Asolando occidente: políticas de fobia

Autor:

Asolando occidente: políticas de fobia

Nuestra política europea se viene polarizando por los caminos europeos en busca de auténticas democracias, aunque no da "pie con bote". Nuestros paisanos occidentales y con argumentos razonables, siguen observando al espectro político de manera indiferente y hasta con hartazgo, otros, sin embargo, los que más, siguen empachados de ver tanto inútil suelto. A España, ya, ni nos miran. Este confín tan tremendo parece ser producido por el oxígeno que respiramos en y desde los partidos políticos venidos a menos desde un continente que, en su momento, llegaría a ser el núcleo del nacimiento de las principales civilizaciones. Nuestro Mar Mediterráneo lo ha contemplado. Ello está llevando a la poca o ninguna confianza en el mundo político que runrunea por nuestros espacios. Con el nacimiento de la antipolítica, gracias al tumulto de falsedades en sus quehaceres, falta de ética y moralidad, aúpa cada día más a la cultura del agravio ,de la hostilidad. Nadie da un euro por un político y ellos bien que lo saben. El partidismo negativo está siendo un hecho real.

Amenazas de guerras, dejadez e infiltraciones en territorios vecinos, políticas de todo tipo alejadas de la sensatez, poblaciones dejadas en su caída libre hacia la desesperación, relativismos baratos, personas abandonadas de su dignidad, derechos humanos abandonados, etc, nos llevan a presagiar que, cuando la búsqueda del poder se impone sobre el uso del poder, se sabotea los mecanismos que producen gobiernos eficientes. Gobernar exige compromiso y el compromiso exige debate, Sin embargo, los medios que medran en el conflicto, rumores y conspiraciones presiden encantados duelos a grito. No olvidemos que el debate requiere hechos, pero estos políticos venidos a menos, los que tratan de demonizar a sus oponentes fuerzan y estiran los límites de la verdad, mientras denuncian corrupciones, extremismos y deslealtades. El todo vale sigue siendo el núcleo del baile. Nos podríamos cuestionar si a estas alturas deberíamos dar marcha atrás, ya que este tipo de democracia que se nos oferta en Europa, en España, se ha pasado de rosca y no convence al más pintado.

Ser demócratas o republicanos, de ultraizquierda-centro o ultraderecha o…lo que sea, se ha convertido en una megaidentidad que define cómo deciden estos o aquellos su vida. Tal división es misteriosa, pero una razón podría ser cuando los votantes actúan movidos por el miedo y la desconfianza, inquietudes en que su único partido obtenga la máxima confianza. Los que desean ganar elecciones son capaces de echarte en cara que eres un fascista, marxista o que presumes de ser una alimañana. Sin duda, hemos dejado atrás la buena educación, ir contra las ideas y no las personas y, ser persona, por encima de político, aquellos que van con la verdad por delante.

El caso de Jose Biden sobre Trump se las trae. Joe ha vitoreado más de una vez que el nuevo presidente americano, Trump, era un tirano en potencia y que votar por él era, en consecuencia, una forma de corrupción moral. ¡De pena! Por otro lado, los componentes, en sus últimas elecciones al Parlamento Europeo han hecho que ellos mismos, ante los europeos, nos demostrasen la poca valía y su poca vergüenza como personas y como políticos. ¿Merece la pena ser guiados por tales cazafantasmas?

A las alturas que estamos cabe preguntarse si en breve, con el nuevo presidente americano las aguas se calmarán. No las tengo todas conmigo. ¿Se precipitará América con más tesón en la oscura antipolítica de la hostilidad? ¿O, por contraste, al hacer buenas migas con Israel, los poderes fácticos de China y sus aliados en Rusia, Irán y Corea del Norte contribuirán a unir y a equilibrar un buen concurso de pactos? Claramente estamos ante un ovillo deshilachado. Los más osados piensan que con Trump esto va a cambiar, pero el personal de la calle está hasta las narices de unos y de otros. Las Organizaciones Internacionales y sus primas hermanas no nos sirven para nada y es normal que llevemos las cosas como están. La laguna del Mar Menor, en 40 años, siendo un grano de arena en Europa, sigue que te sigue. El 40% de pobreza en la Región de Murcia, de unos años aquí sigue su marcha. Sabemos lo que hay detrás, sí, pero es una realidad.

Con tantos golpes que recibimos, en definitiva, hasta nos puede parecer que esta política de fobias surja de tales efectos. Suele decirse que con las asambleas ciudadanas, con un modo de iniciar una fase constructora de implicación política, Irlanda la iniciaba, sería posible amortiguar los golpes que recibimos . En todas las democracias del mundo una de sus tareas podría ser la de restaurar la fe en la política y si los votantes hacen que la política pueda ser justa y por el bien común, deberían mostrarse menos airados. Hoy, ser político es buscarte la ruina y siempre dispuesto a que te llamen "desgraciado". Si pensamos en medidas en lugar de pensar en trivialidades, es más que probable, que traten como legítimos a los que hoy se les da la espalda.

Todos necesitamos creer en la política, no es solo decidir quién se queda con qué, sino en hacer la vida mejor o peor para todos y que el resultado dependa de sus propias decisiones. Con toda seguridad cuenta el hecho de que, por más que pretendan los mercaderes de agravios, las decisiones de los votantes marcan realmente la diferencia. La política suele ser cínica y sucia, según la mires, pero como en algún momento decía Obama, no tiene por qué ser así y, muchos han sido los politólogos que la han ensalzado como un logro humano sublime.

El compromiso en política crea la estabilidad necesaria para que la ciudadanía persiga sus sueños sin compromiso. Ahora falta que los diversos lobbies ideológicos nos monten un pollo ideológico a raíz del nuevo presidente americano. Deseamos por el bien de todos que su entrada haga que las aguas se apacigüen, mejoremos en calidad de vida y las dichosas fobias busquen un buen dormir.

MARIANO GALIÁN TUDELA

Asolando occidente: políticas de fobia - 1, Foto 1
Murcia.com