Ya vamos para 28 las Cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado y de Gobiernos celebrados y, esta última vez en nuestra querida y amada República Dominicana. No sabemos si ésta será una más o realmente un inicio ilusionante de tomar las riendas y empezar a trabajar en serio. Seguimos ante un reto cuyo significado debería representar la búsqueda de una identidad común, confiando que los vecinos países deberían aportar y concienciarse de lo mucho que pueden aportar y de lo inimaginable que pueden recibir. La altura de miras, en definitiva, está por llegar. Mientras, y no hemos de olvidar que España y sus sucesivos gobiernos, desde hace casi 40 años, les hemos dejado de lado para que el mundo asiático haga y rehaga a su antojo. La Corona Española ha sido la única que se ha mantenido firme.
En principio, su primera apuesta en tal cumbre sobre Derechos Digitales y la centralidad de la persona no ha salido mal parada, todo lo contrario. La alimentación de nuestra Sudamérica sigue de capa caída pues la brecha social continúa siendo materia pendiente de resolver ante los nefastos gobiernos que por allí bullen. Los mundos de medio ambiente parecen tenerlo claro pero, el gran tema pendiente, el narcotráfico, no ha dejado acuerdos claros sobre las respectivas mesas. No nos olvidemos que narcotráfico y corrupción son las reinas de aquellas tierras. De todas formas esta Cumbre nos ha servido sobre todo para observar, escuchar y aprender la falta de relevancia en los discursos confrontativos que ha habido en nuestra República Dominicana. La falta de formación humana, política e intelectual sigue dando que hablar.
Honduras, Colombia y Perú denunciaban en alto a Nicaragua y, siendo unas izquierdas contra otras todo cobraba mayor sentido. De todas maneras, con los años pasados, Iberoamérica es justo decir que ha subido un solo escalón viudo. Estamos por tanto ante un proyecto en constante reinvención. Probablemente nuestros paisanos de América del Sur no recordarán los pactos firmados en la pasada Cumbre, por ejemplo: crimen organizado, drogas o tráfico de personas donde temas tan importantes brillaron por su ausencia. ¿En qué se había avanzado pues? No existe claridad alguna. Es posible que las buenas intenciones ya hayan desaparecido.
Sin duda, la realidad, aquí, es superior a la idea: cuando bailoteas por los idealismos, hay fracaso seguro, pues lo importante es la realidad, tocar la tela. El todo sigue siendo superior a la parte: la búsqueda de la unidad del todo es importante, más aún, la unidad debe ser superior al conflicto y cuando se privilegian los conflictos estamos dañando la unidad. Así, el tiempo es superior al espacio y, los imperialismos siempre buscan ocupar espacios donde la grandeza de los pueblos debe ser iniciar procesos.
Mirado desde España, el optimismo nos debe ilusionar en que América del Sur sea un gran proyecto en constante evolución. Sabemos que allí existen buenas bases donde a través de la educación, con el tiempo, darán su fruto. El tiempo nos dirá si esta Cumbre será otra anécdota más, un avance verdadero y no ideológico, con verdadera unidad en los temas tratados y otros que quedaron en los cajones. La Unión Europea, a través de Mercosur desea acelerar los procesos pero deseamos que todo quede ahí. Una entrada ideológica de la UE podría chocar de lleno con el pensamiento de China y otros países. Para todo ello, si no estás ahí, si España no es el socio aventajado que neutraliza las inquisiciones de unos y de otros, los pueblos iberoamericanos seguirán en los suburbios educativos llevados por las alimañas populistas.
Hasta la fecha, y en plena Semana Santa como pórtico a las elecciones de 2023 municipales y regionales, como esperábamos, ni un solo partido ha dado la cara por nuestras gentes iberoamericanas, ni por las de allí ni por lo que viven entre nosotros. Sólo el neoliberal Feijóo montaba un chiringuito fiestorro para hacer palmitas y fuese grabado . La Iberoamérica de allí y la de aquí no tiene cabida alguna en sus cortos planteamientos. A la par, D. Alfonso Galdón, presidente de Valores, sigue apostando de lleno por nuestros queridos hermanos sudamericanos y ha registrado ante el Congreso de Diputados una ILP de Arraigo Hispánico que sin duda dará que hablar.
Da la impresión que a estas horas, los partidos minoritarios, poseen más altas miras y mejor sentido común que como dice la antigua canción "La bien paga-los bien pagaos".
MARIANO GALIÁN TUDELA
