
Me consta desde hace tiempo que, en lugares como Estados Unidos, algunos de Europa y otros en Asia, los estudios de las humanidades junto a las ciencias sociales (artes liberales en América) llevan tiempo en alza con el fin de crear ingeniosos debates públicos más cualificados, fuerzas de trabajo más creativas y estados más seguros. Tales naciones poseen un plan de estudios donde humanidades y ciencias sociales, junto a las ciencias naturales, andan favoreciendo el pensamiento integrador, la creatividad y los mundos del desarrollo. Tales estudios, como comprenderán, no son elitistas, yendo más allá de lo inmediato, siendo fundamentales para el sentido de la vida, libertad y felicidad. ¿Qué tienen que ver con el mundo de la economía, empresas y mundo del negocio? Los grandes líderes empresariales de estas naciones andan buscando diversidades de aptitudes, y no sólo conocimientos técnicos. Por lo visto el tema funciona.
De primera mano me llegaría un discurso de inauguración de curso de la Universidad de Colorado donde allí se argumentaba que, la enseñanza de las humanidades fomentaban cualidades valiosas: capacidad para recuperarse de los reveses y lidiar con el estrés, la perseverancia y la pasión por las metas desafiante la tendencia a tener una responsabilidad dispuesta a retrasar la gratificación, la creatividad, o la voluntad de romper con lo convencional, para llegar a nuevas ideas, la capacidad de concentrarse en tal cosa, superando las distracciones. La conciencia de enfocar las cosas hacia lo que son las metas más importantes.
En momentos en que la ansiedad económica impulsa al público hacia una educación centrada en logros a corto plazo, es importante que las escuelas y universidades se convenzan del valor de estos estudios. El público ha de saber que la capacidad de adaptarse y prosperar en un mundo constante de cambio no se basa solo en la instrucción en los trabajos actuales, sino en el desarrollo de cualidades útiles para nuevos escenarios laborales. "La única manera de que puedan prepararse para el futuro, en trabajos que todavía no existen, es el desarrollo de mentes ágiles, que conozcan diferentes culturas e ideas, y tengan habilidad para hablar y escribir; cualidades desarrolladas por las artes liberales".
También, humanidades y ciencias sociales proporcionan un marco intelectual y un contexto para prosperar en un mundo cambiante. Para ello es preciso apoyar la alfabetización. Cualquier país depende de una población totalmente alfabetizada en principio, con capacidades de lectura y escritura, y conversación, que proporcionen habilidades para toda la vida. Invertir en una educación de este tipo permitirá a los alumnos participar mejor en la sociedad democrática como votantes, consumidores informados y trabajadores productivos. Ello conllevaría aumentar los recursos en la red, incluidos los materiales de enseñanza, garantizando su calidad y accesibilidad para todo estudiante. También, ello llevaría implícita la investigación y cómo no el educar para el liderazgo (idiomas, cuestiones internacionales, estudios en el extranjero, desarrollar culturas solidarias, etc.
Si dijésemos a un grupo de empresarios: "Este enfoque de la educación universitaria proporciona un amplio conocimiento en una variedad de áreas de estudio y el conocimiento de una titulación específica en un campo de interés. También ayuda a los estudiantes a desarrollar un sentido de responsabilidad social, intelectual, junto con destrezas prácticas como la comunicación, análisis, resolución de problemas, y una capacidad demostrada para aplicar conocimientos y habilidades en contextos del mundo real", sin duda, pasaría lo mismo que se hizo en un estado americano respecto a estudios liberales en las siguientes proporciones: muy importante, 51%, bastante importante, 43%, poco importante, 6%. También se les preguntó si aconsejarían a sus hijos este tipo de enseñanza. Las respuestas fueron : sí, 74%; depende, 19%; no, 7%.
Los líderes empresariales de hoy andan buscando una diversidad de aptitudes, y no solo conocimientos técnicos. No es suficiente para los servicios financieros ser capaz de trabajar con una sola hoja de cálculo. Es necesario convencer a los clientes, individuales e institucionales, para tomar las medidas adecuadas. Las habilidades que surgen de las humanidades, como la mejora en la escucha, la empatía, o la valoración del contexto de la gestión, son muy importantes.
La tecnología de la información tiene y tendrá un efecto transformador en la enseñanza. Las ciencias sociales y las humanidades deben aprovechar la oportunidad de llegar a nuevos públicos. Los actuales cursos en la red, están demostrando el interés por el aprendizaje humanístico. Deberíamos estar en vísperas de una nueva era de la enseñanza y el aprendizaje, cuyas dimensiones solo podemos empezar a imaginar. El futuro seguirá necesitando las capacidades humanas que promueven las artes liberales, y tal vez se las necesita más que nunca.
No hace mucho tiempo tuve la suerte de poder hablar con uno de los arquitectos que trabajan hacia la posible "city de Bilbao" y me consta que el tema va en serio. Desean que el país vasco exprese su poderío a nivel europeo. Pues bien, pensando en el espíritu emprendedor del levante español, sus entradas con el Corredor Mediterráneo, las fuerzas de sus puertos, la buena climatología y el empuje al que estamos acostumbrados, no lo dudo, habrá temas como el del País Vasco que darán que hablar. Eso sí, las amplias y grandes miras de nuestros jóvenes, sus profesores, las comunidades autónomas de este trozo de España, deberían al menos tener presente la gran cobertura de la que hemos hablado. Todo es cuestión de estudio y que las grandes empresas sean capaces de entender desde otro balcón diferente desde el que actual miramos.
MARIANO GALIÁN TUDELA