Vuelve el Cartagena Jazz Festival y lo hace el próximo sábado 5 de noviembre en el Nuevo Teatro Circo con la reina del rockabilly, Wanda Jackson. La que fue la primera mujer que hizo rock and roll será la protagonista de la primera jornada del festival, que comenzará a las 21:30 horas con los suecos Herman Dune. Así dará comienzo un festival que llega a su 31ª edición y que este año además estrenará nueva sede, el Auditorio y Palacio de Congresos El Batel. La programación del festival se completa con Sly Johnson, Luisa Sobral, Bettye Lavette, Cowboy Junkies, Anoushka Shankar, Ryuichi Sakamoto, Dee Dee Bridgewater, Lizz Wright, McCoy Tyner, Madeleine Peyroux, Pat Metheney, Vetiver y Fleet Foxes. Las entradas para la primera jornada cuestan 20 Euros.

La que fuera compañera de fatigas de Elvis Presley, Little Richard o Carl Perkins e influencia imprescindible para Elvis Costello o Bruce Springteen, la gran Wanda Jackson (Estados Unidos, 1937) viene al Cartagena Jazz Festival a presentar The party ain´t over, producido por Jack White, fundador de grupos como The White Stripes o The Racounter. A la reina del rockabilly le han vuelto a poner las pilas. El cabecilla de los White Stripes, se ha puesto al servicio de la vieja dama del rock, evitando intoxicar su leyenda con experimentos de última hora. Jack White le da la vuelta a Let's Have a Party, el clásico más recordado del repertorio de Wanda Jackson, en un The Party Ain't Over donde caben algunas piezas actuales, como el You Know That I Am No Good de Amy Winehouse, y también salidas de tono tan añejas como el Rum And Coca Cola que sonaba en las salas de fiesta de los años cincuenta.

No es el origen de las canciones el que define esta resurrección discográfica, sino su salvaje ejecución vocal. Wanda Jackson saca fuerzas para mostrarle al mundo cómo la fiereza fue uno de los argumentos fundaciones del rock. Wanda Jackson no reaparece en aquel mundo de hombres en el que debutó a finales de la década de los cincuenta, sino en un siglo XXI en el que las mujeres llevan la voz cantante. Pocas veces nos rodeamos de la realeza, así que una oportunidad única para disfrutar de la reina del rockabilly.

Poesía, melodías y groove son las armas de Herman Dune, el dúo con raíces en Suecia, Francia, y Nueva York. Pop atemporal con apariencia naïf que esconde una gran dosis de letras reflexivas y artesanales. Probablemente una banda que a lo largo de 11 años haya ofrecido nada menos que 10 álbumes, pueda que le quede ya poco que ofrecer. Ni es el ritmo más adecuado, ni es lo normal, pero aquí están Herman Dune, anteriormente trío y ahora dúo, demostrando que uno se puede equivocar al hacer suposiciones como ésta.

Con Strange Moosic, Herman Dune, ahora ya sin diéresis y también sin André Herman Düne, uno de los hermanos que componían la banda, lo que ofrecen es continuidad a todos sus seguidores. Sus temas en esta ocasión son un sonido que mezcla sensaciones románticas, como los amores de verano, los viajes por carretera, desencuentros amorosos, tristeza, melancolía… conseguidos o bien a través de las letras o bien con las melodías. Para muchos críticos, su último trabajo es uno de los discos del año. Para defender esta sentencia no hay que emplear grandes argumentos ni tampoco frases grandilocuentes hablando de lo maravillosos y majos que son estos franceses. Simplemente hay que escuchar Tell me something I don´t know. Así de sencillo. Si parecía complicado superar anteriores trabajos, lo han conseguido.