Murcia, 11 ene (EFE).- Los consejeros de Agua de Murcia, Antonio Cerdá, y de Valencia, Juan Cotino, han mantenido hoy en la Región de Murcia una reunión preparatoria del encuentro que sus presidentes autonómicos, Ramón Luis Valcárcel y Francisco Camps, respectivamente, celebrarán próximamente sobre el problema del agua.
La cita, que posiblemente tenga lugar en Orihuela (Alicante) o en un punto intermedio entre ambas autonomías, tiene como punto de mira la negociación del tema del agua en el estatuto de Castilla-La Mancha, por cuanto pondría fin al trasvase Tajo-Segura de incluir una reserva estratégica de 6.000 hectómetros cúbicos de agua.
A juicio de ambas autonomías, el Gobierno central debería transmitir cuanto antes a la opinión pública nacional su opinión al respecto, y fijar una solución a la falta de agua en el Levante, al considerar fracasado su Plan Agua, a dos meses de cumplir 6 años en el gobierno.
"No hay que hablar de Barreda o de Cospedal, el responsable último es Zapatero, que fue el que creo este caos y es el que tiene que darle solución", afirmó Cerdá.
Antonio Cerdá subrayó que Castilla-La Mancha puede actualmente utilizar toda el agua que necesite sin necesidad de reservar 6.000 hectómetros cúbicos, porque la ley se lo autoriza.
Cerdá recordó que lo primero que hizo el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, fue derogar el trasvase Ebro-Levante, lo que dio pie a lo que califican como "caos hidrológico", ya que, como advirtió Cotino, los trasvases del Ebro sí se autorizan "de tapadillo" a Cataluña "con menos de 1 hectómetro para no pasar por Consejo de Ministros".
Cotino se preguntó cuál es el parecer de la vicepresidenta primera, la valenciana María Teresa Fernández de la Vega, o de la secretaria de Organización del Partido Socialista Obrero Español, Leire Pajín Iraola, senadora por Valencia, sobre el tema del agua.
El consejero valenciano mostró a los periodistas un libro que halló en el despacho de Cerdá, con el título "Solidaridad", y en cuya portada se podía ver una escultura de una mujer con una tinaja sobre su cabeza, porque, según dijo, muestra claramente lo que se solicita desde ambas comunidades autónomas.
Señaló que Alicante y Murcia generan 150.000 empleos directos en la industria agroalimentaria gracias al trasvase Tajo-Segura, por lo que lamentó que esa infraestructura se ponga ahora en duda coincidiendo además con una crisis económica.
El consejero de Murcia indicó que el agua "tendría que ser un recurso que nos tenía que unir a todos y no enfrentarnos", por lo que apeló a "retomar el sentido común, porque en España hay agua para todos, pero mal distribuida".
Al respecto, Cotino apuntó que si en España no hubiera agua suficiente, tendría que hacerse un reparto equitativo de la escasez en todo el territorio, y afirmó que "el agua es un bien escaso en cualquier parte del mundo", pero remarcó que en España hay agua suficiente, "si es usada racionalmente y si se trasvasa donde no existe".
"El agua no puede ser de una comunidad autónoma. Es un bien común", agregó, y comparó la situación a la de la energía eléctrica, cuyo transporte va de unas autonomías a otras "pero a nadie se le ocurre reivindicar los postes de la luz".
Ambos apelaron al principio constitucional de solidaridad, por lo que reiteraron la necesidad de que el Estado administre el recurso, y manifestaron la inquietud de los agricultores a la hora de invertir, al desconocer lo que les deparará el futuro.
Preguntados por el sentido de la votación de los diputados nacionales del PP de Valencia y de Murcia a la hora de aprobar el estatuto de Castilla-La Mancha, respondieron que será en contra de confirmarse la citada reserva estratégica o una fecha de caducidad del acueducto.
"El problema lo tiene que resolver el señor Rodríguez Zapatero, que es el que tiene la mayoría en el congreso", subrayó Cerdá. EFE
