Cualquier empresa que desee congratularse hacia la ciudadanía de su buen hacer, en la medida que puede, se congratula de enseñarte su Certificado de Excelencia y será la única manera de demostrar ante el público, nacional e internacional, que sus productos poseen una relevancia bastante considerable y ello, a fecha de hoy, es muy bien aceptado por el público en general, además de estar bien valorado, causando a sus obreros el prestigio que se merecen.
Sin embargo, con los años que llevamos, el mundo educativo deja mucho que decir al respecto si nos comparamos con otros países de nuestro entorno. Todos los partidos políticos que han pasado por la Moncloa, por las diversas Instituciones Regionales de nuestro país han puesto trabas para que esto sea una realidad en nuestro país. Por ahora, la calidad escolar de nuestros centros educativos no se desea pasen por esos Certificados de Calidad. ¡Nada de evaluaciones externas, no sea que te pillen a medio gas si lo hubiese! Desde hace unos años, lo que las Administraciones Regionales llaman "Pruebas Externas" te las hacen los del Centro Educativo de al lado y, como exista cierta revancha la llevas clara. Sin embargo, cuando nuestros alumnos se examinan de grados de idiomas entonces sí, exámenes y profesores vienen de otras provincias y ahí no hay "quien la haga": el que sabe aprueba y el que no "vuelva Usted mañana". Nada de publicar resultados de la ciudad en el mundo mediático ni en los tablones de anuncios de los respectivos centros educativos, no sea que nos pillen con una mano delante y otra detrás. Los rankings de colegios, te guste o no, harán una clasificación de los que funcionan y de los que no.
Muchos son los que se resisten y se presentan como defensores de los intereses del alumnado y de las familias frente al afán evaluador. Lo importante, dicen, es la evaluación continua del alumno, realizada por sus propios profesores, que son los que mejor le conocen. Hasta aquí bien por ahora. Nadie descarta esta filigrana. Pero resulta que la evaluación de primaria, por ejemplo, es sólo una prueba diagnóstica que no consta en el expediente del alumno. El objetivo de tal hacer es que sirva para detectar fortalezas y posibles fallos, observar dónde hemos de volcar los esfuerzos y qué debemos corregir. Al final, la evaluación de nuestros alumnos sirve, como Ustedes verán, para evaluar la marcha del Sistema Educativo.
¿Es posible que lo que les preocupa a los politiquillos de nuestras Comunidades Autónomas y a ciertos Sindicatos de profesores es que "de verdad" se encuentre algún pescado fuera de lugar? Es posible que teman ser vistos a través de un control externo dónde estar la base para ver su altura académica y posibles mejoras. ¿ Porqué los informes PISA se han convertido en una referencia en el mundo de la educación? También en este caso los alumnos se someten a una prueba externa, que además permite comparar sus resultados con los estudiantes del mismo nivel de otros países. Y lo que año tras año revelan los informes PISA es que los alumnos españoles suelen quedar por debajo de la media, y poco representados entre los alumnos excelentes. ¿Habrá que retirarlos de este examen que se no se basa en la evaluación continua?
Pero si algo preocupa a los críticos de la prueba final de Primaria e incluso de Secundaria es que los resultados pueden servir para establecer comparaciones entre escuelas dispares, los temidos rankings. Así que Ministros de Educación y Consejeros Regionales han asegurado que los resultados de estas pruebas "tendrán difusión únicamente en la comunidad educativa y los resultados de la evaluación no podrán utilizarse en ningún caso para la clasificación de centros docentes. De este modo, los resultados se convierten en una especie de secreto oficial, al estilo soviet.
La transparencia, tan elogiada en muchos ámbitos está mal vista en educación y, muchos profesores sabemos qué se esconde tras ello. El objetivo de la evaluación no es establecer dicho ranking de colegios, pero el contribuyente, que aporta el dinero para la educación, tiene derecho a saber con qué eficacia se están empleando tales recursos. Y las familias, a las que se reconoce el derecho a elegir centro, cada día menos, tendrán que hacer una elección a base de rumores no confirmados, si no pueden saber si el centro educativo que van a escoger para sus hijos lo hace mejor o peor que otros, si avanza o retrocede.
La práctica ocultista nos pretende asegurar que dichos resultados solo serán conocidos por la Administración y que a nadie se le exijan responsabilidades, pero no parece que estos sean los vientos dominantes en el ámbito internacional, donde documentos como los de la OCDE dedicaba a este asunto, ya en 2013, , en el que comparaba la experiencia de 28 países de la organización. Tal documento constata la importancia que se ha ido adquiriendo desde hace tiempo en estos terrenos, así, la mayoría de los países de la OCDE consideran que la evaluación desempeña un papel estratégico central, y la utilizan cada vez más". También recurren a ella con un enfoque más amplio e incluye un mayor uso de evaluación externa en la escuela, valoración del profesorado y de los directivos, y un mayor uso de los datos de rendimiento.
Estos indicadores de la marcha del sistema no son secretos de Estado, Son muchos los países que publican clasificaciones de los resultados escolares, para uso, entre otros, de los padres, funcionarios y medios de comunicación, e incluso se permiten hacer comparaciones. Los Sistemas Educativos están haciendo un mayor énfasis en medir el rendimiento de los alumnos, lo que permite hacer comparaciones entre escuelas y regiones y a lo largo del tiempo.
Pero me temo, una vez más, a un tiro de piedra de finalizar el presente curso escolar 2022 que, tanta transparencia puede ser demasiado atrevida para la educación española y este año más, acostumbrados a que los suspensos se lavan en casa y a que "pobrecitos míos". Con el tiempo vendrán las vacas flojas.
MARIANO GALIÁN TUDELA
