"Cuando juegan a ser Dios", por José Antonio Carbonell Buzzian

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Un Jefe de Radiología, médico me confesó que, en medicina los errores se tapan con tierra.

Aitor, tan sólo tenía 24 años. Una mañana del pasado año, su madre telefoneó al 112 porque su hijo no se encontraba bien, le costaba respirar.

Hasta en  cuatro veces tuvo que llamar a este servicio porque ninguno de los médicos consideró importante lo que al joven le ocurría.

La osadía y el atrevimiento de uno de los facultativos del SUMMA que atendió la llamada fue extrema al decirle a la pobre madre:"su hijo respira perfectamente. Él dirá lo que quiera pero respira bien".

El chaval estuvo 23 minutos sin riego. Lo que le causaba la asfixia, era un trombo en el pulmón. Entró en parada cardiorrespiratoria. Y a los cuatro días falleció.

Después de un año, parece imposible localizar a todos los implicados en esta negligencia. Nadie sabe quiénes atendieron la llamada, ni quiénes jugaron a ser Dios aquella mañana de domingo, hecho extraño porque todas las llamadas quedan grabadas.

Pero, ¿por qué no se activó el protocolo con rapidez y mesura para ayudar a este joven?  Y sobre todo, ¿cómo pueden dormir cada noche a pierna suelta cada uno de los que no hicieron nada al respecto? ¿Por qué se tapan unos a otros? Tal vez, estos médicos (supuestamente) salieron la noche del sábado y no iban lo suficientemente descansados aquella mañana, por lo que no tenían muchas ganas de trabajar.

Un médico salva vidas y eso es una bendición. Lo que es incomprensible es lo ocurrido aquella mañana. Es triste y lamentable poner nuestras vidas en manos de personas en las que confiamos y que no muevan un dedo para ayudarte, simplemente porque no te creen.

En todas las profesiones, hay gente incompetente y Aitor tuvo la mala suerte de tropezarse con estas personas carentes de ética, empatía y profesionalidad.

Sus padres no quieren dinero, sólo quieren que hechos tan deleznables como este no se vuelvan a repetir y que los culpables sean castigados por ello.

José Antonio Carbonell Buzzian

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