Desde hace una década, el pueblo melillense está acostumbrado a detenciones de personas que se identifican con el Islam por captación, participación y colaboración en general con agrupaciones terroristas takfiris.

Al ver que este fenómeno se lleva produciendo desde hace unos años de una forma tan regular; cada dos por tres hay detenciones, mi curiosidad hace que me haya preocupado en saber "qué lleva a las personas a realizar actos delictivos de este calibre".

Mi hipótesis es que dentro del ámbito islámico en el Egipto de Abdel Nasser, el país, que desde su independencia fue un fiel aliado de los Estados Unidos de América, infiltró a un intelectual llamado Sayyid Qutb en la organización "Los Hermanos Musulmanes". Él fue uno de los impulsores para que cayera el régimen de Nasser, ya que Éste había girado irremisiblemente a aliarse con la URSS. Los servicios de inteligencia egipcios descubrieron a Qutb y lo ahorcaron en 1966.

La ideología que Qutb se basa en una copia del cristianismo luterano en versión islámica. Es decir, el libro es una guía clara y cualquier creyente tiene la capacidad de interpretar el Corán. Así que él mismo hizo su propia interpretación. Sus obras más conocidas son Fi zilal al Qurán, y Ma´alim fil Tariq. Qutb fue el primer ensayista que interpretó el Corán derivándolo a una ideología política y religiosa propia, fuera del islamismo canónico de la famosa universidad islámica egipcia "Al Ahzar"

En el Islam canonico (como lo interpretan los ulamas y estudiosos de la religión) Allah es soberano en esencia y en lo universal. Allah está por encima del tiempo y del espacio y quien altera o no reconoce una de sus palabras y guía deja de ser musulmán… El Qutbismo propone que Allah es el único Legislador en "potencia", o sea, en el sentido de que es el Único que tiene "el Derecho a legislar". Qutb elimina el concepto infinitivo, pre-existencialista y universal coránico. Por lo tanto, los musulmanes están obligados a imponer las leyes coránicas en todos los rincones de la Tierra para poner a Allah donde le corresponde.

Para el movimiento Qutbista, solo es válido el régimen político administrativo que llevaron a cabo los primeros califas del Islam. Ningún régimen actual puede interactuar con la justicia islámica…;hay otros puntos que comentaría después de mis lecturas sobre este tema, pero creo que estos dos son los fundamentales.

Para el Islamismo canónico Allah es el legislador atemporal del Universo. Y cualquier régimen político es válido si se mantienen las leyes islámicas dentro del contenido moralista que rigen las Sagradas Escrituras, en este caso, El Corán. Es decir, si España es una democracia, Rusia un régimen autoritario y Honduras es una dictadura es porque Allah así lo ha legislado...Él es el legislador desde antes de crear el Universo. De hecho, su creación fue fruto de su propia legislación. Cuando en España o en cualquier otro país haya un pueblo creyente en el Islam de corazón y no por imposición: un país de buena gente y con buena voluntad para el Islam implicará que Allah mismo se encargará de poner en ese país un buen gobernante.

La creencia qutbí generó movimientos posteriores a la muerte de su creador, movimientos como el "Takfir wal Hichra", "Yamaa Al Islamiyya" o "Yihad". Estos movimientos, tras el terrorismo qutbista en la Rusia de Putin, se les llamó simplemente, " Terrorismo Takfiri"; y les fue bien: en el seno de Rusia ya prácticamente ha desaparecido el takfirismo.

El congreso mundial de ulamas islámicos denominó a los takfiris como "una secta herética del Islam". Un Takfiri de motus propio no puede rezar en una mezquita islámica, solo en un templo takfiri. Para los takfiris sus templos son las verdaderas mezquitas...Las únicas.

Es muy posible, que en Melilla, siendo una ciudad tan pequeña y aislada, haya gente que profese esta creencia.

Las causas de como ha resurgido esta reforma religioso-política no las sé con certeza. Posiblemente sean las mismas que han dado bríos a los ultra-nacionalismos, nazismos y todo tipo de radicalismos...El hartazgo de unos regímenes democráticos que no le dan respuesta a los problemas de su ciudadanía: las sociedades democráticas no son sociedades felices. El rechazo de las culturas más tradicionales a la transición de un patriarcado hacia un matriarcado, la usura prestamista de los países ricos hacia los países pobres, que son explotados y empobrecidos para saldar sus deudas, manteniendo en estas naciones a verdaderos dictadores y títeres de Occidente. Y la idea propia del ser humano de que Dios siempre es bueno, pero no vivimos bien ni somos felices aunque creamos en Él.

No obstante, esto serán los sociólogos quienes lo investiguen. La verdadera pretensión de este artículo es que todos los medios de comunicación, por lo menos en Melilla, y a ser posible en España, no denominen a este fenómeno: "TERRORISMO YIHADISTA", ya que la yihad es un término islámico que se utiliza para eliminar nuestros bajos instintos en buenos pensamientos y acciones (Yihad mayor) y en luchar en defensa propia por las armas contra quienes quieren invadir un país musulmán para convertirlo a otra religión institucional (Yihad menor). La "Yihad" si es un término puramente islámico. El "terrorismo" no existe en el Islam. En el Islam no se debe de luchar en núcleos urbanos, matar niños, ancianos, mujeres, matarse uno mismo; tal y como lo manda la fe. No se pueden cortar árboles, ni devastar la naturaleza, ni maltratar a los animales. Solo se mata para comer, o sea, para vivir o para mantener la fe islámica frente a un invasor armado. Aunque reconozco que cualquier guerra, dentro del contexto actual, sea el país musulmán o no. Menos cumplir con las leyes del Islam o de Ginebra, se hace de todo...Solo hay que fijarse en Ucrania.

Si denominamos "TERRORISMO TAKFIR" en los medios de comunicación, sean de la naturaleza que sean: audiovisual o escrita, los propios musulmanes no se identificarán con este mal social y serán los primeros enemigos del terrorismo takfir. Pero si decimos una mentira mil veces, se puede convertir en verdad y sobre todo, en una realidad, que es lo peor del caso.

Después de reflexionar sobra la historia del IRA, ETA, GRAPO, y otra serie de movimientos fatales para la paz social, he llegado a la conclusión de que no hay buenos hombres en sí mismos, sino hombres que siguen buenos caminos.

Francisco E. Fernández