Cuando el cotilleo se convierte en algo patológico

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Aprender a defenderse de los cotillas (o dejar de serlo)

Cuando el cotilleo se convierte en algo patológico

Saber cosas sobre los demás es una curiosidad innata en el ser humano. El problema aparece cuando proyectamos nuestras frustraciones inconscientes en ese cotilleo y crítica hacia el otro.

Lo hablamos con el Dr. Joan Ramón Soto de Mundo Psicólogos que nos explica por qué somos cotillas, qué diferencia hay entre cotilleo sano y cotilleo patológico, qué hacer para contrarrestar los efectos de las personas cotillas y, si los cotillas somos nosotros, ¿cómo aprender a dejar de cotillear?

Por qué somos cotillas: ¿Qué es lo que nos atrae?

"Hablar nos gusta, afirma el Dr. Soto. De nosotros...nos gusta menos. Pero cuando se trata de hablar de los otros nos dejamos llevar tanto que llegamos a exagerar, inventar e incluso mentir. Pensad que la prensa rosa es uno de los elementos que más se consumen en este país. Cada cual tiene su parcela que le interesa. Saber cosas del otro es una curiosidad innata en el ser humano. El problema, en parte, aparece cuando proyectamos nuestras frustraciones inconscientes en ese cotilleo y crítica hacia el otro y ponemos cosas nuestras en juego o simplemente aportamos una versión de los hechos con la que hacemos un todo. Es en ese aspecto morboso donde las personas predispuestas a la crítica disfrutan del placer que les produce hablar mal de los demás. Hablar de uno mismo es implicarse, genera emotividad y alegrías o tristezas generando cierto grado de morbo, pero desde un punto de vista psicoanalítico cuando cotilleamos del otro siempre estamos hablando de nosotros mismos, pero como no lo identificamos lo proyectamos hacia afuera.

"Siempre es más fácil ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el nuestro". Se trate del tema que se trate, estamos hablando de algo que nos interesa y por ende estamos hablando de manera indirecta de algo de nosotros mismos. Uno de los temas que más interesa dentro del cotilleo es el tema de la sexualidad, quien se ha acostado con quien o las causas de la separación, nuevas parejas... la gente se convierten en pseudo-investigadores de las causas de determinadas situaciones de la vida de ciertas personas.

Al hablar de los demás creemos vivir algo de eso en nosotros. También el cotilleo es una manera íntima de ver si aquello que a ti te pasa, piensas o sientes es normal y por eso nos interesa tanto ver en los demás nuestra propia intimidad para verificar tanto por el interés de los demás como por el propio."

Qué diferencia hay entre cotilleo sano y patológico

"La rumorología puede llegar a ser divertida siempre y cuando no se difame o mienta. Que el cotillear no sea una manera de movernos en nuestras relaciones sociales y que no ocupe demasiado espacio en nuestras vidas. Un bulo provocado por un cotilleo puede llegar a ser peligroso. Se suele lanzar con esa intención perversa de provocar dolor indirectamente, ya que la gran mayoría de veces se tira la piedra y esconde la mano, comenta el Dr. Joan Ramón Soto.

Creo que debemos prestar especial atención a los comentarios en redes sociales donde se puede viralizar todo en pocas horas, ya que un grano de arena se puede convertir en estos días en una montaña. Algunas personas han convertido el criticar y fomentar este cotilleo en una profesión. Claro que también en algún momento esta manera de actuar en contra de los demás se puede girar en contra y se les puede pedir que se hagan responsable de las críticas realizadas. También podríamos decir que el cotilleo es sano siempre que sea como algo gracioso y no haya implicación de provocar daño o conflictos."

¿Por qué puede sentirse la necesidad de hablar mal de los demás o devaluar sus éxitos?

"¿A quién no le gusta hablar de cosas que ha visto o del estilo de alguien? Siempre y cuando no sirva para hacer una valoración negativa de esa persona, puedo opinar, pero la intención es la que cuenta. Compartir el cotilleo forma parte del colectivo social como medio de relacionarse. A algunos nos interesa estar a la orden del día con diferentes noticias informativas u obra literaria de determinado escritor y a otros les interesa la evolución de la separación o divorcio de otros: es una manera de desviar la atención de un vacío interior no identificado." dice Soto.

Cómo contrarrestar los efectos de las personas cotillas

"Un buen antídoto para protegerse de las personas cotillas es poner lo que nos cuentan en cuarentena, en observación y le aplicaremos el filtro de la duda observando y reflexionando lo que cuenta, cómo nos lo cuenta y de quien habla, los pros y los contras de esas críticas, qué beneficio saca de ello, y por qué tiene necesidad de explicarlo.

Es decir, ¿por qué algunas personas tienen esa necesidad de involucrarme en los cotilleos? Los secretos, lo íntimo en el momento que lo cuentas deja de serlo sea con quien sea, por la boca muere el pez como dice la cita. Compartir intimidades con una persona que en algún momento nos ha desvelado confidencias de otra mostrando frialdad con el tema, con poca sensibilidad, falta de empatía... nos hará pensar que podrá comportarse de la misma manera si somos nosotros quienes les desvelamos alguna confidencia. ¿La persona que realiza esos actos merece mi confianza, me lo puedo tomar en serio o soy víctima del cotilleo...?

Si el cotilleo no va contigo, pues sé valiente y exprésale amablemente a la persona chismosa que no te interesa el tema en cuestión. Este acto de valentía te empodera como persona y te libera de entrar en ese bucle de degradación y de bajas pasiones. Piensa que tus intimidades y secretos pueden ser violados si pones en juego tu libertad, por lo tanto cuídate mucho y muchos te cuidaran." recomienda el Dr. Soto.

Si el cotilla eres tú. ¿Cómo aprender a dejar de cotillear?

"Depende de la situación que estés cruzando, si cotillear te va y lo tienes identificado pero no puedes dejar de hacerlo porque, por ejemplo te acabas de separar y tienes necesidad de cotillear y quieres pero no puedes evitarlo porque te produce dolor, pregúntate si es solo un acto reflejo puntual y concreto o se te está escapando de las manos, entonces llegado a este punto seguramente estés pasando por una fase obsesiva y necesitas recurrir a un profesional que te pueda a ayudar a solucionarlo con una serie de técnicas y herramientas psicológicas para poder liberarte de esa compulsión a controlar.

Consejo: aléjate del móvil de las fotos y de las redes sociales una temporada para que te puedas centrar en ti y hacerte preguntas que te hagan pensar sobre lo que te interesa a ti, que te hará más feliz, empieza a mirar hacia adentro enfocándote en todo aquello que sea productivo y satisfactorio. Es momento de reinventarse y sacar la mejor versión de ti, recomienda el Dr. Soto. Si todo esto te falla entonces intenta ser más radical y bloquea toda la información necesaria para cuidarte física y emocionalmente. Las ganas y la persistencia te harán ganar en autoestima y fuerza para conseguir liberarte del dolor que produce ciertas prácticas tóxicas." 

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