En la Región de Murcia, con permiso de Granada, estamos a punto de engalanar nuestras olorosas cruces de mayo en las ventanas de nuestros domicilios. Iglesias y Centros Sociales con cierto arraigo, lo harán si lo políticamente correcto les deja espacio. Es la hora de nuestros Auroros y de nuestras Cuadrillas que desde el siglo XIII, gracias a los dominicos, fue expandida tal tradición por toda Europa e Iberoamérica. Son tradiciones de nuestro Occidente en su máximo esplendor y son las que sin ningún tipo de escrúpulos y pudor nos las quieren arrebatar gracias a la amada agenda del 2030 del mundo político Popular y Socialista entre otros. Cortar de raíz todo lo que huela a cristianismo y a tradiciones ancladas en nuestros pueblos es una de sus máximas.
Mientras que todo ello sucederá durante la última noche de abril, hemos de recordar lo que la Virgen de Fátima recordaba en sus apariciones de Portugal y hoy, encarnada en nuestra "Morenica": "no existe mayo de flores sin cruz alguna". Lope de Vega, en su obra "La mejor enamorada, la Magdalena" también sería una versión cristiana más de la copla "Este si que es mayo famoso". Como ven, rezumamos de pleno nuestros orígenes donde Úrsula von der Leyen y sus compinches desean echar cierto amoníaco aguado, poco a poco, de manera sibilina. Muchos Peperos y Socialistas no son menos.
Me viene a la cabeza el cuento alemán de los Hermanos Grim "el flautista de Hamelim", donde ciertos animales eran engañados por el sabio flautista de Hamelim y, no hemos de olvidar que en este próximo mayo, aparte de festejar nuestras queridas tradiciones, al mismo tiempo, seguiremos a los diversos Hamelim que tenemos en nuestra política española y murciana en particular. Toda una incoherencia descomunal en llevar dos velas: una a Dios y otra al diablo, donde por un lado festejamos nuestras cruces de mayo y seguimos a nuestra Morenica de la Catedral a su Santuario y, por otra, incoamos súbitamente a los diversos flautistas que ahogan las tradiciones cristianas, y ello, a un plis plas de las elecciones de mayo. ¿Qué está pasando aquí? Una palabra lo dice todo: INCOHERENCIA de nuestros políticos murcianos. Los verdes tampoco se quedan atrás.
Sabemos de cierto que seguimos teniendo en nuestras manos valores forjados y profundizados de manera decisiva por la tradición cristiana en Europa y en el mundo entero, y hemos de ser conscientes de que los políticos, muchos de ellos comparten sus principios al mismo tiempo que comparten justo lo contrario. La centralidad de la persona, el respeto de los derechos humanos y la promoción de la justicia parece ser olvidados. Pero también cabe recordar que cuando la verdad del hombre, de la mujer, es ultrajada, cuando la familia es amenazada de continuo, el derecho corre peligro de verse comprometido y, como consecuencia lógica, se va a pique pleto de injusticias y violencias.
Tal es así que hoy por hoy no se puede ni se debe excluir a Dios del horizonte de las personas y de su historia y he aquí por qué hemos de acoger el deseo común a todas las tradiciones auténticamente religiosas de mostrar públicamente la propia identidad, sin estar obligados a esconderlas o mimetizarlas. El respeto a la religión, a la falta de coherencia de nuestros políticos, contribuye, además, a desmentir el repetido reproche de haber olvidado asimismo la necesidad de combatir este violento flagelo "siempre en el pleno respeto de las reglas morales y jurídicas".
Trazado este breve panorama, desde aquí animo y alerto de que la coherencia de cristianos y de personas de buena fe, políticos entre otros, es indispensable. Que nuestro Gobierno Regional Murciano vaya tras una Cofradía o espere a la Morenica en la puerta de la Iglesia del Carmen y luego firme auténticos decretos que no se dirigen hacia el bien común de los murcianos es una auténtica barrabasada. Exaltar la Cruz de Caravaca y por la tarde hacer hechos consagrados contra la misma conciencia, tal cual, no vemos por lado alguno el esfuerzo de ser coherentes ni expresar la realidad a sus conciudadanos.
Nuestro Gobierno Regional Murciano tendría que tener en cuenta estos días de los Mayos que agasajar a los Mayos, a las Cuadrillas y a la Morenica no pega ni con cola el difundir y reforzar ideologías que oscurecen o confunden las conciencias y transmiten una ilusoria visión de la verdad y del bien.
Esperemos de veras que el partido político VALORES del que presumo eche por tierra toda esta argumentaría plagada de auténticas demencias seniles.
MARIANO GALIÁN TUDELA
