La prófuga se encargaba del lavado de activos proveniente de estafas y extorsiones y, según las autoridades chilenas, las transferencias superaron los 138.000.000 de dólares
La investigación comenzó el pasado mes de julio tras la solicitud de colaboración de las autoridades chilenas sobre la posible presencia en España de la reclamada, quien habría abandonado Chile tras una operación contra miembros de la organización realizada por la PDI chilena en el pasado mes julio, donde se consiguió detener a 52 miembros de la organización.
Tras varias gestiones, los agentes lograron su ubicación en Molina de Segura siendo arrestada el pasado viernes cuando abandonaba un inmueble.
Según la Notificación Roja emitida por las autoridades chilenas, la fugitiva se encargaba del lavado de activos provenientes de estafas y extorsiones. Para ello facilitaba cuentas y tarjetas bancarias donde recibía el dinero ilícito que, posteriormente, transfería a una de las empresas de fachada de la organización. Estas transferencias de dinero ascienden a unos 138.000.000 de dólares.
