Los daños ocasionados a los pacientes en la atención sanitaria ocupan uno de los diez primeros puestos en la lista de causas de morbimortalidad mundial. Según los cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente uno de cada 10 pacientes sufre algún efecto adverso durante su atención y, cada año, más de tres millones de usuarios fallecen como consecuencia de éstos. En este sentido, los errores más perjudiciales están relacionados con el diagnóstico, la prescripción y el uso de medicamentos.
Por ello, desde el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) nos sumamos a este día subrayando la necesidad de invertir en recursos, investigación y profesionales cualificados para prevenir los daños evitables el 50% de los eventos adversos se pueden evitar -, reducir los riesgos y mitigar sus efectos cuando se producen. Esta actuación no sólo garantizaría la seguridad en la atención de los pacientes y mejores resultados para su salud, sino que comportaría un importante ahorro económico para los Estados.
"Contar con los recursos humanos suficientes y cualificados es fundamental para garantizar una atención sin riesgos. Por ello, desde SAE queremos poner en valor el trabajo de los profesionales Técnicos Sanitarios, como son los Técnicos en Cuidados de Enfermería (TCE), un colectivo bien cualificado para dotar de eficiencia, seguridad y humanidad la atención en el ámbito sanitario y sociosanitario. Sin embargo, existen propuestas legislativas que están poniendo en riesgo esta cualificación, tan necesaria para garantizar la seguridad de los pacientes y prevenir riesgos como la aparición de úlceras de decúbito, tromboembolismos venosos, caídas o infecciones", explica Daniel Torres, secretario de acción social de SAE.
