“Si entendemos por vida la existencia corporal, la vida de un niño es obra de sus padres; pero si no entendemos por vida la existencia corporal, sino el modo de ser espiritual (= esencia), y, por tanto, no el nivel biológico, sino el biográfico, la vida de un ser humano es en realidad su propia obra vital (…). Los padres, al generar un niño, prestan los cromosomas, pero no le infunden el espíritu. Los cromosomas determinan tan sólo el elemento psicofísico, no el espíritu; definen el organismo psicofísico, no la persona espiritual. En suma: los cromosomas transmitidos por los padres, sólo determinan al hombre en aquello que “tiene” no en aquello que “es”.  Viktor Frankl “El hombre doliente. Fundamentos antropológicos de la psicoterapia”. Herder.1987, Barcelona, pp144-145)

¿Os acordáis de esa polémica política cuando dijeron que los hijos no son de los padres? Fue un tema del que se habló hasta la saciedad. Pero dejando de lado las cuestiones políticas, y si pensamos en esa frase de manera tranquila y objetiva, en realidad los “hijos no son de los padres”, son, como dice el poeta, hijos de la Vida.

Me encanta este texto de Frankl cuando dice que los padres prestamos los cromosomas, pero no la persona espiritual. Con esto podemos comprobar que los padres somos puros transmisores de los hijos, pero la originalidad de estos no ha sido dispuesta por los padres y madres. Venimos a través de ellos, pero el/ella “ES”, es única irrepetible, es lo que realmente somos y por lo tanto no dependemos de nadie, incluso de nuestros padres.

Es cierto que nuestros progenitores han sido nuestros albaceas durante un tiempo, mejor dicho, durante toda la vida, pero no somos propiedad de nadie, salvo de la Vida, a la cual debemos reconocer nuestro autentico ser.

Somos eres históricos que vamos encadenando historias humanas, y precisamente por esta humanidad, podemos ir trabajando nuestra dimensión espiritual con la finalidad de ir descubriendo nuestras capacidades que la Vida nos ha otorgado para continuar la cadena a futuros hermanos de ésta inmensa colectividad. Nadie es dueño de nadie, sino de la vida misma.

Nuestro eterno agradecimiento a nuestros progenitores, gracias a ellos que han sido el vehículo necesario para conectarnos con esta inmensa hermandad donde se nos ayuda a descubrir lo que realmente somos, y especialmente a disfrutar de nuestra único y exclusivo “ser” único, libre, responsable y espiritual.

Miguel Cuartero

 Orientador Familiar

 Formado en Logoterapia por Asociación Española de Logoterapia – Madrid

Teléfono para consultas sobre familia y pérdidas significativas de forma gratuita: 688 935 000.  Asociación Viktor Frankl Región de Murcia

Correo electrónico: correo@viktorfranklregiondemurcia.org