La Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad activó el pasado día 1 de junio el dispositivo de alerta para prevenir los efectos del calor en la temporada del verano 2008, un dispositivo informativo que permanecerá activado, sea cual sea el nivel de alerta, hasta el próximo 30 de septiembre. El objetivo del dispositivo es informar a la población de los peligros del exceso de temperaturas sobre la salud y proporcionar sencillos consejos para prevenir estos efectos. En este sentido, la población más vulnerable ante los efectos del calor son los ancianos, los niños de corta edad, los enfermos crónicos, los deportistas y los trabajadores que realizan sus tareas al aire libre.
Basándose en los umbrales de temperaturas, máxima y mínima, estimados por el Ministerio de Sanidad y Consumo para la Región de Murcia, a partir de los cuales la salud de las personas se resiente (38 grados centígrados y 22 grados). La Consejería de Sanidad, en colaboración con el Ministerio, ha organizado un año más el Plan Nacional de Acciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud. Para la óptima aplicación, tanto el Ministerio como la Consejería cuentan con la colaboración de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Cruz Roja y Cáritas Española.
Para valorar el riesgo de que se registren temperaturas extremadamente elevadas se calcula diariamente el “índice de extremos térmicos” en base a la información enviada diariamente por el Ministerio de Sanidad, que incluye las temperaturas reales registradas en las capitales de provincia el día anterior y las temperaturas esperadas para los próximos cinco días. Con la información recibida del Ministerio el Servicio de Sanidad Ambiental de la Dirección General de Salud Pública establece el nivel de alerta. Así, remite el Índice Diario de Extremos Térmicos a 55 contactos con responsabilidades dentro del programa, como servicios sociales, hospitales, atención primaria o protección civil, y con esos datos y las circunstancias que puedan darse establece sus propios niveles de alerta: Verde, Amarillo, Naranja y Rojo.
También, dentro de este dispositivo, los centros de salud situados en la costa recibirán un refuerzo de profesionales sanitarios para encauzar la previsible demanda de los turistas durante los meses de verano. En estos mismos centros, los médicos estarán alerta ante posibles golpes de calor y recomendarán a los pacientes las medidas básicas de prevención durante los meses con mayor índice de temperaturas.
En lo que llevamos de verano se han registrado 2 ingresos hospitalarios debido a un golpe de calor. Estos casos se suman a otros 47 atendidos en los servicios de urgencias de los hospitales y en los centros de Atención Primaria, con síntomas más leves por los efectos del calor.
Recomendaciones
Ante la posible subida de las temperaturas, a pesar de que las previsiones del Ministerio de Sanidad no avisen de un cambio en el nivel verde de alerta, la Consejería de Sanidad recomienda a la población que tome algunas precauciones para proteger su salud:
- Beba mucha agua o líquidos sin esperar a tener sed. Evite las bebidas alcohólicas, café, té o cola y las muy azucaradas.
- En los días de intenso calor permanezca en lugares frescos, a la sombra. Tome una ducha o un baño fresco.
- Baje las persianas evitando que el sol entre directamente. No abra las ventanas cuando la temperatura exterior es más alta. Evite usar máquinas y aparatos que puedan producir calor en las horas más calurosas. Utilice todas las medidas tradicionales a su alcance.
- Haga comidas ligeras a base de ensaladas, frutas, verduras, gazpachos o zumos que le ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor.
- Evite las actividades en el exterior en las horas más calurosas, sobre todo si las actividades son intensas.
- Si tiene que permanecer en el exterior procure estar a la sombra, use ropa ligera y de color claro, protéjase del sol, use sombrero. Utilice un calzado fresco, cómodo y que transpire.
Además, Sanidad recuerda que algunas personas deben tener especial cuidado con el calor, como es el caso de las personas mayores, sobre todo las que viven solas; personas enfermas (enfermedad cardiovascular, respiratoria, renal, diabetes, etc.) o que se medican (anticolinérgicos, antihistamínicos, fenotiazinas, psicofármacos, diuréticos, betabloqueadores, entre otros); personas con las facultades mentales disminuidas; niños menores de 4 años y personas con sobrepeso.
