Mientras que hoy saboreamos el DÍA INTERNACIONAL DE LA LENGUA MATERNA y añoramos los libros leídos de personalidades de alto rango de las letras españolas como: Cervantes, Lope de Vega, Quevedo, Góngora, Clarín, Larra, Pio Baroja, Machado, Pardo Bazán, Valle-Inclán, Hermanos Álvarez-Quintero y tantísimos más de alta pluma internacional , donde nos alegramos al oír a tantos iberoamericanos por los cuatro costados en nuestro país, todos a la vez con la misma lengua, misma cultura y misma razón de vivir, todo ello, así, es de un alegrón incomparable . Es día de aperitivo.
Pero por otro lado, también hemos de alegrarnos que muchas más personas de las que creemos, pero muchas más, están combatiendo contra ese exclusivismo excluyente que no tiene razón de ser, mires por donde lo mires. También, por todos ellos, hemos de celebrar el día y, por ello, razón de más para festejarlo. Y es que, cuando la dichosa ideología mete sus narices aquí y allá nada sale bueno.
Cuando el esperpento ideológico mete sus narices en cambiar nuestra lengua española y, con ella, ser creador de otras maneras de pensar, sentir o aspirar avasalla con todo lo que encuentra en su camino. No solo avasalla sino que somete o no, por mis reales, al más discrepante que se enfrente a él. La manipulación del lenguaje español está siendo ninguneado desde donde, justo al revés, debería ser enaltecido. Comenta mi amigo Higinio Marín, filósofo, que cuando las poblaciones nativas de todo el planeta vieron desembarcar a pelotones de entusiastas antropólogos que, encantados por haber superado el eurocentrismo, pretendían escrutar objetiva y neutralmente sus culturas aborígenes, no existía nada más eurocéntrico que la pretensión de poseer un punto de vista libre de las limitaciones de una tradición particular. El relativismo cultural no solo era el más sofisticado y engreído producto del intelectualismo europeo, sino que, además, incluía una altivez mojigata y plañidera. Añado de mi cosecha otra cuestión: "si nuestro Desgobierno español vende su alma al diablo con tal de mantenerse en el poder, si flictea con los enemigos de España para arrancar de cuajo nuestra lengua española, si se deja enarbolar por los cuatro caciques iberoamericanos y aquí no pasa nada, son muchos los millones de españoles, son muchos los iberoamericanos que viven en España, dispuestos a cortar de tajo toda esta ciénaga de propósitos". Hasta es posible, como dice más de uno, sean capaces de cambiar de lengua, por imperativo legal, y un sábado cualquiera, sin saberlo ni comerlo, aparezca en el BOE un nuevo tipo de lengua distinta a la española, a la castellana.
El relativismo moral en el que nos encontramos, su única obsesión es garantizar la libertad de todos sean cuales sean sus preferencias, pero que, de hecho, sirve de coartada perfecta para que el poder de " cuatro insignificantes palurdos", sea el único e intachable criterio de lo que es aceptable. Hoy por hoy, los secuaces del progresismo y los fantasmagóricos de la oposición en España dejan al arbitrio de unos pocos ilusorios se conviertan en la única garantía de no morir en el intento, no ser víctimas, sino de auspiciarse en el poder como fuente de criterio sobre lo debido. Tal y como dice mi muy amigo Rémi Brague, en su libro "El reino del hombre", cuando en la época moderna y postmoderna, algunos han llegado a la convicción de ser los creadores de su propia humanidad, dando por superado cualquier tiempo pasado y pretendiendo convertirse en el artífice único de su futuro. Todo esto me recuerda al "Seréis como dioses".
Estamos en un país donde lo democrático es despótico, donde los bandoleros que cabalgan en la diligencia del poder poseen el buen criterio. Ustedes y yo "mutis". Ahora, la neutralidad cultural, moral, ética, etc, está en plena pandemia, posiblemente en su 10ª ola. Para ser un auténtico demócrata no es preciso mirar con buenos ojos al multiculturalismo relativista ni al pandemocratismo, pues demócrata, el sentido común nos dice que, es admitir una posición particular derivada de una tradición cultural, política o religiosa concreta, cuya promoción y respeto se defiende, obviamente, pero no pretende convertir el orden legal e institucional de su país ( Higinio Marín).
En este Día Internacional de la Lengua Materna, también agradecer al Director y Coordinadores del Documental "España, la primera globalización" que tantos llenazos ha habido en nuestros cines españoles y tanto bien está haciendo a nuestra población.
Frente a todo esto, a fecha de hoy, lunes 21, la calle Génova de Madrid está que arde. Las llamas tienen un porqué desde hace años: cuando las buenas raíces ya no van con nosotros, cuando todo se agua, antes o después se vuelve contra uno mismo. Ir de perfil a todo lo que pase en España ahora mismo, sea lo que sea, es ir en contra de sus antepasados, del futuro de los hijos y de una nación marcada desde sus inicios, yo diría más que bendecida, pues mucho tiene que hacer aún.
MARIANO GALIÁN TUDELA.
