En esta sociedad hay bastantes personas a las que les gusta mucho el hablar de otras personas sin estar ellas presentes.
Los chismes se usan por diferentes motivos, y entre los más comunes están querer tener protagonismo o en ocasiones llamar la atención de varias.
También los hay que los usan para sentirse a gusto al decir algo malo de otra persona, entre otras cosas por envida o también para sentirse mejor persona que de quien se habla.
En España tienen gran éxito y audiencia los programas que se centran en crear morbo, los hay a todas horas y casi en todos los medios.
Es una manera de crear riqueza a causa del número de seguidores, cosa que a mí me causa tristeza.
Las personas que se centran en la vida de otras personas no suelen ser de mi agrado, prefiero las que hablan y se centran en sus vidas.
En la sociedad, a pesar de los siglos, poco hemos avanzado en este aspecto, y día a día se sigue rumoreando sin ser conscientes de la aflicción que conlleva hacia la persona afectada.
Todos deberíamos hablar de una persona si esa persona esté presente, y si no lo está, preguntarle a quien te va a contar «el chisme» si lo que ha comprobado es cierto, y si eso que va a decir aporta algo beneficioso para la amistad o el conocimiento que se tiene de la persona de la que se habla...
Si no es así, más vale cambiar de conversación a otro tema más fructífero.
En la política se emplean muchas tácticas para recaudar votos, y hay acciones que dejan mucho que desear entre nuestros dirigentes, y es bueno indicar que en las nuevas políticas, esas tácticas deberían ser ejemplo para construir y no para dividir.
Todos somos cómplices de nuestro presente, pasado y futuro, con acciones honestas, acertadas y bondadosas, pero se ha de estar alerta porque las situaciones pueden cambiar rápidamente.
A las personas nos iría mejor si nos preocupáramos más por el interés general y ofreciendo soluciones...
Está en nuestras manos formar una sociedad más justa creando nuevas oportunidades.¡
