Hellín (Albacete), 3 jul (EFE).- Los primeros trenes que circulen por la nueva variante de Camarillas, en el tramo albaceteño de la línea ferroviaria Madrid-Murcia-Cartagena, lo harán por este trazado en el primer semestre de 2011, lo que supondrá un ahorro de 15 minutos de viaje y de unos 17 kilómetros de recorrido.

Así lo ha asegurado hoy el ministro de Fomento, José Blanco, en el acto de calado de un túnel de algo más de dos kilómetros cerca de Hellín (Albacete), junto a la pedanía de Agramón, momento en el que también anunció que antes de que termine 2009 estarán licitadas las obras de la plataforma que permitirá tender las nuevas vías y los sistemas de seguridad, circulación y comunicaciones de ese tramo.

Bajo un sol de justicia y tras una accidentada perforación final de la gran tuneladora, que fue suspendida temporalmente por la rotura de un transformador y no totalmente concluida, Blanco detalló que esta variante, de 17,9 kilómetros de longitud y que costará 133 millones, permitirá que los trenes circulen a una velocidad de entre 220 y 250 kilómetros a la hora.

Ante los consejeros de Obras Públicas y los delegados del Gobierno central en Murcia y en Castilla-La Mancha, así como el presidente de las cortes castellano-manchegas, Francisco Pardo, y el portavoz del PP en la comisión de Infraestructuras del Congreso de los Diputados, Andrés Ayala, Blanco calificó esta obra como "la más relevante" de la modernización de la línea férrea Madrid-Cartagena.

El presupuesto total de estas mejoras es de 250 millones, a los que hay que sumar otros 30 para las variantes de Javalí Nuevo, en Murcia, y de la localidad murciana de Alcantarilla, en proyecto.

El ministro detalló que la nueva variante suprimirá todos los pasos a nivel (once en total), en uno de los cuales fallecieron cinco personas, "muertes que se hubieran evitado con esta obra para cuya realización tanta lata nos ha dado Pedro Saura", secretario general del PSOE murciano, presente en el acto junto a los alcaldes de Calasparra (Murcia) y de Hellín, Ontur y Socovos, en Albacete.

A preguntas de los periodistas, el director general de Infraestructuras y Ferrocarriles, Luis de Santiago, recordó que la variante de Camarillas se viene reivindicando desde 1986, año desde el que él trabaja en el ministerio de Fomento.

Tanto De Santiago como el delegado del Gobierno en Murcia, Rafael González Tovar, rehusaron poner fecha al momento en el que podrán circular por esa vía, una vez que esté completamente electrificada, los primeros trenes de altas prestaciones.

Ambos avanzaron que se estudia la posibilidad de incorporar a esta línea las locomotoras híbridas que combinan motores diésel con sistemas adaptados a la línea eléctrica que ahora desarrolla experimentalmente Talgo, para implantarlas en principio en Galicia.

Por su parte, Ayala, diputado por Murcia, expresó su "gran satisfacción" por la conclusión de esta fase de la variante que mejorará las comunicaciones por tren de Castilla-La Mancha y Murcia, pero pidió que no fuera capitalizada por ningún partido, puesto que "las legislaturas no se corresponden con los períodos de las obras".

En este sentido, señaló que el último Gobierno central del PP había presupuestado para estos trabajos en 2004 30 millones, que, según sus palabras, fueron eliminados por la ex ministra de Fomento Magdalena Álvarez, que los incluyó para 2005, pero no ejecutó hasta 2006.

Versión que desmintió González Tovar, que recordó que el estudio de impacto ambiental de esta obra "durmió en un cajón el sueño de los justos entre 1999 y 2004", durante el mandato del ministro de Fomento Francisco Álvarez Cascos, del PP, hasta que fue sacado de él por la socialista Magdalena Álvarez.

Por último, el consejero murciano de Obras Públicas y Ordenación del Territorio, José Ballesta, del PP, se felicitó por la conclusión de este túnel, "un paso importante porque es el primero, pero muy cortito aún, porque para la región de Murcia es indeclinable que la alta velocidad llegue a esta comunidad por Cieza" (Murcia), y no por la vega baja alicantina, como está proyectada en una primera fase. EFE