Viktor Frankl ha subrayado repetidamente que la logoterapia se orienta al futuro, indicando que persigue el cumplimiento de metas más que la preocupación por los fracasos y traumas pasados. Esto no implica, sin embargo, que la logoterapia sea ciega al pasado. ¡Todo lo contrario! El pasado se percibe en sentido positivo, como el depósito de hazañas que dieron significado a nuestra existencia. Dice que “haber sido es aún una forma de ser, quizá incluso su forma más segura”
Está claro que no hay que explayarse indefinidamente en el pasado. Debe encontrarse un equilibrio delicado entre los logros pasados y la promesa del futuro.
Somos seres históricos y dentro de nuestro espacio de vida, el pasado es fundamental, es más, es nuestro patrimonio personal. Todo lo vivido queda en nuestro interior, nadie lo puede arrebatar.
“La vida exige vivir el presente”. El pasado es seguro, porque no puede ser eliminado, mientras que todo el resto puede ser perdido en un instante; debemos concentrar nuestras energías en el presente, porque sólo en el presente podemos corregir los errores pasados, arrepentirnos de nuestros errores y arreglar nuestros caminos como dice David Guttman
Cada día la vida nos ofrece oportunidad de “descubrimiento”, ir profundizando en su capacidad de sorpresa, de experiencia, de crecimiento. En el presente tenemos la capacidad de “optar”, de tomar decisiones ante los diferentes caminos que se nos presenta. La existencia es como un libro que tiene su propia secuencia, tiene sentido en función de las páginas leídas con la que observamos en este momento; la sorpresa está por venir, y comprenderemos nuestro significado al final de los tiempos.
La propia vida no consiste en otra cosa que en ser preguntado; toda nuestra existencia no es más que dar respuesta, hacernos responsables de nuestra vida. Desde esta perspectiva ya nada puede asustarnos, ni el futuro ni la aparente falta de porvenir, pues ahora el presente lo es todo, ya que éste alberga la pregunta eternamente nueva de la vida hacia nosotros. Ahora todo depende de lo que se espera de cada uno de nosotros. En cambio, no podemos ni necesitamos saber lo que nos espera en el futuro.
Debemos recordar que no es la culpa por el pasado, ni la ansiedad por el futuro lo que nos puede descuidar en la vida, sino la fortaleza de lo que experimentamos en el presente que, como dice Viktor Frankl es todo lo que necesitamos para vivenciar el sentido de nuestra vida.
Termino con una frase de Dalai Lama cuando dice:
"Lo que más me sorprende del hombre occidental es que pierde la salud para ganar dinero, y después pierde el dinero para recuperar la salud. Y por pensar ansiosamente en el futuro, no disfruta del presente, por lo que no vive ni el presente ni el futuro. Y vive como si no tuviese que morir nunca, y muere como si nunca hubiera vivido”.
Miguel Cuartero. Orientador Familiar
Formado en Logoterapia por Asociación Española de Logoterapia (AESLO) Madrid
Teléfono para consultas sobre familia y pérdidas significativas de forma gratuita: 688 935 000.
Asociación Viktor Frankl Región de Murcia
Correo electrónico: correo@viktorfranklregiondemurcia.org
