Los trabajos de regeneración en zonas incendiadas de la Región servirán de base para abordar la recuperación de la Sierra del Molino

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El consejero de Agricultura y Agua ofrece el informe de evaluación de los valores naturales afectados por el incendio, y detalla el plan de actuación para la regeneración de la zona quemada

Los trabajos de regeneración en zonas incendiadas de la Región servirán de base para abordar la recuperación de la Sierra del Molino

Asegura que la zona calcinada en la Sierra del Molino en el año 1991 "no coincide con la superficie quemada tras el reciente incendio", lo que supone "un factor favorable" para su recuperación

Los valores ecológicos de la zona son elevados al contar con figuras de protección pero el "excelente trabajo de extinción" ha permitido evitar un desastre ecológico mayor

El restablecimiento de la vegetación en la superficie quemada dependerá del banco de semillas disponible en el suelo, de factores climáticos y de la recuperación del arbolado que se haya quemado parcialmente

El consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, afirmó hoy que los trabajos de regeneración de otras zonas incendiadas en la Región, como la de Moratalla o Calasparra, servirán de base para conseguir una "mejor recuperación" del área afectada por el incendio de la Sierra del Molino.

El titular de Agricultura y Agua ofreció hoy los datos de la incidencia que ha tenido el incendio de la Sierra del Molino, en Calasparra, sobre los valores ambientales y biodiversidad de este entorno forestal. Cerdá estuvo acompañado por el director general de Patrimonio Natural y Biodiversidad, Pablo Fernández, y por los jefes de servicio de este departamento que han realizado el informe, Juan de Dios Cabezas, Justo García, y Remigio Masiá.

El responsable de Medio Ambiente del Gobierno regional explicó que en la Región de Murcia "tenemos una gran experiencia en cuanto a la regeneración de las zonas quemadas". Recordó que en la década de los noventa se produjeron dos incendios de "gran magnitud" en la comarca del Noroeste de la Región de Murcia, en concreto el de la Sierra del Molino, en Calasparra, en 1991, y el de Moratalla en 1994, que fue el de "mayores dimensiones". Cerdá explicó que actualmente "hay vivos dos proyectos de regeneración de zonas quemadas que nos dan bastantes datos para abordar la recuperación de este espacio".

El consejero subrayó que ha habido una "coordinación magnífica y una rapidez efectiva" para estabilizar un incendio que "era muy complejo", y evitar que los lugares paisajísticos más ricos de la zona se vieran afectados, como el de Almadenes, la cueva de los Monigotes, y el cañón del Quípar, que ha resultado dañado "sólo parcialmente en su zona más elevada".

Valores ambientales afectados

El responsable de Medio Ambiente del Gobierno regional subrayó que la zona calcinada en el año 1991 "no coincide con la superficie quemada tras el reciente incendio" y, por tanto, añadió, "no ha habido sobreposición práctica" en esta misma sierra, lo que supone, dijo Cerdá, "un factor favorable para la recuperación de esta zona".

Según el informe presentado por los técnicos de la Consejería, los valores ecológicos del área quemada "son elevados" porque cuentan con figuras de protección especial LIC y ZEPA, pero el "excelente trabajo de extinción" ha permitido evitar un desastre ecológico mayor.

El fuego ha provocado la desaparición de nidos de rapaces rupícolas, como el águila-azor perdicera, el águila real, el halcón peregrino y el búho real, así como de rapaces forestales, como el azor común, búho chico, busardo ratonero, culebrera europea y aguililla calzada. "Los adultos de estas especies estarán durante un período de tiempo adaptándose a otras zonas", indicó el responsable técnico.

Respecto a los espacios vegetales, las llamas calcinaron hábitats de pinares, matorrales, tomillares, pastizales, espartizales y vegetación de roquedos y yesares, y especies como pino carrasco, sabina, lentisco, esparto y teucrium. También ha afectado a los territorios de la fauna cinegética formada por cabra montés, jabalí, perdiz y conejo.

Actuaciones de regeneración

El titular de Agricultura y Agua subrayó que tras el incendio de la semana pasada "será necesario llevar a cabo una serie de actuaciones para acelerar la recuperación de los ecosistemas afectados". Remarcó que ya se están realizando trabajos en esta zona a través del proyecto de regeneración del incendio en la umbría de la Sierra del Molino del año 1991, y que a partir de ahora se trabajará en un plan de recuperación de la zona afectada de la solana de la sierra.

El restablecimiento de la vegetación en la zona quemada dependerá del banco de semillas disponible en el suelo procedente de pinos y matorrales, de factores climáticos como fuertes lluvias y elevadas pendientes que pueden influir en la distribución de las semillas en el suelo, y de la recuperación del arbolado que se haya quemado parcialmente.

Las actuaciones se realizarán en dos fases distintas. La primera, que se llevará a cabo "de forma inmediata" en el período 2010-2011, consistirá principalmente en la eliminación de los árboles quemados para evitar las plagas que puede ocasionar el material vegetal quemado, también actuaciones de sujeción del suelo, tratamientos fitosanitarios y seguimiento de la evolución de la parte regenerada de forma natural.

La segunda fase, prevista para el período 2012-2015, consistirá en actuaciones de repoblación forestal en aquellas zonas donde no haya nacido arbolado, tratamientos selvícolas donde se haya regenerado en exceso, así como trabajos de prevención de incendios con la reparación de caminos y la ejecución de áreas cortafuegos.

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