El mercado laboral fue, durante 2008, el principal damnificado por la crisis económica. Ello supuso una intensa subida del paro y una notable destrucción de empleo. Lejos de moderarse, la tendencia se agudizó con fuerza en el primer trimestre de 2009.

De hecho, según los resultados de la Encuesta de Población Activa del INE, se han alcanzado cifras sin precedentes en el número total de parados tanto en el ámbito regional (141.400), como en el nacional (4.010.700). Además, la tasa de paro se ha elevado hasta el 19,4% en Murcia y al 17,4% en España, cifras que suponen prácticamente el doble de la vigente hace un año y constituyen el máximo de la última década.

Esta situación se produce tras un aumento del paro del 110% en el primer trimestre de 2009 respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. De modo que en apenas un año, se estima que el desempleo ha crecido en 74.100 personas en la Región. La coyuntura en el ámbito nacional es igualmente nefasta, si bien algo más moderada después de registrar un repunte del paro cifrado en el 84,5% (1.836.500 personas).

Pese a su crudeza, las cifras anteriores no constituyen la consecuencia más desfavorable que se puede extraer de los datos hechos públicos por el INE. Más grave resulta la evolución del número de ocupados, ya que conlleva la destrucción de empleo a un ritmo del 8,1% en Murcia y del 6,4% en España. Esto significa que 51.700 personas han perdido su puesto de trabajo en la Región (1.311.500 en el agregado nacional) en el último año.

Solamente Agricultura crea empleo

En un análisis por sectores, solamente Agricultura muestra un balance positivo, mientras que Construcción y, en menor medida, Industria, profundizaron en el intenso deterioro que ya venían experimentando en trimestres anteriores.

En particular, el sector primario se consolida como el principal impulsor de empleo en la Región durante la crisis, pues contaba con 2.200 ocupados más (un 3,3% en términos relativos) que a cierre de 2008, y 14.700 (un 27,6%) si comparamos con el primer trimestre de dicho año. En cualquier caso, la continua incorporación de activos al sector ha propiciado que también aumente ligeramente su número de desempleados (2.800 en el último trimestre y 900 en el último año).

Por su parte, Construcción registró 12.600 ocupados menos (un 9,5% menos) que hace tres meses, lo que supone acelerar el ritmo de destrucción de empleo de trimestres anteriores. De hecho, el número de parados en el sector se eleva ya a 37.300, esto es, 27.300 más que hace un año.

En circunstancias similares se encuentra Industria, que cuenta con 700 nuevos parados –y 6.000 ocupados menos, un -6,9% - en el último trimestre, si bien al contrario de Construcción, ello supone atenuar las cifras de otros trimestres. Aún así, no se puede ocultar que el número de desempleados en el sector se ha triplicado en el último año.

Finalmente, Servicios aumentó en 7.700 el número de parados, y redujo en 12.900 (un 3,3%) el de ocupados, que refleja el menor dinamismo de sus principales ramas de actividad, a lo que se suman los efectos de la estacional del sector.

El aumento del paro se intensifica en varones y extranjeros

Atendiendo al género, se aprecia un comportamiento negativo pero moderado en el colectivo femenino (4.800 ocupadas menos); en tanto que el empleo entre los hombres se contrae con una intensidad extraordinaria (46.900 ocupados menos). De hecho, por segundo trimestre consecutivo la tasa de paro de mujeres (17,7%) es más baja que la de los varones (20,5%). La presencia masculina mayoritaria en la Construcción explica este comportamiento diferenciado.

Por otra parte, se observa un fuerte avance del paro entre el colectivo inmigrante (143,8%) y son ya 56.800 los extranjeros en situación de desempleo. Además, la ocupación entre este segmento de la población se contrajo a un ritmo notable (10,9%).

Por último, hay que señalar la evolución de la tasa de temporalidad que se redujo hasta el 34,6% en la Región. Esta mejora no ha sido suficiente para reducir el diferencial con la media nacional, cuya tasa de temporalidad es del 25,4%.

Las reformas no admiten más demora

El deterioro del mercado laboral continúa acelerándose hasta el punto de alcanzar el máximo número de parados de la historia y un ritmo de destrucción de empleo sin precedentes recientes. Adviértase que a ocupación se ha contraído más de un 8% cuando la tasa más negativa en la crisis de principios de los 90 fue del –3,5%.

La gravedad de la situación exige la adopción urgente de las ambiciosas medidas que el empresariado, regional y nacional, viene reclamando desde el inicio de la crisis. Sobre todo si se consideran los leves efectos del Fondo de inversión local que, en su primer trimestre de vigencia se ha saldado con la pérdida interanual de 41.800 empleos en la Región en el sector de la Construcción.

En este sentido, además de la necesaria inversión en obra pública, se hace imprescindible la implementación de una rebaja fiscal hacia las empresas a través del tipo del Impuesto de Sociedades y las cotizaciones a la Seguridad Social y las demás que figuran en las propuestas empresariales antes referidas, incluidas las atinentes al mercado de trabajo.