La Consejería de Educación, Formación y Empleo ha dictado instrucciones relativas a la repetición del primer curso de Bachillerato. Los alumnos que tras la convocatoria extraordinaria de septiembre hayan suspendido tres o cuatro materias, tendrán que repetir el curso completo, si bien, de manera excepcional, los equipos docentes de los centros educativos pueden determinar que se mantenga la nota de las materias aprobadas, y la posibilidad de mejorar esas calificaciones.
La necesidad de regulación se produce ante el vacío normativo creado por el Ministerio de Educación que, tras la sentencia del Supremo que anulaba la opción de que los alumnos con tres o cuatro suspensos puedan matricularse en asignaturas de segundo de Bachillerato, debería haber modificado el Real Decreto que establece la estructura de esta etapa educativa.
Con estas instrucciones, la Consejería de Educación ha intentado priorizar los criterios pedagógicos, el interés y el esfuerzo del alumno. En este sentido, la directora de Ordenación Académica, Aurora Fernández, indicó que tras anularse el artículo 14.2 del Real Decreto que establecía la estructura del Bachillerato, “no tiene sentido mantener la opción de una matrícula parcial, ya que antes los alumnos podían ampliar con materias de segundo curso de Bachillerato y ahora no, lo que consideramos un perjuicio para la formación del alumno, que debe dedicar un curso entero a sólo tres o cuatro materias”. La circular emitida por la Dirección General de Ordenación Académica incorpora también el compromiso de conformidad de las familias o, en su caso, de los alumnos, si son mayores de edad.
La solución acordada por el Ministerio de Educación con algunas comunidades autónomas prevé que los alumnos de primero de Bachillerato con tres o cuatro suspensos puedan escoger entre tres opciones: repetir curso completo, cursar sólo las materias suspensas o matricularse de nuevo de todo primero, con la posibilidad de guardar las notas de las materias ya aprobadas y mejorar la calificación. Esto supone, a criterio de esta Consejería, “una falta de concreción y un caos organizativo”.
Fernández subrayó que “con las instrucciones dictadas por la Consejería de Educación se incide en la mejora de la calidad del sistema educativo, estableciendo un sistema de promoción del Bachillerato que permite consolidar y ampliar los aprendizajes adquiridos, garantizar el correcto funcionamiento de los centros y mejorar, en definitiva, la formación recibida por los alumnos en esta etapa trascendental”.
