Pisando fuerte

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Pisando fuerte

¡FELICES PASCUAS! Mientras que la ciudad que me acoge con tanta gratitud, Murcia, el pasado Miércoles Santo, su Ayuntamiento socialista exponía en uno de los buenos museos de la ciudad "Las Cortesanas", promocionando el mundo del prostíbulo ¡y bien que me alegré por la llovida monumental! sus gentes ya andábamos en otra órbita más sublime de lo que estaba aconteciendo en el cogollo de la ciudad a través de su riqueza cultural y religiosa: sus tronos monumentales de paseo majestuoso a lo largo de estos días. Como decía un buen amigo: "los pies en la tierra y la cabeza en el cielo". Hoy, Sábado Santo, cuando pretendo enviar estás líneas a prensa , sigo paladeando, reflexionando y poniendo a buen recaudo todo lo recibido, pero he aquí que nuestro líder ucraniano, la población rusa y los susodichos magnates europeos han tenido un hueco mental a la hora de mis diversas miradas a los grandes de la imaginería de Salzillo.

El liderazgo que anda desempeñando Volodimir Zelenski ya lo quisieran algunos para sí. En un entramado europeo de flojos líderes de pacotilla ha saltado a escena un personaje no muy reconocido pero que ha entrado a todas nuestras casas dejándonos admirados. Su extraordinaria capacidad de comunicación es aplaudida por unos y por otros a sabienda que aunque procede de buenas como actor y comediante, su talento y experiencia no es la causa de lo que le está sucediendo, es el instrumento que anda utilizando. Ahí tenemos al que fuese otro gran actor y llegaría a ser Presidente de los Estados Unidos, Ronald Wilson Reagan, actor y buen político americano, según me cuentan "un grande entre los grandes".

En los meses que andamos observándolo vemos que es un perfecto guionista y creador de buenas historias. Las produce de pegada y conecta con el público de manera insólita. No nos duerme como el personal que anda por los mundos social políticos que merodean y medio chantajean a nuestros buenos ciudadanos. Nos hace ver, nos lleva a frescas y esperanzadoras palabras, al cogollo de las razones más básicas que le mueven en sus actuaciones. Aquí no es cuestión de haber realizado los estudios de Arte Dramático, sino del saber hacer y llegar a todos nosotros lo que acontece en cada momento y ponerte a ti en su lugar.

Casi todo lo que ha sido contado ha ido alrededor de la misma idea: nos cuenta historias veraces, ya que ellas son contenedores de valores y las historias de siempre nos proporcionan sus moralejas. Piensen que los cuentos clásicos siempre nos han asombrado con el mundo fantástico de la moraleja. Nos situamos así en un tipo de comunicación que dará que hablar de hoy en adelante y que lo ha sido en otros momentos. Estamos ante : la lógica branding. Dicen de ella que es aburrida y cansina, porque siempre gira en torno a los mismos valores, pero en el mundo práctico produce riqueza y grandes sorpresas, ya que descansa en la creatividad de las múltiples historias que se pueden construir alrededor de tal colección de valores, en ningún momento han faltado relatos, imágenes y gestos. La comunicación de Zelenski, me da que no está pensada de manera intelectual ya que la ha manejado de perlas, con convicción, claridad y maestría. Lo importante: su apertura a la transformación de la sociedad, política y economía ucraniana para desarraigar la cultura endémica de la corrupción. Todo un rosal de magníficos objetivos y planteamientos descomunales. Más aún, la propuesta europeísta se integra como parte de tal planteamiento de transformación social, donde su campaña, por decirlo así, no se centra precisamente hacia Rusia, aunque así lo veamos. El corazón de la movida en las palabras de tal "fenómeno" se centran en la identidad y el propósito, el despliegue en comunicarlo creando historias donde muestra su maestría incuestionable como deudora de su pasado profesional.

Cuando le hemos escuchado decir a los cuatro vientos: "Cada uno es el presidente ahora. No solo el 73% de los ucranianos que votaron por mí. Todos, el 100%. No es mía, es nuestra victoria común. Y es nuestra oportunidad común por la que asumimos una responsabilidad compartida. Y ahora no fui solo yo quien hizo el juramento. Cada uno de nosotros, puso una mano en la Constitución, y cada uno de nosotros ha jurado lealtad a Ucrania (…) Sí, hemos elegido una dirección (política) hacia Europa, pero Europa no está en algún lugar allí, está aquí (señala su cabeza). Y cuando Europa esté aquí, vendrá nuestro país. Este es nuestro sueño compartido.

Tenemos claro que el despliegue comunicativo del presidente ucraniano desde el momento de la invasión ha sido realmente asombroso y, sobre todo, para convencer a su pueblo ante tal aberración rusa. Ha vestido como un soldado más, ha compartido mesa y rancho con los suyos, actúa como un soldado más y, huyendo de formalismos y barreras varias ante ruedas de prensa, donde se ha metido al mundo mediático a sus bolsillos. Pero sobre todo, está siendo un fenómeno hombre a imitar. Estamos ante una crisis más de todas las que llevamos a las espaldas, donde un líder increíble está desempeñando un papel abismal de una contienda fuera de sí.

Al otro lado, vitoreado por toda Europa e incluso por los artífices europeístas, han empezado las visitas a Kyiv de diversos mandatarios: la solidaridad, contemplar in situ y recoger algo de liderazgo sea el anzuelo que les ha llevado. Las visitas de Úrsula von der Leyen y Josep Borrell paseándose por las calles junto a nuestro líder me da qué pensar y, puede ser una posible muestra de que el final de tal dramática historia de guerra no está escrita todavía. Es de pensar que "o procuramos una Europa más democrática, con unidad fiscal, más humanista, bancaria y política" o Europa seguirá siendo más débil de lo que es. Aquí cabemos todos: Hungría y Polonia los primeros, pero sin meter la mano Bruselas donde no le hace falta. También, nos da la impresión que Putin, apreciaba como otros muchos europeos que, la unidad europea no era una realidad y por ello ya lleva tiempo dándole algún que otro susto mientras que Bruselas ha ido con el lirio en la mano. Volodimir nos lo viene diciendo desde hace tiempo como tipo valiente y aguerrido.

Si Zelenski y sus cercanos vecinos , si los ricos del norte, ambas partes, desean acercarse a la UE, ella misma, Europa, nos debe estimular a todos en el propósito de no olvidar que esta patria de la memoria que es Occidente tiene una vez más que reiniciarse para poner las bases de una nueva dinámica de funcionamiento que cabría reafirmarse con más eficacia política, más unión entre norte y sur, más apertura democrática a los estados miembros, menos criterio funcionarial y mayor potenciación de una Europa federal para neutralizar los daños colaterales del nacionalismo de los estados. Por supuesto: y no olvidar que no llegamos ni al 20% del trozo de la población mundial y ello conlleva aclararse con el mundo de la inmigración y con la apertura de miras a favor de la vida, de ayudar y con razón, a todas las familias que desean tener hijos, tema que hoy, da la impresión que la UE no respalda tal postura, situándose en la acera de los diversos lobbies. Voladimir Zelenski es posible que posea más altura de miras que esta plebe ideologizada de la UE. Como oímos decir últimamente: "O más Europa o ninguna Europa". Voladimir está pisando fuerte y Europa debe apostar ya en dar el paso decisivo. Esperemos que la entrada a la Pascua traiga más vergeles que eriales.

MARIANO GALIÁN TUDELA

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