
No es la primera vez que pienso, sueño y escribo al respecto, tanto como ciudadano de a pie como miembro del partido político VALORES respecto a Europa.
Ya son muchos los viajes de grandes empresarios españoles a Portugal para realizar, ambos países de la mano, una gran perspectiva sobre el camino de Europa hacia la reindustrialización y la competitividad a través de la transición energética, logrando así un futuro más sostenible, autónomo y competitivo. Mientras que los mandatarios europeos se pierden en estos caminos, nuestros empresarios españoles y portugueses tienen claro el camino a realizar. Y conseguir este gran valor requiere entornos favorables, lejos del sanchismo, que incluyan inversiones sustanciales en infraestructuras, innovación tecnológica y políticas climáticas competitivas y predecibles.
Portugal y España poseen una oportunidad extraordinaria para liderar tal transición y la competitividad de Europa, aprovechando sus abundantes recursos naturales. El desbloqueo de la idiotez europea es necesario. Sabemos que cuando la sensatez y profesionalidad, lejos del mundo político, se pueden atraer industrias claves, impulsar el crecimiento económico y asegurar una Península Ibérica que brille. Los recursos naturales, las reservas de talentos de ambos países y la puesta al día de su infraestructura podrían generar aproximadamente más de un millón de empleos. ¿Cómo sería?
Sin duda, España y Portugal se encuentran en una posición de liderazgo que podrían ser los grandes proveedores de Europa. Aprovechar la gran oportunidad de aumentar la competitividad de las industrias existentes, reducir la burocracia europea, acortar los procesos de permisos para minimizar los periodos de autorización, permisos hacia el hidrógeno verde y otros.
Sin duda alguna, las centrales nucleares serían las grandes novias de este proceso sin olvidarnos de las renovables y otras apuestas. No nos olvidemos que la transición energética es motor crucial para la reindustrialización de Europa. Las moléculas verdes son parte esencial de la transición energética pues las industrias las necesitan, y España y Portugal poseen las condiciones para que su producción de moléculas verdes sea de las más competitivas del continente. Esta es una oportunidad única para impulsar el empleo y el PIB de Iberia mientras se revitaliza la industria europea, se mejora la seguridad energética y se alcanzan los objetivos climáticos urgentes.
La Comisión Europea de Valores lo lleva anunciando hace tiempo y, mientras Estados Unidos pone foco en la ejecución, la ilusa Europa lo hace hacia la regulación. Necesitamos una regulación más simple y, cuando hablamos de ser más competitivos, es necesario promover más inversiones. Los países ibéricos tienen una oportunidad única tras la marcha socialista y no pueden permitirse que pase el tren y no subirse.
Al igual que los argumentos donde Repsol ha hablado muy claro, VALORES Europa opina que hemos de maximizar el potencial de las capacidades de ambos países para construir el mix energético del futuro, el cual reside en un esfuerzo conjunto de legisladores y reguladores para superar las barreras existentes y crear las condiciones necesarias para acelerar la inversión en biocombustibles, hidrógeno, nucleares, renovables y todo aquello que tengamos a mano. No hemos de olvidar que el sector privado ha demostrado hasta ahora su capacidad y disposición para invertir en el mantenimiento y creación de nuevos proyectos que beneficiarán al empleo industrial y a la creación de valor en la UE.
MARIANO GALIÁN TUDELA
Partido Nacional VALORES