El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha participado por vídeo en la reunión de jefes de Estado y de Gobierno sobre la Arquitectura de la Deuda Internacional y la Liquidez, convocada por el primer ministro de Canadá, el primer ministro de Jamaica y el Secretario General de Naciones Unidas con el objetivo de abordar la inminente crisis de la deuda soberana y garantizar que la sostenibilidad de la deuda a largo plazo sea la base de un futuro resiliente.
Esta reunión de alto nivel tiene como objetivo de abordar la inminente crisis de la deuda soberana y garantizar que la sostenibilidad de la deuda a largo plazo sea la base de un futuro resiliente, y se enmarca en la iniciativa sobre la "Financiación para el Desarrollo en la Era de la COVID-19 y Después", lanzada hace un año por Canadá, Jamaica y Naciones Unidas y en la que el presidente Sánchez participó en sus dos convocatorias de mayo y septiembre de 2020.
Durante su intervención de hoy, el presidente ha pedido acordar una nueva y ambiciosa emisión de Derechos Especiales de Giro (DEG) para inyectar liquidez en el sistema internacional. España propone crear un nuevo fondo fiduciario del FMI para un desarrollo justo y sostenible que beneficie particularmente a aquellos países vulnerables con bolsas de pobreza significativas antes de la pandemia y donde las desigualdades han aumentado durante la pandemia.
Asimismo, Sánchez ha manifestado que ve positivamente la ampliación de la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI) hasta finales de año. 46 de los 73 países elegibles se han beneficiado de él, posponiendo el pago de más de 5 mil millones de dólares. Sin embargo, más del 40% de los países elegibles todavía se encuentra en situación de sobreendeudamiento o en alto riesgo de estarlo.
El presidente ha señalado por ello la necesidad de implementar plenamente el Marco Común para el Tratamiento de la Deuda del G20. "La coordinación y la inclusión serán claves para su éxito", ha afirmado. "Los acreedores privados tienen que jugar un papel decisivo y debemos buscar una mayor cooperación por parte de las agencias de calificación de riesgos". Además, ha indicado que el Marco Común debería beneficiar no solo a los países menos desarrollados, sino también a las economías vulnerables de renta media, como las de América Latina. Medidas, ha apuntado el presidente, que deben ir acompañadas de esfuerzos por parte de nuestros socios para fortalecer su capacidad administrativa y hacer que sus sistemas fiscales sean más efectivos y progresivos.
