El 31% de la población dispone de seguro médico privado, pero el 65,6% de ellos prefiere ser atendido en la sanidad pública ante una enfermedad grave, cuatro puntos más que en la oleada anterior.
El Ministerio de Sanidad ha publicado los resultados de la tercera oleada del Barómetro Sanitario 2025, elaborado en colaboración con el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que ofrece una radiografía actualizada de la opinión de la ciudadanía sobre el funcionamiento del sistema sanitario público.
En esta oleada se han realizado entrevistas a más de 2.400 personas residentes en todo el territorio nacional, aplicando la nueva metodología de ponderación que permite realizar comparaciones con los datos recodificados de 2024. Los resultados muestran un avance generalizado en la percepción positiva del funcionamiento de los servicios sanitarios públicos, especialmente en los niveles asistenciales más utilizados por la población: servicios de urgencias, atención primaria, consultas hospitalarias y hospitalización.
La atención primaria continúa siendo el principal nivel de acceso al sistema sanitario público, y uno de los mejor valorados por quienes lo utilizan. Según los datos del Barómetro, el 82,3 % de la población ha acudido al menos una vez a un médico de atención primaria del sistema público en el último año.
Entre estas personas usuarias, la valoración positiva de la atención recibida alcanza el 80,1%, lo que supone una mejora significativa respecto al 78,5% registrado en la segunda oleada.
Este aumento en la satisfacción se explica, en parte, por la confianza y seguridad que transmite el personal sanitario. El personal de enfermería obtiene una puntuación media de 8,04 sobre 10, y el personal médico, de 7,76, manteniéndose como los aspectos mejor valorados del servicio. Además, el 16,8% de las consultas se realizaron por vía telefónica, una modalidad cuya aceptación sigue siendo elevada.
Sin embargo, al considerar el conjunto de la población general -incluyendo a quienes no utilizaron el servicio durante el último año (12,2 %)-, la valoración global del funcionamiento del sistema sanitario público disminuye, situándose en 5,89 puntos sobre 10, frente a los 6,13 puntos del año anterior. Esta bajada refleja una percepción algo más crítica entre quienes no tuvieron contacto directo con el sistema en este periodo.
En relación con los tiempos de espera en atención primaria, únicamente un 22% de las personas que acudieron a su médico de familia en el último año fueron atendidas el mismo día o al día siguiente de solicitar cita. El resto manifestó haber tenido que esperar más tiempo debido a la falta de disponibilidad en fechas anteriores. En estos casos, el tiempo medio de espera fue de 9,78 días.
Entre quienes experimentaron dificultades para acceder a consulta -el 23,7% de la población encuestada-, un 53,3% acabó recurriendo a un servicio de urgencias y un 29,3% indicó que, cuando llegó la fecha asignada, ya no necesitaba la visita.
Durante el último año, el 50% de la población encuestada declaró haber acudido a algún servicio de urgencias de la sanidad pública. De estos, el 42,9% utilizó dispositivos de urgencia en atención primaria, el 50,8% acudió a servicios de urgencia hospitalarios y el 6% hizo uso de los servicios del 061/112. En conjunto, estos dispositivos fueron valorados positivamente por el 71% de las personas que los utilizaron.
Atención hospitalaria
El 47,9 % de la población ha sido atendida en los últimos doce meses por un especialista del sistema público. La valoración positiva de la atención especializada alcanza el 78,1 %, ligeramente superior al 77,8 % registrado en la segunda oleada. Se trata de un servicio clave para el diagnóstico y seguimiento de problemas de salud complejos.
Entre los elementos mejor puntuados por la ciudadanía destacan la confianza que transmite el personal médico (7,64 puntos) y la información recibida sobre el estado de salud y el tratamiento (7,58), elementos fundamentales para el acompañamiento clínico y la toma de decisiones compartidas entre paciente y profesional.
Hospitalización
La atención durante el ingreso hospitalario registra la mejora más significativa en comparación con el año anterior. Un 11,5 % de la población ha estado ingresada en un hospital público en los últimos doce meses, y el 83,7% de quienes lo han hecho, valoran positivamente la atención recibida cinco puntos más que en la segunda oleada (78,4 %).
Los cuidados prestados durante el ingreso reciben las puntuaciones más altas de todos los niveles asistenciales analizados: 8,21 puntos para la atención de enfermería y 8,18 para la atención médica. Estos datos reflejan el reconocimiento de la ciudadanía al trabajo y compromiso de los equipos hospitalarios, incluso en contextos de alta presión asistencial.
El 20% de las personas encuestadas declaró disponer de un seguro médico privado contratado por ellas mismas o por algún miembro de su familia, mientras que un 11% cuenta con un seguro proporcionado por su empresa. Estas cifras reflejan una ligera variación respecto a la segunda oleada del estudio, en la que los porcentajes fueron del 21,6% y el 10,1%, respectivamente.
A pesar de contar con cobertura sanitaria privada, una amplia mayoría de estas personas manifestó su confianza en el sistema público ante situaciones de mayor complejidad. Concretamente, el 65,6% de quienes disponen de seguro médico afirmaron que, en caso de enfrentarse a un problema grave de salud, preferirían ser atendidos en la sanidad pública, frente al 61,4% que expresó esta preferencia en la oleada anterior.
Pruebas diagnósticas
Por primera vez, el Barómetro Sanitario ha recogido información específica sobre la realización de pruebas diagnósticas por un problema de salud nuevo, así como sobre el tiempo transcurrido entre la indicación médica y la realización de la prueba. Según los resultados de la tercera oleada de 2025, el 20% de la población de 18 y más años declaró haberse realizado una ecografía en los últimos 12 meses. Le siguen el TAC (16,5%), la resonancia magnética (15,3%) y la colonoscopia (5,1%). Estos datos permiten obtener una visión más detallada sobre el acceso y los tiempos de respuesta en el ámbito del diagnóstico por imagen y la endoscopia digestiva.
En cuanto a los plazos de espera, se observa que más de la mitad de las pruebas fueron realizadas en un plazo inferior a un mes desde su indicación médica en el caso de las ecografías (55,6%), los TAC (52,7%) y las resonancias magnéticas (50,7%). En cambio, las colonoscopias presentan un menor porcentaje de realización en ese intervalo (39,4%) y el mayor tiempo medio de espera registrado, con 109,8 días. Las resonancias magnéticas, con una espera media superior a los 90 días, y los TAC, con 64,32 días, presentan el menor tiempo medio de espera entre las pruebas analizadas.
Hospital Universitario La Paz, en Madrid.
Origen de los datos: sitio web de lamoncloa.gob.es
Ministerio de la Presidencia
