VOX ha defendido hoy en el Senado su veto al Proyecto de Ley de Cooperación para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global. Una norma que, de salir adelante, advierte la formación que preside Santiago Abascal, supondría derivar la soberanía nacional hacia la "construcción de una gobernanza democrática global".
«Rompe con la soberanía del Estado español, al subordinarse a lo establecido por una suerte de gobierno mundial, que ningún español ha votado», ha denunciado el senador de VOX José Manuel Marín, quien ha apostillado: «Se puede concluir, que se pretende someter la soberanía nacional a una "gobernanza global", indefinida en sus términos, sus órganos y su alcance. Un gobierno que no rinde cuentas y que no se somete a ningún proceso democrático en España».
Y es que conceptos como «ciudadanía global" son evidencias de la «voluntad que subyace en esta iniciativa de diluir los valores propios de la sociedad española en favor de instituciones supranacionales donde predominan intereses ajenos a los de España». «La soberanía nacional no es discutible», ha insistido el senador.
La segunda razón por la que VOX ha presentado un veto a este PL «no es por sus aspectos te´cnicos, sino porque han inventado el neocolonialismo globalista». El senador ha leído un textual de la normal, en la que se indica que "Espan~a tiene que imponer a otros pai´ses una serie de ideas". «Eso, señorías no es cooperación, imponer no es cooperar», ha explicado.
Cooperación humanitaria, no ideológica
El tercer punto ha sido el ideológico, y es que las prioridades en materia de cooperación tienen que ser humanitarias y no ideolo´gicas. El senador ha justificado su rechazo porque «la Cooperacio´n Internacional al Desarrollo deberi´a tener unas prioridades humanitarias -hambre, fri´o, sed, y educación-«.
Además, gran parte de los contenidos que la Ley debería desarrollar quedan remitidos a posteriores desarrollos legislativos que, aunque marquen un plazo de tiempo para su cumplimiento, la dejan vacía de contenido. Como ejemplo, el senador se ha referido a la sustitución del Fondo Para la Promoción del Desarrollo (FONPRODE), por el Fondo Español de Desarrollo Sostenible ("FEDES") como instrumento principal de la cooperación financiera.
En definitiva, se trata de una iniciativa que sirve como ejemplo de «cómo el globalismo trata de introducirse en la legislación nacional». «La sustitución y derogación de Ley 23/1998 por ésta tiene como principal rasgo novedoso la subordinación de nuestra cooperación, y por ende de nuestra política exterior y nuestro ordenamiento jurídico, a la Agenda 2030, los ODS y el Acuerdo de París sobre Cambio Climático», ha advertido el senador de VOX.
