La caída de precios agudizó durante el mes de febrero la trayectoria descendente iniciada a mediados de 2008, lo que ha permitido llevar la inflación hasta registros mínimos desde que se dispone de datos regionalizados. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, el Índice de Precios al Consumo aumentó un 0,3% en el último año, rebajando en casi cinco puntos el máximo alcanzado en el mes de julio (5,2%).

Ello ha permitido a la Región de Murcia acumular ya un año con tasas de inflación inferiores a la media española (0,7%), con la que mantiene un diferencial de 0,4 puntos –el mismo que en febrero-.

En comparación con el mes de enero, el nivel general de precios aumentó un 0,2% en la Región de Murcia, cifra ligeramente superior a la alcanzada por la media nacional, donde se produjo un estancamiento (0,0%).

Atendiendo a los distintos grupos que componen la cesta de la compra se observan comportamientos dispares, pero queda patente que el cómputo de todas las rúbricas se ajusta a la evolución habitual para un mes de febrero.

Por una parte, los más afectados por la caída de la demanda presentan una evolución más moderada que en años anteriores. En este sentido, Hoteles cafés y restaurantes aumentó un 0,2% mensual, en tanto que Ocio y Cultura se mantuvo estable, frente a los habituales incrementos en torno al 1% de estos grupos en febrero de años anteriores.

En esta línea, Vestido y Calzado redujo precios (-0,7%) con más fuerza que en años anteriores por la mayor intensidad de las rebajas de 2009. Alimentos y bebidas no alcohólicas también registró una reducción (-0,3%) fruto del aumento de la competencia iniciada en el sector alimenticio.

En el lado contrario, Bebidas alcohólicas y tabaco (1,2%) y Vivienda (1%) presentaron notables ascensos. Este grupo –que no incluye el precio de los inmuebles- se ha encarecido un 7,3% en el último año por las continuas subidas de precio de los suministros. Por último, hay que destacar que el grupoTransporte, después de seis meses con intensas caídas, sube un 0,5% respecto a enero.

Si descontamos el comportamiento de los elementos más volátiles de la cesta de la compra, como son alimentos no elaborados y productos energéticos, se aprecia que la inflación subyacente -el nivel al que debería converger el IPC a medio plazo- experimentó una nueva moderación en febrero, con un crecimiento anual del 1,2% (1,7% un mes antes), cuatro décimas por debajo de la media nacional.

En resumen, la continúa caída de la inflación constituye una excelente noticia dentro de la tónica general de pésimos indicadores económicos. La lógica moderación de los precios en aquellos grupos más sensibles a la caída de la demanda, en el marco de la actual crisis económica, ha sido responsable del descenso de febrero, si bien es la evolución del petróleo en los seis meses anteriores la que ha condicionado una tasa tan baja (cercana a cero).

En este sentido, la presencia de un escenario de espiral deflacionista, esto es, de caída generalizada de los precios, es poco probable. No en vano las tasas negativas que previsiblemente se alcanzarán en los próximos meses obedecen al efecto de la caída del precio del crudo acaecida en el segundo semestre de 2008; en tanto que la mencionada inflación subyacente se mantiene en niveles que, lejos de ser un riesgo, constituyen un estímulo para la economía.

Por último es necesario recordar que en un momento de crisis como el actual es imprescindible la moderación de los salarios, para no ejercer mayor presión sobre la falta de liquidez que atraviesan las empresas y el lastre para la competitividad que ello supone, toda vez que la actual moderación de precios garantiza la capacidad adquisitiva. Por tanto no son compatibles ni sostenibles, incrementos salariales superiores al 4% -según la estadística oficial del INE-, con una tasa de inflación cercana e incluso inferior a cero.