Es imprescindible para la democracia de nuestro país que los ciudadanos tengan el derecho de poder salir a las calles en protestas no violentas, para poder criticar y denunciar los abusos que se están dando en nuestro día a día.

En estos momentos nuestro nación no está cumpliendo con los llamados Criterios de Copenhague, donde se debe garantizar la democracia, la estabilidad de las instituciones, el Estado de Derecho, los Derechos Humanos y por ende no coartar la libertad de prensa, tal y como se está pretendiendo en la actualidad.

Hemos pasado de ser un país democrático para ser uno autoritario, donde derechos fundamentales pasan a un segundo plano. Un ejemplo es la inviolabilidad del domicilio que, la Agencia Tributaria pretende no respetar, derecho que está recogido en nuestra Constitución en su articulo 18.2, la pregunta es cuál es el fin que justifica esta causa, porque si de verdad se quiere controlar todo esto, dónde quedan las amnistías fiscales que promulgaron a diestro y siniestro con intereses espurios. 

Pues analizando una sentencia del Tribunal Supremo del 1/10/2020 (recurso 2966/2019)  aborda precisamente el carácter inviolable del domicilio del contribuyente. Esta sentencia creó un gran revuelo entre tributistas e inspectores de Hacienda, de hecho se tendría que fundamentar la entrada no autorizándose con fines prospectivos para ver qué encuentran una vez hecha la inspección.

Por ello quiero cerrar con broche de oro citando el Criterio de Copenhague donde expone las condiciones previas que debe respetar todo país que quiera estar en la Unión Europea. Así que este gobierno debe respetar todos los derechos nombrados anteriormente, los cuales han costado mucho esfuerzo conseguir hoy en día y no hacer creer a la población que su nueva toma de medidas van encaminadas a proteger intereses generales que, muchos creemos y tenemos la certeza de que son fines ocultos y opuestos a las libertades de los ciudadanos. 

José Antonio Carbonell Buzzian