Al 8 de Marzo, para darle el toque oportuno siempre celebramos en casa "el día de la mujer, esposa y madre" y, a ello, desde hace poco, también celebramos el día del "esposo ". El 19 de Marzo, como cada año: Dia del Padre.
Es clara la evidencia que las mujeres, madres y esposas de hoy participan en todos los ámbitos de la vida pública, laboral y familiar. Lo otro, lo que se nos vende por "barato y mugriento" es harina putrefacta . Pero también hemos de constatar que en los últimos años las mujeres, las de verdad, han demostrado estar igual de preparadas que los hombres para trabajar y acceder a cualquier lugar que se precie: política, empresas, economía, jurídicas y de cualquier ámbito. Hablando con las "reinas de las casas" me comentan que la supuesta lucha "morada, roja y gaviotesca "debería ser la defensa de la dignidad de todo ser humano y para el ser humano, aceptando sus diferencias, y celebrando ser ellas mismas. Reconocer así "un feminismo de la diferencia, haciendo hincapié en que el conocimiento y el respeto por la especificidad femenina es el modo correcto de interpretar la necesaria complementareidad entre en el varón y la mujer, convocados desde el inicio de la creación a construir juntos y en pareja el destino de la humanidad".
Dice mi hermana que, por esta razón, es de las que afirman que ser mujer, que no mujer-florero, se posee ese "glamour más que especial", tal glamour que ni está en una cara bonita, ni en un fino cuerpo, más bien, en los encantos y seguridad que nos produce descubrir que toda mujer orgullosa de serlo "sabe ocupar su lugar en un plano de auténtica igualdad".
Tengo por cierto que existen mujeres que siguen más que acomplejadas por su feminidad, ternuras e intuiciones, que se consideran raras, retrógadas y anticuadas, las que se esconden ante males entendidos del "todo vale" para acallar su conciencia. Las hay también, las que se adhieren a vocubularios confusos y tibios que pervierten el sentido original de las palabras con el fin de no ser señaladas, de quedar de "vicio" ante quienes les rodean, convirtiéndose así en auténticas esquizofrénicas. E incluso, encontramos a mujeres que intentan adornar sus ideas y principios para no ser rechazadas por la ortodoxia política, cultural y social, aun sabiendo que ponen en juego su coherencia, identidad y autoestima.
Gracias a Dios, las sigue habiendo y muchas, aquellas que no irán a las marchas del 8M, "esposas y madres" que se sienten orgullosas de ello y que dan la cara con descaro a caminar en la dirección contraria a la que se nos marca por imperativo ideológico. Mujeres, madres y esposas valientes donde contemplamos una mezcla de estilo, serenidad, brillo, sencillez y garbo, que aportan todas ellas y ennoblecen su vida, aunque muchos se mofen de que su vida es triste, aburrida y sin atractivo. Lo que no saben sin duda es que, los hijos aportan más en la vida del matrimonio que ir detrás de una pancarta haciendo caceroladas y exigiendo vanaglorias del siglo XIX.
MARIANO GALIÁN TUDELA
