El senador José Manuel Marín lamenta que se quiera cambiar a un currículo competencial, "cuando los que tienen que ponerlo en marcha son unos incompetentes".

«Ideología en todas las asignaturas, por todos lados. Enfoque socio afectivo de las matemáticas o matemáticas con perspectiva de género. España, con un tinte negativo o ideológico. Se habla mucho de actitud crítica, pero luego se les olvida el mérito, el esfuerzo o el sacrificio». Es, en definitiva, «un auténtico disparate y un delirio absoluto». Así de directo ha sido José Manuel Marín, portavoz de VOX en la Comisión de Educación en el Senado, con la nueva Lomloe y quien hoy ha sido el encargado de explicar la posición de VOX  sobre la moción que  insta al Gobierno a la adopción de determinadas medidas para afrontar el inicio del curso escolar.

 El senador ha advertido del riesgo de «ideologizar la enseñanza», razón por la que «los profesores ya no hacen caso a planteamientos que exceden del sentido común». «La historia no se entiende si no se explica de forma cronológica». Así, se ha preguntado «cómo se entendería la identidad de nuestro país, si no conocemos cómo se han desarrollado los acontecimientos». En definitiva, «no se puede consentir que se utilicen las normativas para imponer una ideología que no aporta nada la Educación», ha explicado Marín, quien ha advertido de la «facilidad de manipular a un pueblo que desconoce sus acontecimientos».

Marín ha destacado la «paradoja de que se quiere cambiar a un currículo competencial, cuando los que tienen que ponerlo en marcha, este Gobierno, son unos incompetentes».

Marín ha denunciado el comienzo del nuevo curso escolar, tras la aprobación de los nuevos currículos educativos derivados de la Lomloe, está siendo «un auténtico desastre». «Hasta siete regiones (Andalucía, Cataluña, Castilla y León, Galicia, País Vasco, Canarias y Murcia) no habían aprobado sus directrices, debido al retraso por parte del Gobierno en publicar los Reales Decretos», lo que implicaba, ha recordado, «falta de libros de texto adaptados a la nueva normativa y, sobre todo, en una falta de formación del profesorado que, a estas alturas, ni siquiera sabe a ciencia cierta qué y cómo deberá enseñar a los alumnos a lo largo del próximo año».