La Región es la que más ha reducido en 2008 su número de accidentes con un descenso seis puntos mayor que la media nacional
El consejero de Educación, Formación y Empleo, Constantino Sotoca, compareció esta tarde en la Asamblea Regional para dar cuenta del primer año de vigencia del Plan Regional de Riesgos Laborales, y señaló que en este periodo la Región ha registrado la tasa de siniestralidad más baja de la historia de la Comunidad Autónoma, con 48,2 accidentes por cada 1.000 trabajadores.
El titular de Empleo se refirió también a los últimos datos publicados por el Ministerio de Trabajo e Inmigración en los que se pone de manifiesto que la Región ha reducido el número de accidentes laborales en un 16 por ciento en el último año, “lo que supone la mayor bajada del conjunto de comunidades, y un descenso seis puntos mayor que el de la media nacional”.
Esta reducción, según apuntó el consejero, ha afectado a todos los sectores y tipos de accidentes: leves, graves y mortales, y de un modo especial a estos últimos, cuya disminución ha sido más de diez puntos superior en la Región que en el resto de España.
En su comparecencia, el responsable del departamento de Empleo puso de manifiesto “la eficacia” de los distintos planes regionales de Prevención de Riesgos puestos en marcha desde el año 2000, y que han permitido reducir a la mitad el número de accidentes laborales en la Región de Murcia, pasando de 96,5 a 48,2 accidentes por cada mil trabajadores.
Tras realizar un breve análisis del Plan regional 2005-2007, del que destacó el total cumplimiento de sus medidas, así como la ejecución del 104,51 por ciento del presupuesto, el titular de Empleo manifestó que el IV Plan, con una inversión global de 74 millones de euros, “ha sido diseñado teniendo en cuenta los cambios experimentados por la sociedad productiva murciana, tanto desde el punto de vista demográfico como sociológico, así como otros factores derivados de la globalización económica y el desarrollo tecnológico”.
El consejero recordó que sus objetivos son combatir la siniestralidad laboral en la Región, reduciendo tanto las cifras absolutas como los índices de incidencia de los siniestros laborales, y mejorar las condiciones, creando ambientes de trabajo seguros y saludables. El Plan incluye el desarrollo de 130 medidas que abarcan la totalidad de los aspectos involucrados en la prevención de accidentes y enfermedades relacionadas con el trabajo.
El Plan incluye, entre otras novedades, el establecimiento de ayudas a la investigación, el seguimiento de los criterios de calidad y eficacia de los servicios de prevención, entidades auditoras y formativas, o el establecimiento de un procedimiento de comunicación de sospecha de enfermedades profesionales en aquellas dolencias que atiendan los facultativos.
Sotoca mostró su satisfacción por los logros alcanzados hasta la fecha, “que son fruto del trabajo conjunto de Administración, agentes sociales, empresarios y trabajadores, y prueba de que la cultura preventiva está calando en nuestro tejido productivo”. Señaló, igualmente, su disposición “a seguir avanzando en esta carrera de fondo que es la lucha contra la siniestralidad” hasta que los centros de trabajo sean lugares donde la seguridad y la salud de los trabajadores esté plenamente garantizada.
