Las infraestructuras de defensa de avenidas consiguen evitar una riada catastrófica en la cuenca de los ríos Segura y Guadalentín

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El embalse de Puentes retuvo ayer un caudal que alcanzó los 2.000 metros cúbicos por segundo, un 33 por ciento más que el que arrasó la ciudad de Lorca durante la histórica riada de Santa Teresa, en 1879

Las infraestructuras de defensa de avenidas consiguen evitar una riada catastrófica en la cuenca de los ríos Segura y Guadalentín

Según los datos provisionales, los pantanos de la cuenca del Segura recogieron ayer un total de 24,3 hm3, de los que casi tres cuartas partes se acumularon en los pantanos de Puentes y Valdeinfierno

El Comité Permanente de la Confederación Hidrográfica del Segura, convocado ayer, realiza un seguimiento permanente de la situación

Las infraestructuras para la defensa ante avenidas construidas en puntos estratégicos de cauces de ramblas y ríos en la cuenca del Segura consiguieron evitar ayer una riada de efectos catastróficos en la comarca del río Guadalentín y toda la vega baja del río Segura.

El embalse de Puentes retuvo ayer un caudal que alcanzó los 2.000 metros cúbicos por segundo (m3/seg), una cantidad que supera en un tercio los 1.510 m3/seg que arrasaron la ciudad de Lorca durante la histórica riada de Santa Teresa, el 19 de octubre de 1879, la de mayor magnitud de cuantas se tenía registro hasta la actualidad por las crecidas del río Guadalentín.

Otras de las más graves riadas sufridas en la cuenca del Segura son las del 22 de octubre de 1948, en la que la conjunción de las ondas de crecida del Guadalentín y el Segura alcanzó en la Vega Baja un caudal de más de 1.000 m3/seg que anegó poblaciones y cultivos, y la producida el 19 de octubre de 1973 en el municipio de Puerto Lumbreras por el desbordamiento de la rambla de Nogalte, que causó numerosas víctimas mortales.

La presa de Puentes, que se mantuvo cerrada en todo momento, recogió en la jornada de ayer un total de 12,8 hectómetros cúbicos (hm3), con lo que el embalse pasó de los 5,1 hm3 con los que inició la jornada a los casi 18 que almacenaba esta mañana, sobre una capacidad total de 26 hm3. Por su parte, el embalse de Valdeinfierno, ubicado aguas arriba, retuvo otros 4,6 hm3 y asumió las aportaciones de las ramblas del curso más alto de la cuenca del río Guadalentín.

El recrecimiento de la presa de Puentes, clave

La presa del embalse de Puentes fue recrecida en unas obras que concluyeron en el año 2000 y que permitieron duplicar su capacidad desde los 13 hm3 que soportaba su diseño original hasta los 26 actuales. Ese incremento del volumen de almacenamiento es lo que permitió ayer que la infraestructura pudiera asumir toda el agua sin liberar caudales hacia el Guadalentín, lo que hubiera multiplicado la capacidad de destrucción de la crecida.

Junto a los embalses de Puentes, Valdeinfierno y Algeciras, también desempeñaron una importante función de control el azud del Paretón, ubicado en el municipio de Totana, desde el que se derivaron más de 500 m3/seg hacia el mar a través de la rambla de Las Moreras, y el embalse de José Bautista, en Librilla, que laminó la crecida del Guadalentín antes de su recorrido final por el canal de El Reguerón, que desemboca aguas debajo de la ciudad de Murcia.

Además, los diferentes embalses ubicados a lo largo del curso del río Mula, en especial el de Los Rodeos, consiguieron detener la crecida de este afluente del Segura, que alcanzó un caudal punta de casi 400 m3/seg.

En total, y según los datos provisionales, los embalses de la cuenca del Segura recogieron ayer 24,3 hm3, de los que casi tres cuartas partes se acumularon en los pantanos de Puentes (12,8) y Valdeinfierno (4,6).

Los embalses de Puentes y Valdeinfierno, con sus respectivas presas, fueron objeto el pasado año de una inspección integral tras el terremoto registrado en la ciudad de Lorca el 11 de mayo de 2011. Los expertos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente responsables del chequeo garantizaron la seguridad de estas infraestructuras, cuya solidez estructural les permitió soportar el seísmo, que alcanzó una magnitud de 5,1, sin sufrir daños.

El Comité Permanente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), convocado desde el mediodía de ayer, y que aglutina y coordina todos los órganos directivos del organismo de cuenca, realiza un seguimiento permanente de la situación a través del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH).

Los trabajadores de la CHS quieren transmitir a los habitantes de las áreas afectadas por las intensas lluvias registradas ayer y, en especial, a los familiares de las personas fallecidas, su solidaridad y apoyo, así como el deseo de total recuperación de la normalidad lo antes posible.

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