Cuadernos de la Mancha, tomo 56

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Cuadernos de la Mancha, tomo 56

Existen enigmas y misterios en la naturaleza, se dice también en la sociedad, en la metafísica, pero también en la cultura y la Cultura.

Nos enfrentamos aquí, nos confrontamos aquí, con una producción cultural, literario-filosófica y con otros aspectos, que en el original, consta en su dimensión escrita, hasta ahora, de cincuenta y seis tomos, cincuenta y seis mil páginas aproximadamente, veintidós millones de palabras, que hasta dónde se sabe y se conoce, es una de las tres obras, de un único autor, un único título, -no obras antológicas, no obras completas, no diccionarios, no de varios autores-, una de las tres obras con más palabras de todas las culturas, lenguas, tiempos –no se juzgan las realidades internas de calidad, originalidad, singularidad, veracidad, etc., solo ese factor de la cantidad que nadie puede negar-.

Es obvio y evidente, que no se han podido publicar todos los tomos, escritos originalmente, -algunos a mano, a máquina, a ordenador-. Pero si alrededor de unos cuarenta. Estamos haciendo mención del tomo 56, que consta de mil páginas escritas, una autoedición muy modesta, muy humilde, sin venta, gratuita, con número limitado de copias, publicado en un DVD, que consta de 725.781 palabras dicho tomo, y de 91.114 líneas. Que su DL CR 317-2024.

No podemos expresar que sea esta publicación un acontecimiento cultural mundial, pero que a esta obra, a la totalidad de estos Cuadernos o Cuadernos de la Mancha, en su dimensión escrita, sin entrar en otras realidades, se le cierran todas las puertas, que esta obra o producción cultural sufre un enorme exilio interior cultural o un ostracismo cultural, es obvio y evidente.

Nadie niega que en tantos millones de palabras, en tantas decenas de miles de frases, párrafos, en decenas de miles de ideas, argumentos, datos, razones, percepciones tienen que existir decenas de miles de errores, a y en todos los sentidos, conceptuales, sintéticos, pragmáticos. Errores de contenido, errores de exceso y errores por defecto. Errores de todas las clases…

Nos fijamos en la extensión de palabras y de páginas, porque es un factor o vector que nadie puede negar su realidad y su entidad. Puede que a alguien, o a todo el mundo, tantos párrafos, tantos temas, tantos lenguajes diversos, tantas estéticas, tradicionales y vanguardistas, tantos temas, y, tantas preguntas y tantas cuestiones, pues le parezcan fuera de la realidad, y, con más sombras y grises y negruras que aciertos y verdades y soluciones. Puede ser que sea así.

Pero también que una obra así, con cincuenta y seis tomos en su dimensión escrita –otro día hablaremos de otras dimensiones que forman y conforman parte de ella-, con al menos veintidós millones de palabras, con miles de preguntas y cuestiones y datos y argumentos y razones, con decenas de estéticas y de lenguajes, que tratan multitud de temáticas, pero casi todas desde ese doble punto de la literatura y de la filosofía y de la metafísica, y, de otros, que una obra así, no tenga ningún lugar en la cultura de su sociedad y de su tiempo.

De que revistas digitales culturales, sean de cultura en general, sean de filosofía, sean de literatura, sean de arte plástico, sean de metafísica, sean de otras temáticas. Que esta obra no tenga ningún eco en la sociedad. Ni en el mundo académico, ni en el mundo universitario, ni en el mundo cultural en general quiere decir, incluso admitiendo que sea de un valor reducido en calidad y en verdad, quiere decir, que algo en la cultura y en la industria cultural de nuestra sociedad y lengua, algo no funciona bien…

Con la enorme cantidad de entes culturales existentes, a esta producción cultural, se le ha cerrado la existencia, no digo la palabra invisibilidad porque no me agrada, término y vocablo que todo el mundo utiliza. Pero que esta producción cultural no exista, no se cite, no se mencione, no se haga enlaces desde las entidades culturales, a cientos que existen, especialmente desde las Webs y redes sociales e Internet, desde entidades públicas e institucionales, desde universitarias y académicas, desde el mundo de la cultura en general, sean privadas o semiprivadas o semipúblicas o públicas… Muestra y demuestra que tenemos una enorme enfermedad como sociedad, y, desde luego de la cultura…

Y, partimos del hecho, que en tantas miles de páginas, tantas decenas de miles de párrafos e ideas, tienen que existir decenas de miles de errores. Partimos de ese hecho. Pero que esta obra, no exista, y, el peligro no es que nadie le haga caso, sino el peligro real de esta producción cultural, es que dentro de unos años, no exista, se haya perdido, porque los DVD solo tienen una vida de una docena de años. Que dentro de unos años esta obra no haya existido. Esta es la realidad.

Aquí en este artículo es la presentación, para si alguien quiere recoger este guante. Porque incluso, en diversas entidades públicas culturales, ni siquiera dejan presentar en algún salón, aunque no vaya nadie, no se deja que se presente públicamente esta obra. Paz y bien y equidad.

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