Abrazar es unir para tocar, escuchar y respirar al unísono hasta soltar tu yo individual y fundirte en el otro.

Abrazar es desnudarte, cerrar los ojos y conectar, piel con piel, abriendo los poros si remilgos.

Abrazar es sentir y volcarte a lo desconocido hasta difuminarse las fronteras que te separan, vaciarte en el otro y llevarte en tu pecho su latido.

Abrazar sin prisas ni pausas, un abrazo de verdad, entregado y tan sentido, es la obra maestra de la comunicación emocional, culmen gestual de la sensibilidad humana.

Abrazar es un acto tan vulnerable y tan valiente que quien es capaz de hacerlo con plena conciencia y presencia, ya que tiene medio proceso de sanación conseguido. Rufi.

En los campos de concentración solo quedaba el abrazo, si es que pudiéramos hacerlo. Abrazar, cerrar los ojos y ver, o mejor, mirar a nuestros seres queridos ausentes. El abrazo nos mantenía unidos al resto de la humanidad.

El abrazo acerca los corazones, y nos libera de lo externo de manera momentánea. El abrazo nos ayuda a seguir viviendo. Si te das cuenta, en ese sincero abrazo, cuando lo das, cierras los ojos, no ves, pero miras en tu interior todo el amor que tienes y, sobre todo, experimentas en contacto de alma con alma. Experiméntalo.

Miguel Cuartero

Orientador Familiar

Experto en Logoterapia

Asociación Viktor Frankl Región de Murcia

Correo electrónico: correo@viktorfranklregiondemurcia.org