiversidad, futuro, rentabilidad. Es un modelo que tiene una visión más global, la que mejor responde en nuestra opinión a los grandes retos a los que nos enfrentamos. Por eso tenemos que abanderar desde España este posicionamiento de innovación en el modelo productivo primario, el objetivo de la Comisión Europea del 25% tenemos que entenderlo aquí como una cuestión de mínimos. Ahí están para reafirmarnos, todos los reconocimientos internacionales a nuestros productos ecológicos.

Hay que hacer ver que la producción ecológica es el futuro y necesitamos toda la implicación de los agentes sociales (productores, transformadores, intermediarios, consumidores), para ello es necesario reforzar los presupuestos destinados a la misma. Hay que ganarse a colectivos estratégicos como el de consumidores o ambientalistas para reforzar el peso social hacia una verdadera PAC verde. Hay que lanzar un mensaje caro a la ciudadanía europea de que los presupuestos destinados a la PAC estarán bien empleados.

Hacemos nuestra la iniciativa del vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans. Es un avance muy importante y creemos muy relevante que desde esos puestos de responsabilidad se adopte estas posiciones. Rechazamos y condenamos los descalificativos personales que se están vertiendo en estos días. Nuestro más rotundo rechazo a ese tipo de actitudes y agresiones verbales que no son nunca la mejor manera de consensuar y encontrar vías de diálogo. Es mucho más importante lo que nos une, el presente y el futuro de nuestros agricultores y ganaderos, de nuestro territorio, de nuestras generaciones futuras.

Igualmente, debemos superar la incomprensible y actual división española de la PAC con un desorbitado número de separaciones que en la práctica está ocasionando mayores desigualdades entre territorios. Tenemos que aprovechar esta revisión del programa agrario comunitario para revisarlo.

Sabemos que son días complejos, delicados y que los medios disponibles son insuficientes. Queremos trasladarles todo nuestro ánimo, confianza y ayuda en estos complicados momentos. En la Fundación Savia estamos a su disposición y la de su equipo para ayudar en todo lo que pueda estar en nuestra mano, cuente con nosotros. Reciba un cordial saludo,

Presidente Fundación Savia

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