Obras Públicas invierte más de 230.000 euros en el refuerzo de la seguridad vial y la señalización en varias carreteras regionales

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La actuación se llevará a cabo en distintos tramos de vías en Abarán, Blanca, Villanueva del Río Segura, Ojós, Archena, Ceutí y Alguazas

La Consejería de Obras Públicas y Ordenación del Territorio, a través de la Dirección General de Carreteras, realizará obras por importe de 230.703 euros para la mejora de la señalización, la seguridad vial y el balizamiento de distintos tramos de carreteras en los municipios de Abarán, Blanca, Villanueva del Río Segura, Ojós, Archena, Ceutí y Alguazas.

En concreto, para aumentar las condiciones de seguridad se reforzará el balizamiento de todos los trazados, mediante la colocación de los paneles direccionales y señales de peligrosidad que sean precisos para garantizar una óptima seguridad en los mismos. Asimismo, se colocarán barreras de seguridad, balizas cilíndricas, captafaros, ojos de gato e hitos de arista, que permiten orientar de forma adecuada el tráfico y mejoran la visibilidad de los límites de las vías.

El director general de Carreteras, José Guijarro, explicó que “el Gobierno regional, por medio del Plan bianual de Seguridad Vial, invierte en la continua mejora de medidas que intensifiquen la seguridad vial y disminuyan la siniestralidad, para que los conductores circulen con comodidad y la mayor protección posible por la red viaria”.

El origen del proyecto es la apuesta del Ejecutivo regional por reforzar el balizamiento y la señalización de algunos tramos de las carreteras referidas, los cuales son necesarios para mejorar la seguridad vial y evitar los accidentes que en ellas puedan provocarse por este hecho.

Las carreteras objeto de estas actuaciones son las que discurren de Archena a Alguazas (MU-533), la de Ojós a Archena (MU-522), la que va de Blanca a Ojós (MU-520) y la de Abarán a Blanca (MU-514). Se trata de vías de segundo nivel que unen estas poblaciones a lo largo de su recorrido, unos municipios que van aumentando en población y actividad económica y por lo tanto en tráfico, con la consiguiente necesidad de su continuo mantenimiento.

En este proyecto se contempla también la instalación de reductores de velocidad, fuera de los tramos habitados para evitar en lo posible el impacto sonoro que estos elementos tienen en las viviendas próximas, así como la señalización horizontal y vertical del trazado que garantice una información óptima de las indicaciones de circulación.

“Las obras redundarán en un aumento de la seguridad de los casi diez mil usuarios que transitan a diario por estas carreteras, cuestión prioritaria del Gobierno regional y la Consejería en la que se trabaja por medio del acondicionamiento y rehabilitación de los más de 3.300 kilómetros de vías de la Red Regional de Carreteras”, apuntó Guijarro.

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