La Consejería de Desarrollo Sostenible y Ordenación del Territorio, a través de la Dirección General de Medio Natural, ha elaborado el conjunto de criterios medioambientales que van a ser utilizados por los técnicos de la administración para llevar a cabo las valoraciones ambientales en todo tipo de proyectos e iniciativas. La idea surge desde el consenso con otras instituciones y las empresas privadas que demandaban un sistema que permitiese conocer con más detenimiento el proceso de evaluación ambiental y poder agilizar así sus consultas, peticiones y proyectos.
El consejero de Desarrollo Sostenible y Ordenación del territorio, Benito Mercader, explicó, durante la presentación de los nuevos criterios, que “el objetivo del novedoso procedimiento permitirá la viabilidad ambiental de partida, es decir, que todos los proyectos nazcan con la adecuación requerida al medio natural y se eviten los retrasos generados por la necesidad de introducir modificaciones, lo que encarecería además el proyecto ralentizando su ejecución. Se ha logrado una fórmula para homogeneizar criterios y especificaciones técnicas que garantizan un respeto escrupuloso con el medio ambiente y se están consensuando los resultados con los principales agentes implicados, como ayuntamientos o empresas. La viabilidad ambiental de partida será un logro de todos, una muestra del esfuerzo de colaboración para la consecución del objetivo común que es el desarrollo sostenible”.
Junto al planteamiento homogéneo de toda la normativa que manejaba la Consejería, este proceso ha conseguido además dotar de contenido específico y concreto a todos aquellos aspectos que la ley nacional no esclarecía suficientemente o dejaba expuestos de manera imprecisa. A partir de ahora, los técnicos cuentan con un criterio homogeneizado y consensuado del que han participado todas las áreas de importancia de la Dirección General del Medio Natural y de otros organismos de la Consejería, como la Dirección General de Calidad Ambiental.
De este modo, se está estableciendo una fórmula de proceder específica que ha contemplado las solicitudes y proyectos más significativos de cada ámbito concreto. El documento final de los criterios será completado con un importante trabajo de vocabulario técnico, útil para todo tipo de proyectos. Entre otros, destaca la aclaración sobre lo que significan términos como una banda de amortiguación, un corredor ecológico o un paso de fauna. “Este trabajo evitará futuros retrasos en los proyectos que a veces llegan sin contemplar adecuadamente, a pesar de todo el esfuerzo que ha realizado la Consejería en esta materia y la drástica reducción en la resolución efectiva de las consultas”, afirmó Mercader.
Tres grandes ámbitos fundamentales
Los temas que vertebran el listado de criterios técnicos se distribuyen en torno a tres grandes ámbitos fundamentales para el funcionamiento óptimo de la Administración Regional. En primer lugar destaca el apartado de ‘Concesión de autorizaciones’, que ha sido elaborado recogiendo todos los tipos posibles de autorización establecidos. A partir de ahora, los técnicos cuentan con un sistema estructurado que contempla la normativa específica que afecta a cada área de medio natural, por lo que todos los procedimientos relacionados con las roturaciones y desbroces; la transformación de cultivos en los espacios de la Red Natura 2000; la concesión de ocupaciones; o de permutas en los montes públicos, entre otros, tendrán un procedimiento más sencillo e inmediato.
En segundo lugar, se han definido todas las ‘Medidas preventivas específicas’, es decir, aquellas normas que debe cumplir cualquier proyecto para obtener la aprobación de Medio Natural. De esta forma, se ha especificado la regulación completa de cualquier plan relacionado con la creación de infraestructuras terrestres de comunicaciones y transportes, como carreteras, autovías, ferrocarriles o aeródromos; procedimientos de agricultura, ganadería y acuicultura, actuaciones en la costa-litoral y en las marinas, u obras hidráulicas y aprovechamientos hídricos de toda clase. En este ámbito existe además una amplia regulación en torno a todo tipo de actuaciones urbanísticas y de turismo (campos de golf, parques temáticos o camping por ejemplo), y de la industria extractiva y energética, donde se contemplan proyectos como parques eólicos, canteras, vertederos o gasoductos.
El último ámbito de trabajo está formado por la elaboración de todas las ‘Medidas correctoras, compensadoras y de mejora ambiental’. Dentro de este apartado se encuentran todas las medidas compensatorias e incentivos a la Red Natura 2000. En el mismo se contempla a su vez la restauración de zonas degradadas, el trasplante de especies vegetales, o la creación de elementos de utilidad para la fauna, como los bebederos o los nidales, entre otras muchas actuaciones. Además, el trabajo de la Consejería de Desarrollo Sostenible insiste especialmente en la adecuación de medidas específicas para evitar la desertificación, que abarcan actuaciones de todo tipo. Entre las acciones destacadas es posible encontrar desde la creación de infraestructuras como diques o atenazamientos, a medidas más concretas aplicadas sobre el propio terreno.
Agilidad administrativa, fluidez de los procesos
Benito Mercader explicó que “la creación de los ‘Criterios técnicos ambientales’ supone además una herramienta que agiliza los procesos desarrollados por la administración en todos los aspectos, tanto en la concesión de licencias y permisos de variada índole, como en la contestación sobre la viabilidad natural de todo tipo de proyectos, públicos o privados. Muchas de estas consultas de valoración ambiental suponen importantes esfuerzos para la Consejería, puesto que infieren en distintos ámbitos de trabajo que deben ser evaluadas de manera independiente en cada una de sus departamentos específicos. Con los nuevos criterios, todo este proceso se dinamiza y simplifica”.
Al mismo tiempo, se hace más sencillo el proceso para el ciudadano, que puede conocer de antemano cuál es toda la normativa vigente en torno a cualquier proyecto que desee llevar a cabo, cuál la documentación que debe aportar y qué requisitos medioambientales debe cumplir para que su proyecto sea viable.
“Es muy importante que estos criterios técnicos nazcan con el consenso ciudadano, que sea el resultado de un esfuerzo conjunto. A partir de este trabajo, tanto los ayuntamientos como las empresas y los ciudadanos en general tendrán una nueva fórmula con mayor seguridad jurídica que permitirá agilizar sus proyectos y hacer más fácil cualquier procedimiento medioambiental”, concluyó el consejero de Desarrollo Sostenible.
