La Región es la única comunidad del país que ha realizado campañas de vacunación preventivas previas a brotes de sarampión o rubéola
La Consejería de Sanidad y Consumo desarrolla de forma sistemática acciones para vacunar a todos los ciudadanos, entre las que, desde el año 2000, se han puesto en marcha diferentes campañas dirigidas a la población inmigrante como la que se ha presentado hoy, en la que unos 93.000 inmigrantes de la Región están citados para vacunarse de la triple vírica, que protege contra el sarampión, la rubéola y las paperas.
La campaña va dirigida a toda la población de entre 15 y 50 años de edad que no esté inmunizada frente a sarampión, rubéola y paperas. Aunque toda la población debiera de estar protegida, está centrada en aquella procedente de países con amplia implantación en la Región y que, además, tienen bajas coberturas de vacunación triple vírica o que han sufrido brotes en los últimos años, como Marruecos, Argelia, Francia, Reino Unido, Alemania, Rumania, Ucrania y Bulgaria.
En esta campaña, Sanidad quiere que a las personas que acudan a su Centro de Salud se les revise su calendario vacunal al completo, de manera que se aproveche ese momento para administrar todas aquellas vacunas que pudiesen necesitar.
Para poner en marcha la campaña se han realizado reuniones con 30 organizaciones no gubernamentales que trabajan con inmigrantes, se ha elaborado un protocolo guía de la campaña y se han impreso 900 carteles, 100.000 dípticos y 93.000 cartas. La campaña de información se ha realizado en árabe, francés, inglés, ucraniano, rumano, alemán, ruso y búlgaro. Su coste total es de 112.819 euros.
La triple vírica es una vacuna segura (tiene pocos efectos adversos) y muy eficaz (entre el 95 y 99 por ciento). En la población adulta se requiere, en general, de una única dosis para dejar inmunidad de por vida. Por prudencia, la mujer vacunada no se debe quedar embarazada en el plazo de cuatro semanas posteriores a la recepción de la vacuna.
Durante la presentación, el director general de Salud Pública, Francisco García Ruiz, subrayó que “uno de los objetivos de la de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa es eliminar el sarampión y reducir la incidencia del síndrome de rubéola congénita a menos de 1 caso por cada 100.000 nacidos vivos para el año 2010”. Por ello, añadió García Ruiz, “la vacunación a aquellos colectivos que puedan ser susceptibles de padecer la enfermedad está indicada como una de las acciones prioritarias”.
Durante los últimos años se han registrado diferentes brotes de rubéola en España que se han concentrado especialmente en la población inmigrante, así como de sarampión, tanto en España como en otros países de Europa como Inglaterra, Suiza, Alemania, y particularmente en la zona este, como Bulgaria, Rumania y Ucrania. García Ruiz explicó que “estos brotes no han llegado a la Región, que durante los últimos cuatro años ha registrado menores tasas de incidencia de estas enfermedades que el conjunto del país”.
La Región ha sido la única comunidad que ha realizado campañas específicas de vacunación con la particularidad de que han sido estrictamente preventivas, esto es, antes de experimentar ningún brote previo de estas enfermedades. En el año 2005, 2006 y 2007 se han llevado a cabo acciones que han conducido a la vacunación con triple vírica de unas 10.000 personas adultas en la Región. García Ruiz aseguró que “tal como propugna la OMS, acciones de este tipo son las que nos han llevado a presentar menores tasas de incidencia que el resto de comunidades”.
Sarampión y rubéola
El sarampión es una enfermedad infecciosa que habitualmente cursa de una forma no grave, aunque en ocasiones puede presentar complicaciones como otitis media, bronquitis o neumonía. La encefalitis se presenta en 1 de cada 1.000 casos de sarampión aproximadamente. La rubéola es, en general, una enfermedad leve, cuyo mayor problema es el síndrome de rubéola congénita, que se presenta en un 25 por ciento o más de los niños nacidos de madres que han sufrido rubéola durante el primer trimestre del embarazo. Se caracteriza por un cuadro clínico de malformaciones múltiples, algunas de las cuales son subsanables quirúrgicamente, pero otras son irreversibles e irreparables. En los últimos cinco años se han producido siete casos de rubéola congénita en España, pero ninguno de ellos en la Región.
