Vengo estudiando y observando en los dos últimos años perros de España lo que nos está pasando, cómo se nos trata desde el Gobierno Español hasta los más allegados que conviven a un paso nuestro y, muchas veces, no todas, por desgracia "valemos lo que podemos servir a los otros". Por nosotros mismos, por ser personas y por lo que representamos en este mundo no dan por nosotros un "real", valiendo cada uno todo el oro del mundo. Así es la vida. La grandeza del ser humano para muchos ya no tiene valor que le represente. Tengo muy claro, aunque no guste a muchos, que la persona humana es el ser más digno que habita en la Tierra y, aún así, es al que más se las hace pasar canutas. Platón y Aristóteles lo estudiaron de maravilla y llegarían a afirmar su complementación de la parte corporal y espiritual hasta llegar a la formulación de co-principios.
Victor Frankl, autor contemporáneo, nos recordaba que así como el hombre es un ser capaz de crear las cámaras de gasificación, también puede dar su vida por otros. La historia de la humanidad es todo un libro de sorpresas y aventuras. La Declaración Universal de los Derechos Humanos, 1948, pondría muchos temas en orden y, el científico soviético Sajarov, al participar en unas pruebas termo-nucleares, se cuestionaría a qué se dedicarían dichas armas. La respuesta que recibió es que eso no era de su incumbencia ; que su labor era conseguir que fueran eficaces, no el uso que se hiciese. A partir de ese momento, comenzaron sus problemas con las autoridades. Fue más coherente que Eichmann, quien afirmó que su misión era lograr la puntualidad de los trenes no su contenido ni su destino: Auschwitz y otros campos de su entorno. Hoy, en pleno siglo XXI un buen amigo, no tan bueno, te puede decir: "ese es tu problema", con ello queda todo dicho de lo que vales muchas veces a los que tienes a tu alrededor.
La creciente pérdida del sentido de nuestra dignidad es un hecho. Somos capaces de montajes fuera de órbita por el Mar Menor y otros temas afines y no apostamos un euro por un tema central de una persona o colectivo. Para unos, el ser humano es un simple elemento en la escala evolutiva; para otros, puede ser algo grande creado a imagen y semejanza de Dios. Pensar una cosa u otra no significa una valoración ética de las personas que sustentan esas ideas, pero es relevante que el médico que influya en el final de la vida de un ser querido, tenga clara la dignidad de la misma. La forma de educar influye en la concepción que se tenga del ser humano; no existe educación neutra; en cada sistema educativo late un modo de ver la vida. Si es respetuoso como el modo de verla otros, podrá darse un principio de convivencia. Sí tenemos claro unos cuantos que la persona es un fin en sí misma, única e irrepetible, y no puede ser tratada como un objeto; el modo de educarle será distinto a si se le considera así que si se piensa que un animal es más perfecto que el resto, pero que es un punto más en el estadio evolutivo de la vida en el planeta Tierra.
Leonardo Polo, Maritain, nos recuerdan que la crisis de la educación no es consecuencia de una crisis pedagógica, sino antropológica. Al no compartir un enfoque común de la dignidad humana el educador pierde el norte. Si niega o se ignora su dimensión trascendente, se omite la parte espiritual de su educación. Además, si únicamente se considera al ser humano como materia, la libertad no existe; la tarea de los Centros Educativos se limitará a enfoques pragmáticos, sociológicos y otras historias.
Aquí, el papel de las Humanidades tiene mucho que hablar. Si bien es lógico que en la escuela prime la educación intelectual, hoy se debe dar un valor especial a la formación moral de los alumnos por la falta de referencias éticas en el entorno social. Melendo, filósofo, en su libro "Las dimensiones de la persona", considera que el ser humano, siendo un ser único e irrepetible se pueden estudiar en ellas diversas facetas. Alejandro Llano, en su Vida Lograda también nos hace referencia a ello. Está claro que podríamos concluir que el estudio del ser humano, lleva a considerar su carácter trascendente. La inteligencia, la libertad, la capacidad de amar, la posibilidad que tiene de entregar su futuro…Quizás resulte difícil ponerse de acuerdo en una definición de ser humano . pero ante algunos comportamientos, existe un sentir común que los califica de inhumanos: la crueldad de los niños, el maltrato a los discapacitados…Y es que la persona aspira a conocer la verdad, a descubrir lo que está bien o mal, a pensar sobre sí mismo y sobre su destino: es capaz de aspirar a la belleza, a la bondad,
La concepción completa y profunda de los rasgos del ser humano trae consigo muchas consecuencias prácticas: no todas son evidentes pero su conjunto lleva a dar un sentido profundo al modo de vivir, de legislar y de educar. Lo de "ese es tu problema" deja a la persona carente de principios y al que la pronuncia "carente de altura de miras".
MARIANO GALIÁN TUDELA.
