Cámara: “Moros y Cristianos recuperan y ensalzan nuestro pasado a través de la Fiesta”

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Miguel Ángel Cámara entrega la Medalla de Plata de la Ciudad de Murcia a la Federación de Moros y Cristianos

Cámara: “Moros y Cristianos recuperan y ensalzan nuestro pasado a través de la Fiesta”

El Alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, ha hecho entrega esta tarde de la Medalla de Plata de la Ciudad de Murcia a la Federación de Moros y Cristianos, en una solemne ceremonia en el Salón de Plenos de la Casa Consistorial

El Alcalde Cámaa ha destacado que la relación de la ciudad de Murcia con la Fiesta de Moros y Cristianos “hunde sus raíces en tiempos remotos, hasta el extremo de que el documento más antiguo que se conserva sobre estas Fiestas, quizá en toda España, se encuentra en nuestra ciudad. Más de 500 años han pasado desde que el Concejo de Murcia, el 16 de marzo de 1495, pregonara las fiestas de San Patricio”. De esta forma, el Concejo murciano, antecesor de la actual Corporación Local, ya impulsaba esta festividad, según lo prueban distintos documentos fechados en el año 1510.

El primer Edil ha añadido que, en estos 25 primeros años de existencia, “el desarrollo de la Fiesta podría describirse como magnífico. Como magnífica ha sido la aportación de la Federación de Asociaciones de Moros y Cristianos de la Ciudad de Murcia Civitas Murcie”. Basta para comprobarlo con atender al despliegue que engalana el Campamento Medieval, que he tenido el honor de inaugurar tantos años o la ceremonia del Pregón, donde también he podido glosar las bondades de la Fiesta en dos ocasiones, una distinción que siempre atesoraré en mi corazón. O el homenaje a las abanderadas y el recibimiento en este Ayuntamiento, desde su balcón principal, a las Kábilas y Mesnadas.

Miguel Ángel Cámara no ha querido olvidar “el papel de las Embajadas Mora y Cristiana, que involucran a toda la ciudad de Murcia en la Fiesta, o el Medio Año Festero… tantas y tantas actividades, tantas y tantas horas de trabajo e ilusión que bien merecen el reconocimiento de los murcianos, de los que sentimos y disfrutamos esos días de septiembre cuando honramos nuestro pasado y a quienes nos precedieron”.

Desde su fundación, el Ayuntamiento de Murcia ha reconocido la labor que la Federación viene desarrollando a favor de la Fiesta y, muy especialmente, en los actos de celebración del 25º Aniversario. Así, el Alcalde ha destacado, por un lado, “la inauguración de la escultura del fundador de Murcia, Abderramán II, obra de José Carrilero que ya admiramos junto al Puente de Hierro, un lugar privilegiado de la ciudad. Por otro, el apoyo y colaboración a la Federación para que las fiestas sean declaradas de Interés Turístico Nacional”.

Discurso de Miguel Ángel Cámara, alcalde de Murcia:

 

La relación de la ciudad de Murcia con la Fiesta de Moros y Cristianos hunde sus raíces en tiempos remotos, hasta el extremo de que el documento más antiguo que se conserva sobre estas Fiestas, quizá en toda España, se encuentra en nuestra ciudad. Más de 500 años han pasado desde que el Concejo de Murcia, el 16 de marzo de 1495, pregonara las fiestas de San Patricio. De esta forma, el Concejo murciano, antecesor de la actual Corporación Local, ya impulsaba esta festividad, según lo prueban distintos documentos fechados en el año 1510.

La Fiesta, tal como la concebimos hoy en día, nació en el año 1983, aunque comenzó a gestarse 2 años antes, al hilo de la conmemoración de la Fundación de Murcia. Era el cumpleaños oficial de la ciudad, que festejaba aquel remoto día del 21 de abril de 831. En 1982, Murcia acogió con cariño el desfile de los Moros y Cristianos de Orihuela, que acercaron a nuestras calles su majestuosidad y elegancia, el sabor a tiempos antiguos cuajados de cultura e historia. Apenas un año más tarde vería la luz la llamada Asociación de Fiestas que, en septiembre de 1983, sacaría a las calles el primer desfile.

Mudéjares, Abderramán II, Ib-Arabí, Aben-Mardenix, por el bando moro, y los Caballeros del Temple, por el cristiano, fueron los grupos que fundaron esta asociación, a los que se sumaron otros procedentes de Abanilla y Orihuela en aquel desfile ya histórico.

Parece que fue ayer, es cierto, pero han pasado 25 años desde que este grupo de murcianos entusiastas y amantes de nuestra historia decidieron impulsar un proyecto tan ilusionante y novedoso que pronto recibió el aplauso de todos los vecinos. Después de tanto tiempo sin degustar sus desfiles, nuestras calles se volvieron a llenar de música y colorido, de chilabas y túnicas, kaftanes y simbads, de babuchas.

Poco a poco, la Fiesta iría adquiriendo, por el impulso y cariño de sus organizadores, nuevos elementos que la enriquecerían y llenarían de colorido. Así sucede en el Desfile de la Entrada, en la espléndida función de la fundación de Mursiya, en la Entrada del Infante Alfonso de Castilla y la posterior Entrega de llaves de la ciudad. Y es que todo murciano, para serlo, ha de contemplar alguna vez en su vida esa Entrada que nos presenta el sentimiento de todo un reino condensado en nuestra Gran Vía, que se convierte en un teatro festero e histórico, galano y espectacular, henchido de tradición desde aquel remoto año de 1488 cuando, para agasajar la llegada de los Reyes Católicos a Murcia, se organizaron justas de Moros y Cristianos que llenaron de júbilo el ánimo de nuestros ancestros.

En estos 25 primeros años de existencia, el desarrollo de la Fiesta podría describirse como magnífico. Como magnífica ha sido la aportación de la Federación de Asociaciones de Moros y Cristianos de la Ciudad de Murcia Civitas Murcie. Basta para comprobarlo con atender al despliegue que engalana el Campamento Medieval, que he tenido el honor de inaugurar tantos años o la ceremonia del Pregón, donde también he podido glosar las bondades de la Fiesta en dos ocasiones, una distinción que siempre atesoraré en mi corazón. O el homenaje a las abanderadas y el recibimiento en este Ayuntamiento, desde su balcón principal, a las Kábilas y Mesnadas. Sin olvidar el papel de las Embajadas Mora y Cristiana, que involucran a toda la ciudad de Murcia en la Fiesta, o el Medio Año Festero… tantas y tantas actividades, tantas y tantas horas de trabajo e ilusión que bien merecen el reconocimiento de los murcianos, de los que sentimos y disfrutamos esos días de septiembre cuando honramos nuestro pasado y a quienes nos precedieron.

Murcia vibra cuando resuenan cada año las notas cadenciosas de las marchas moras y cristianas, cuando las mesnadas y kábilas toman cuerpo en los festeros murcianos. Murcia vibra al paso del Infante Alfonso de Castilla y del Rey Aben Hud de Mursiya, reconociendo los muchos días de sacrificio, de trabajo, de nervios, de entrega, de generosa entrega por parte de los más de 1.500 festeros y sus familias. Porque esta Medalla de Plata no sólo reconoce la fiesta en sí misma, sino también el carácter familiar que encierra y atesora: padres y madres, hijos y abuelos unidos por ella, disfrutando en ella, y por ella hermanados en la alegría y la pólvora, en los cánticos y los desfiles, en el amor a esta Murcia que amamos y sentimos.

Desde su fundación, el Ayuntamiento de Murcia ha reconocido la labor que la Federación viene desarrollando a favor de la Fiesta y, muy especialmente, en los actos de celebración del 25º Aniversario. Por un lado, la inauguración de la escultura del fundador de Murcia, Abderramán II, obra de José Carrilero que ya admiramos junto al Puente de Hierro, un lugar privilegiado de la ciudad. Por otro, el apoyo y colaboración a la Federación para que las fiestas sean declaradas de Interés Turístico Nacional.

Como Alcalde de Murcia he podido constatar el buen hacer y acierto de la Federación y de quienes en estos años la han dirigido con prudencia y celo. También he vibrado de emoción participando en los desfiles y en cuantos actos se han organizado y he visto la ilusión de los más jóvenes y el orgullo de los mayores.

Este nuevo título que hoy recibís es un auténtico homenaje a cuantos han hecho posible que la Fiesta crezca: Las Huestes del Rey don Fernando, los caballeros de Santiago, de San Juan de Jerusalem, de La Arrixaca y del Temple, nobles de don Juan Manuel, del Jaime I vasallos, Almorávides de Mursiya, siervos de Abeniyad, Mudéjares, sufíes de Abull Abbás, de Ibn Arabí, Moros Almohades, de Adberramán, Aben Mardenix, Rey Lobo…

Esta distinción es un homenaje a quienes, a lo largo de estos 25 años, han hecho realidad este magno acontecimiento. Pero también, de manera especial, a los que no están y a los que nos dejaron, a cuantos ahora disfrutarán desde el cielo junto a kábilas y mesnadas de esta solemne ceremonia.

Por todo ello y como sincera muestra del respeto, cariño y reconocimiento que los murcianos sentimos hacia esta gran Fiesta, el Pleno del Ayuntamiento de Murcia le concede a la Federación de Asociaciones de Moros y Cristianos de la Ciudad de Murcia "Civitas Murcie” la Medalla de Plata de la Ciudad de Murcia.

Miguel Ángel Cámara Botía

Alcalde de Murcia

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