A pesar de los pesares seguimos teniendo un país que tiene mucho que decir y aportar. Somos la envidia de muchos pero no por ello solemos estirar el cuello. La lona que nos ha puesto el actual Desgobierno sobre la ciudadanía no soporta las riquezas que desean aflorar por encima de ella y de ello, quizás por falta de información, algún que otro ciudadano es capaz de ver las maravillas que poseemos. Vayamos hoy con el mundo de la minería y la transición energética. La lucha contra el calentamiento global hace que la demanda de minerales y metales esté aumentando, miren si no los coches eléctricos, los cuales necesitan como agua de mayo muchos kilógramos de cobre que los actuales. Para el que no tenga la información precisa necesitamos una serie de minerales indispensables para los que desean que esta transición energética se lleve a cabo. Apunten: aluminio, cobalto, cobre, estaño, grafito, litio, manganeso, níquel, oro, plata, tierras raras(de las que hablaremos más adelante), vanadio y wolframio. Y he aquí que España, una vez más, posee recursos de todos ellos y una riqueza casi incomparable en Europa. Creo que ya van cogiendo la idea central. Estamos en torno a perder 8 mil millones de euros en inversiones del exterior y unos veinte mil en puestos de trabajo.
En España existen recursos suficientes para abastecer a diestro y siniestro las necesidades de materias primas que necesitamos, pero una cosa es tenerlas y otra diferente es explotarlas que, al fin y al cabo es como si no las tuviésemos. Seguimos comprando lo que poseemos y nos gastamos al año, por lo visto, casi 10 mil millones de euros en traer a casa minerales y metales no ferrosos. Como el dicho popular: "Peor imposible". A ello hemos de añadirle que la actividad minera, como las Nucleares, es cada vez más respetuosa con el medio ambiente, aunque la inversión ha caído fuertemente en los últimos años. Los señoritos e indocumentados de las organizaciones ecologistas saben muy bien dirigir la ignorancia de la sociedad civil y tal ecologismo aviva el fuego no en su patio trasero sino en el del vecino. No desean nada cerca de sus domicilios. Estamos ante ecologistas hipócritas ya que se compran teléfonos móviles de última generación, ordenadores y no se cuestionan de dónde vienen los componentes de tales objetos. Por si no lo sabían, seguimos teniendo cerca de 30 proyectos mineros a la espera de ser puestos en marcha. Asturias posee mucho más de lo que ustedes y yo podamos pensar, de calidad, del bueno, y sus gentes en el paro. En mi tierra a ello se le llama "poca vergüenza". Podríamos formularnos si existe en España una estrategia estatal para la minería, con un proceso de decisión único que genere riqueza y empleo. Ahora, para más incompetencia, tenemos 17 procesos de decisión, uno por cada C. Autónoma y con respuestas muy diferentes. Estamos ante "la Casa de Bernarda Alba".
No me gustaría que la falta de información les llevase a creer solamente en lo que sale aquí o allá, sino en el personal tan cualificado que tenemos en España y no ha pasado por la Universidad Ideológica. Transformar la movilidad y el transporte para un futuro energético más sostenible, lograr una reducción de las emisiones de CO2, son objetivos muy deseables, a los que se oponen sus Señorías Ecologistas, con su política del no a la minería, ciertos partidos políticos y las administraciones con su inmovilismo y más que buenismo desesperante. Los fabricantes de baterías de vehículos eléctricos buscan y rebuscan asegurarse cadenas de suministros sólidas que garanticen las materias primas. El mismo Desgobierno Español andaba buscando hasta hace poco dónde poner sus grandes fábricas de baterías, suponemos que en Cataluña o País Vasco. España está más que bien posicionada para suministrar tal material. Ello, sin duda alguna, reforzaría la posición de nuestro país en atraer fábricas de baterías eléctricas. No me pregunten por favor si vamos a dejar pasar esta oportunidad, ya que con este personal moncloísta nunca se sabe, aún más, teniendo una oposición que no mira más arriba de sus narices.
Las tierras raras, de las que hablábamos antes, son el tesoro oculto y desaprovechado que España posee, mientras que Europa posee poquísimas reservas. Dichas tierras andan entre Ciudad Real y Galicia pero el resto del país no lo sabemos aún ya que la dejadez del PP y PSOE brillan por dejar pasar los días. Andalucía, según el Instituto Geológico y Minero está investigando. Si a ello le sumamos los montes submarinos al suroeste de Canarias, donde existen unos dos millones de toneladas, podríamos abastecer toda la demanda mundial durante 10 años como mínimo. Podríamos dedicar muchísimos folios a ello pero ya se ve que tenemos de sobra.
Todo hay que decirlo, se ha descubierto gran parte de sus posibles usos y su auténtica magia para la tecnología punta, con la cantidad de puestos de trabajo que ello proporcionaría y, es así que tenerlos en el subsuelo de Canarias, por ejemplo, es igual a guardar un tesoro. Estamos ante una España que podría ser una enorme potencia industrial, una excepción en la UE y razón para que la Unión las ha incluido en la lista de las materias primas críticas para su futuro verde y digital a cambio de mirar con buenos ojos a otro países, financiando su investigación e inventariado y, ya sean ligeras o pesadas, aparecen las primeras en el ranking en cuanto al riesgo de importación de materiales imprescindibles para las tecnologías clave que elaboran los grandes centros de estudios.
Aunque sabemos de su presencia en España, y aunque la minería va a más en los últimos años según la Transición Ecológica y Reto Demográfico, en ningún caso aparecen en la ecuación las cada vez más centrales de tierras raras. Ninguna Compañía ha conseguido arrancar su explotación pese a su importancia para las tecnologías del hiperconectado siglo XXI si bien hay dónde apuntar en el mapa español.
Los medios especializados consideran a España la zona más mineralizada de la UE por la diversidad de su paisaje y por contar con uno de los sistemas de sulfuro volcánico más grandes del mundo, pero por lo que se ve, lo que se lleva hoy día es mirar para otro lado y seguir comprando. El Arco Parlamentario español no sabe no contesta.
MARIANO GALIÁN TUDELA.
