Aún suenan en mi cabeza esos aplausos que como cada día, puntuales a las ocho de la tarde tenían lugar en todas las ventanas y balcones de pueblos y ciudades de nuestro país. Todos ellos a la vez se convertían en uno solo que abrigaba en su interior esperanza y amor hacia los demás.
Pero hoy me pregunto, ¿Adónde han ido a parar? Esos buenos sentimientos, aquellos "volveremos mas fuertes", ¿Qué ha sido de esas palabras?
El ser humano es destructor, malvado por naturaleza y egoísta. No cuida del medio, las calles se han convertido en un cementerio de mascarillas, las encuentras a cada paso, en cada esquina, en cada rincón. ¡Qué seres tan despreciables somos!
Ni con media docena de pandemias, crecemos ni aprendemos. No todos, no quiero generalizar, pero esa inmensa mayoría que no respeta a nadie, que espera el despiste del otro para saltarse las reglas, eso es vergonzoso. Indeseables que se irán al otro mundo con lo mismo que llegaron, con nada, pero que tristemente se marcharán sin haber aprendido nada positivo, sin haber sumado, pobres ingratos.
La naturaleza está cansada y aburrida de nosotros y de vez en cuando se revela, nos castiga, manifestando su ira y contra eso, la batalla la tenemos perdida. Y aún así, nos sigue dando oportunidades de cambiar, pero no, no copiamos las conductas de los animales que no conocen el rencor, ni la maldad, no son desleales, no van tirando basura en el entorno en el que viven, no vierten porquería al mar para que cada día mueran cientos de peces, de todo esto solo es capaz el ser humano que solo se acuerda de Santa Bárbara cuando truena, que ha perdido toda la humanidad, que se está cargando el planeta a pasos agigantados y que no piensa en cómo se van a encontrar sus nietos y los nietos de estos el mundo en el futuro.
Si hoy nos centráramos algo menos en nuestro propio ombligo pensando más en el prójimo y en cuidar de nuestro alrededor, posiblemente tendríamos una posibilidad de abandonar este mundo habiendo dejado una huella que haya ayudado a los que vendrán.
José Antonio Carbonell Buzzian
