El Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) alerta sobre una nueva medida que atenta contra la calidad asistencial en los Centros de Atención Primaria (CAP) de Cataluña: que los auxiliares administrativos asuman funciones de triaje de pacientes.
Es evidente que la Atención Primaria necesita una reforma y redefinir algunos de sus aspectos. Sin embargo, el triaje de los pacientes por parte de los auxiliares administrativos no parece que sea lo más acertado.
Sin lugar a dudas estos profesionales expertos en gestión documental y atención al público, desempeñan una función fundamental, pero ajena a la atención sanitaria directa al paciente.
Esta medida supone no solo una mala gestión de los recursos humanos, sino un derroche innecesario de recursos económicos, dado que la primera fase de esta reconversión pasa por la formación de dos años para "alfabetización sanitaria" y aprendizaje para derivar a los pacientes.
"Y lo que es mucho peor: los Técnicos en Cuidados de Enfermería tenemos ya esa formación sanitaria cualificada para llevar a cabo ese triaje y derivación. Por tanto, destinar un presupuesto determinado a formar profesionales, cuando ya existen profesionales formados es un despilfarro al que se suma el coste que supondrá la subida de categoría profesional que van a experimentar los auxiliares administrativos. Se va a malgastar dinero público en una medida que no tiene ninguna razón de ser, en lugar de dotar de los recursos económicos necesarios al reconocimiento profesional que los TCE, que cada vez asumen más funciones, y otros Técnicos Sanitarios tienen reconocido por Ley", recuerda Cristián Monclús, secretario autonómico de SAE.
Para SAE la plantilla de auxiliares administrativos está sobredimensionada por el aumento de contratación de estos profesionales en las últimas décadas, y que ahora necesitan ser reubicados, cuando, en realidad, ante una población cada vez más envejecida y con un incremento incuestionable de las patologías crónicas, lo que se debería haber hecho es una mayor apuesta por las plantillas de TCE en Atención Primaria. Por ello es inadmisible que se forme a auxiliares administrativo para llevar a cabo tareas asistenciales cuando ya existen profesionales perfectamente cualificados para ello y a los que se ha ido desplazando.
El Sindicato de Técnicos de Enfermería ya manifestó su disconformidad ante la creación de esta figura en el Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria 2025-2027 aprobado por el Consejo Interterritorial.
Por tanto, sin desmerecer a estos compañeros y considerando esta necesidad de reubicación, no podemos dar por buena esta medida teniendo en cuenta que deberían limitarse a las funciones y tareas burocráticas para descargar a otros profesionales sanitarios, respetando que sean éstos quienes lleven a cabo la atención directa al paciente, garantizando así la calidad que éste recibe.
Cristián Monclús, manifiesta al respecto que "con esta medida, lejos de mejorar la Atención Primaria se va a entorpecer la gestión en los centros de salud lo que, indudablemente, va a perjudicar al usuario".
Esta reforma se está llevando a cabo con el apoyo o el silencio cómplice de los sindicatos de clase que anteponen sus intereses electorales a una atención de calidad, ignorando al usuario, cuya salud, queda claro, les importa poco.
