La Naturaleza no se fija en ti, pero, es para ti

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La Naturaleza no se fija en ti, pero, es para ti

Me impresionó en su momento, la experiencia de Irvin D. Yalom en su experiencia sobre la naturaleza. Estaba relacionada con su concepto de la responsabilidad como preocupación existencial, y decía que lo comprendió gracias a una experiencia muy simple que, sin embargo, resultó para él ser tan importante como lo ha sido para mí. Comentaba lo siguiente:

"Estaba buceando solo en las aguas cálidas, soleadas y transparentes de un lugar tropical y experimentaba, como me suele ocurrir en el agua, una profunda sensación de placer y bienestar. Me sentía como en mi propia casa. El agua cálida, la belleza del fondo coralino, los destellos plateados de los pececillos, sus tonos brillantes que les hacían parecer de neón, el ángel real, los dedos carnosos de las anémonas, el placer estético que experimentaba al deslizarme y al penetrar en el agua, todo contribuía a imaginarme en un paraíso sumergido. Entonces, por alguna razón que todavía desconozco, cambié radicalmente de perspectiva. Me di cuenta de pronto que ninguno de mis compañeros acuáticos compartía mi experiencia de bienestar. El ángel real no sabía que era bello, los pececillos ignoraban que produjesen destellos y los peces coralinos no eran conscientes de su propio brillo. Tampoco estaba al corriente de su fealdad los erizos de púas negras ni los despojos que había en el fondo (que yo procuraba no mirar). El sentimiento de estar en mi propia casa, de sentirme a gusto, la sonrisa de felicidad, la belleza, la atracción, el bienestar…, nada de eso existía realmente. ¡Era yo quien había creado toda la experiencia! Podía igualmente estarme deslizando por agua grasientas y considerarlas bellas o nauseabundas. En el sentido más profundo, la elección y la creación eras mías. Yo había adquirido conciencia de mi función configuradora. Era como si hubiera descorrido la cortina de la realidad cotidiana y percibirá una realidad más fundamental y profundamente inquietante". Psicoterapia Existencial, P. 267 Ed. Herder 2020.

Dimos un salto, desde el lago de quietud del vientre de nuestra madre, al profundo interior del océano de la vida… Fue impactante el cambio, pero descubrí el gran paso de la seguridad a la incertidumbre de la propia belleza de la creación; creación hecha para mí.

Bucear en un mundo que no se fijaba en mí, sino que yo poco a poco me fijaba en su realidad. Nadie sabía de mi presencia, ni sabían de su propia grandeza. Yo empecé a elaborar y a conjugar los distintos colores, sensaciones, contrastes de esa naturaleza. Todo era para mí, sentía que estaba en mi propia casa, pero nadie me reconocía, nadie estaba entusiasmado por mi presencia. Estaba configurando en mi mente un mundo mágico para estar un tiempo en él.

La naturaleza no se fija en mí, pero todo está hecho para mí, para disfrutar de la vida, de los acontecimientos, tanto los evitables como inevitables. Estamos incrustados en la belleza de la vida para nuestro crecimiento personal y sobre todo en la relación con los demás. Disfruta de la vida.

Miguel Cuartero
Orientador Familiar
Formado en Logoterapia por Asociación Española de Logoterapia Madrid
Teléfono para consultas sobre familia y pérdidas significativas de forma gratuita: 688 935 000
Asociación Viktor Frankl Región de Murcia
Correo electrónico: correo@viktorfranklregiondemurcia.org

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