"Julio Anguita: un líder anti líder"

Autor:

Por Juan José Cánovas

Tenía yo 21 años y alguno de militancia en el PCE cuando las primeras Elecciones Municipales a principios de 1979. Me encontraba en un Centro de Instrucción de Reclutas ubicado en el Corazón de Sierra Morena. Cerro Muriano.

No puede votar en Totana, pero me fui con la promesa de mis padres que votarían por mi a Gines Carreño y a Jerónimo Martínez Rosa. Fue una grata sorpresa conocer la noche electoral el triunfo de PCE en el Ayuntamiento de Córdoba, con una Alcalde comunista, Mientras José María Aroca era elegido Alcalde de Murcia, Enrique Tierno Galván en Madrid o Antonio Pérez Férez en Totana. Tiempos de ilusión.

Recuerdo comentarios de aquellos mandos militares, despreciando la "política y al democracia", insultando a Carrillo y a Pasionaria, pero mostrando respeto por Anguita. Era algo extraño, pero una realidad.

AL poco tiempo de licenciarme, tras otra larga temporada en Tarifa (entre el Castillo de Guzman el Bueno y la Isla de las Palomas), retomé la actividad política y sindical.

Un día acompañé a Ginés Carreño a la Sede del PCE en Madrid, en la calle Santísima Trinidad para asistir a una Jornada de Política Municipal. Recuerdo la puerta blindada y miembros de la Policía Nacional controlando y protegiendo la entrada del aquel inmenso edificio.

Fue la primera vez que escuche una intervención de Julio Anguita y me sorprendió su verbo fluido y contundente discurso. Coherente y firme, con una base ideológica, de principios, con respeto y dando argumentos.

A partir de ese momento lo seguí de cerca, en sus intervenciones en Congresos en las cita de aquellos años, en la Fiesta del PCE en la Casa de Campo. Me llegaba el contenido de su discurso y su actitud hacía la política.

Desde un pragmatismo y vasta formación intelectual era un verdadero Maestro. Metódico, con recursos y una estructura envidiable.

Años después, en tiempos de Gerardo Iglesias, compartí presencia en el Consejo Político de IU y -de alguna manera-, me distanció su aparente radicalismo ante el PSOE que no era tal. Más bien era una evolución mía que observaba desde lejos la realidad.

Tras el primer infarto, tuve más contacto con él, acudí a presentaciones de sus libros o conferencias que siempre aportaban solidez a la actualidad política y el horizonte utópico que cambiaría el mundo. Recuerdo que me nombraba como "Cánovas al cuadrado" por la duplicidad de mis apellidos.

En 2003, quiso venir a apoyar la candidatura de Izquierda Unida que presentamos en el Teatro de la Cárcel con otra brillante intervención. No tuvimos los resultados esperados y pasamos a la oposición, a las puertas de la etapa más negra de la historia democrática en Totana.

Habló conmigo para darme ánimos, cuando yo también estaba "tocado" por la enfermedad y a punto de renunciar a mi cargo. A los pocos días de aquella Presentación, su hijo mayor, periodista de "El Mundo", falleció en la iniciada Guerra de Irak. Pais en que yo había estado un mes antes.

La reacción la muerte de su hijo, fue una gran lección de persona con formación humana, coherente y buen padre. Un padre ante la muerte de su hijo en una guerra injusta basada en las mentiras de mentes criminales. "¡¡¡Malditas Guerras!!!"

En su época de enfrentamiento al PSOE de Felipe Gonzalez sufrió las campañas más duras contra un político, presentándolo como un "líder visionario con alternativas irreales". Nada más lejos de la realidad.

Anguita aparentaba frialdad y seriedad. Pero en el fondo era lo que se puede llamar un Anti Líder. Político sin ambiciones de cargos ni prebendas que vivía la política desde el corazón.

Hoy estará sereno porque su paso por la vida ha aportado coherencia y compromiso con los más desfavorecidos. Se marcha, pero nos deja su ejemplo como viático (Conjunto de provisiones que se le da a una persona, para realizar el viaje).

Descansa en Paz, compañero.

Juan José Cánovas Cánovas

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