Murcia, 7 oct (EFE).- Casi medio millar de delegados sindicales, según los organizadores y 400 según la policía, de UGT y Comisiones Obreras reclamaron hoy, con una manifestación por las calles de Murcia, un "trabajo decente" y menos trabajo basura, concluyendo su periplo en las sedes del gobierno regional y de la patronal CROEM.
Los secretarios generales de UGT y CCOO Antonio Jiménez y Daniel Bueno, respectivamente, encabezaron esta manifestación convocada a nivel mundial por la Confederación Sindical Internacional (CSI) con la crisis de fondo, de la que culpan al sistemas financiero y político, este último por ausencia de control.
Jiménez y Bueno se entrevistaron con el secretario general de CROEM, Clemente García, con el que quedaron para celebrar este mes una reunión en la que abordar los convenios colectivos pendientes de cerrar en la Comunidad Autónoma.
Bueno dijo a EFE que en este encuentro ambas partes, empresarios y sindicatos, han coincidido en la necesidad de recuperar el diálogo social en el país para crear un clima de confianza en el empresariado y entre los trabajadores, con el objetivo final de frenar la constante destrucción de empleo a la que está llevando la crisis.
Los dirigentes sindicales dejaron en el Palacio de San Esteban, antes de concluir la manifestación en CROEM, un díptico en el que venía reflejado el manifiesto de la segunda jornada mundial por el trabajo decente.
Los manifestantes profirieron gritos, a las puertas de CROEM, contra los altos directivos "que no se ruborizan cuando se llevan 50 millones de euros", recordando los "115.000 desempleados" que hay en la Comunidad, y criticando que "sean siempre los trabajadores los que paguen los platos rotos".
Previo a la manifestación se celebró una reunión de delegados en el edificio de servicios múltiples, desde donde partió la marcha a las 12:30 horas, concluyendo una hora mas tarde sin que se hayan registrado incidentes, salvo el corte de tráfico por donde transcurrió la manifestación.
El CSI calcula que la crisis acabará con 50 millones de empleos en el mundo y arrojará a la pobreza severa a 200 millones de personas, y entre las repercusiones, se destaca que el reparto de la renta ha empeorado, la productividad registra un progresivo incremento, los salarios se moderan y los beneficios empresariales crecen por encima de la remuneración de los asalariados.
Esta manifestación, según los sindicatos, es el inicio de un calendario de movilizaciones que concluirán antes de que finalice el año con una gran marcha que tendrá lugar en Madrid y que tendrá en algunas comunidades autónomas una protesta en fechas anteriores. EFE
