El Decano del Colegio de Economistas ha hecho entrega al Consejero de Educación de la propuesta de la institución

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para incrementar la formación económico-financiera en el Anteproyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa

El Decano del Colegio de Economistas ha hecho entrega al Consejero de Educación de la propuesta de la institución

.El Decano del Colegio de Economistas de la Región de Murcia, Ramón Madrid, ha entregado hoy 13 de noviembre de 2012 al Consejero de Educación, Formación y Empleo, Constantino Sotoca, una propuesta concreta con el objetivo de que la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa fomente la formación económico-financiera de nuestros jóvenes tanto en la enseñanza obligatoria como en la post-obligatoria. Ramón Madrid ha entregado en mano al Consejero el documento escrito que recoge las importantes argumentaciones propuestas por la Institución.

El Colegio de Economistas de la Región de Murcia manifiesta su preocupación por la escasa presencia de materias de ámbito económico-financiero en la nueva propuesta de la reforma educativa. Entiende que la cultura financiera es fundamental para los jóvenes, tanto para su desarrollo personal como profesional, en un entorno cada vez más global y competitivo.

El Colegio respalda así, las propuestas de de la Organización de Economistas de la Educación (OEE), órgano especializado del Consejo General de Colegios de Economistas de España (CGCE), de modificación del Anteproyecto de Ley para la mejora de la Calidad educativa, que propone sustituir la materia de Economía por Literatura Universal en el primer curso de Bachillerato en la modalidad de Ciencias Sociales.

l CGCE-OEE considera imprescindible que se mantenga la materia de Economía en primer curso de Bachillerato como materia obligatoria en la modalidad de Ciencias Sociales y que, además, se potencie la formación económico - financiera en la etapa obligatoria con el desarrollo de una materia obligatoria en esta etapa formativa.

A los argumentos ya descritos, hay que añadir que el planteamiento de la nueva organización del Bachillerato en la citada modalidad es completamente incoherente porque la Economía es una de las disciplinas esenciales de las Ciencias Sociales, sin la cual el alumnado no obtendrá una visión completa de la modalidad que ha elegido, y porque de esta forma el currículum del Bachillerato de Ciencias Sociales no estará organizado para que los futuros estudiantes de Grado o Ciclos Formativos de Grado Superior obtengan formación preparatoria en una materia que es troncal en todas sus áreas de especialización y que viene teniendo una gran demanda por parte de los propios alumnos.

Por otra parte, no tiene ningún sentido pedagógico ni formativo el proponer que los estudiantes cursen obligatoriamente estudios de Economía de la Empresa en 2° curso de Bachillerato, careciendo de los conocimientos básicos que les proporciona la materia de Economía en 1° curso, lo cual podría ocurrir con aquellos alumnos que no cursen la materia de primer curso si se les plantea como materia optativa.

A la vista de todos estos datos, el Colegio de Economistas de la Región de Murcia, de acuerdo con el Consejo General de Colegios de Economistas de España demanda el mantenimiento de la materia de Economía en 1° curso de Bachillerato y no solo en la vía de Ciencias Sociales sino ampliar esta oferta en todas las modalidades, así como la inclusión de educación financiera y económica en la enseñanza obligatoria, y de esta forma contribuir al desarrollo de ciudadanos informados y profesionales cualificados.

La crisis ha puesto de manifiesto la importancia de la dimensión económica de la realidad social. Nuestras altas tasas de paro, los problemas para financiar el déficit público, el modelo de gobernanza económica de la UE, las dificultades del sistema financiero, la necesidad de redefinir nuestro patrón de crecimiento o la insuficiencia de iniciativas emprendedoras están en el centro de debate público.

Las cuestiones económicas son fundamentales en las sociedades contemporáneas, sus ciudadanos toman decisiones económicas permanentemente ya sea como consumidores, empleadores, empleados, contribuyentes, usuarios de servicios públicos, beneficiarios de prestaciones sociales, demandantes de servicios financieros o como votantes. Por tanto, una adecuada formación económica resulta fundamental. Cuanto mayor sea la formación en general y la formación económico – financiera en particular, los empleados de los distintos sectores productivos, estarán en mejores condiciones de afrontar situaciones de cambio e incertidumbre en un contexto de creciente globalización, por ello se reconoce a la educación-formación como uno de los factores institucionales con mayor capacidad para promover la competitividad y el avance económico.

La necesidad de potenciar la actividad emprendedora y el papel central que juegan los emprendedores en el desarrollo económico-empresarial y en la dinamización y la modernización de la sociedad es también reconocida en todos los ámbitos institucionales. Además su importancia ha hecho que se incluya como uno de los objetivos a conseguir en los documentos programáticos de los grandes proyectos de nuestro país.

Sin embargo, esta realidad no tiene un reflejo adecuado en el sistema educativo español, ya que éste no facilita una formación suficiente en un campo tan crucial, dejando a las enseñanzas económicas como el único gran ámbito científico que no dispone de una materia específica durante la etapa obligatoria de permanencia del alumnado en el sistema educativo, con lo que un ciudadano puede finalizar sus estudios sin conocer aspectos esenciales de su entorno y sin disponer de unas bases suficientes para continuar su formación.

Es indudable la importancia de la ciencia económica para explicar, razonar y entender la evolución de la historia de la civilización. En este sentido, los fundamentos de la economía son el estudio de la forma de satisfacer las necesidades humanas por medio de recursos escasos susceptibles de usos alternativos. La trascendencia de la economía en la sociedad es totalmente definitoria.

Así se ha entendido a lo largo del tiempo y los países más desarrollados son los que prestan atención dentro de sus sistemas educativos a los conceptos económicos que deben atender sus estudiantes, independientemente de cualquier tipo de actividad profesional a la que se vayan a dedicar.

Todos los países europeos, excepto Portugal, Italia y España incluyen formación económica en la etapa obligatoria, y la mayoría de ellos ofertan enseñanzas postobligatorias especializadas en ciencias económicas. La mayoría de gobiernos europeos ha comprendido que enseñar a los estudiantes finanzas básicas es sumamente provechoso para que, cuando crezcan y tengan poder adquisitivo no tomen decisiones equivocadas.

Instituciones como la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), la Unión Europea, y múltiples organismos internacionales recomiendan que la formación económica esté presente en la enseñanza secundaria de los sistemas educativos de todos los países.

España si quiere modernizarse y crear su propio desarrollo económico ha de preocuparse de esta formación en la enseñanza obligatoria y postobligatoria para que los jóvenes tengan la preparación necesaria para su incorporación a la vida laboral, ya que en muchos casos no van a tener nuevos contactos con los conocimientos económico-financieros, que son imprescindibles en una sociedad como la nuestra, para el correcto ejercicio de sus derechos y obligaciones como ciudadanos.

Esta carencia formativa trataron de atenuarla dos instituciones de gran prestigio y reconocimiento como son la Comisión Nacional del Mercado de Valores y el Banco de España mediante la elaboración de un Plan de Educación Financiera 2008-2012, ya entrados en la crisis económica, en el que se pone de manifiesto la necesidad de mejorar la cultura financiera de los ciudadanos, siguiendo las recomendaciones de la Comisión Europea y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, con el objetivo de dotar a los ciudadanos, especialmente a los jóvenes, de las herramientas, habilidades y conocimientos necesarios para adoptar sus decisiones financieras informadas y apropiadas. El desarrollo de un Plan de esta naturaleza de manera voluntarista, fuera de la formación reglada ha puesto de manifiesto que no debe dejarse pasar una nueva oportunidad de solucionar un problema real de la sociedad española, la escasa formación financiera, resultando necesario incluir la formación económica en la enseñanza obligatoria.

Sorprendentemente, el reciente Anteproyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) no sólo no enmienda esta carencia histórica sino que la empeora seriamente, dado que las enseñanzas relacionadas con la economía seguirán sin constituir una materia específica en las etapas obligatorias de aprendizaje de los alumnos y en el caso del Bachillerato el retroceso sería enorme ya que la enseñanza de Economía en 1° curso dejaría de ser materia de modalidad obligatoria en el itinerario de Ciencias Sociales, siendo esta modalidad la más demandada por los alumnos que cursan Bachillerato (51% en el curso 2010/2011 según la última publicación del Ministerio de Educación, Datos y Cifras 2012/2013)

En 2006 la Recomendación del Parlamento Europeo y del Consejo sobre las Competencias Clave para el aprendizaje permanente replantea en la Unión Europea los procesos de enseñanza-aprendizaje para adaptarlos a la sociedad global y concretar la Estrategia de Lisboa. El texto define competencias que fueron incorporadas a la Ley Orgánica de Educación (LOE) y a las enseñanzas mínimas de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) en España entre 2006 y 2007 por el Ministerio de Educación y que no se modifican en el Proyecto de LOMCE presentado. Entre ellas se encuentra la competencia: Sentido de la iniciativa y espíritu emprendedor que en España pasó a denominarse Autonomía e Iniciativa emprendedora, competencia básica que todos los alumnos deben tener adquirida al acabar la enseñanza básica, pero que hasta ahora no se ha concretado en una materia común y obligatoria dirigida a todo el alumnado de la ESO.

Asimismo en 2005 la OCDE aprobó una Recomendación referida a la necesidad de desarrollar la educación financiera para que alcanzara a toda la población y que ha cobrado sentido pleno con la crisis financiera. En 2012 elaboró un documento justificativo de la inclusión en PISA (Program for International Student Assessment) de la evaluación de la educación financiera que menciona razones de eficiencia y equidad que avalan su promoción entre los adolescentes.

Así, los contenidos evaluados en PISA 2012 incluyen un amplio recorrido por diferentes temas como las funciones y el valor del dinero, el reconocimiento de los medios de pago, el papel de los intermediarios financieros, el sentido del ahorro y del endeudamiento y su planificación, la distinción de los diferentes productos financieros, el papel del tipo de interés y los derechos y deberes que como consumidores e inversores tienen los ciudadanos. Además, examina capacidades procedimentales y actitudinales en los procesos de toma de decisiones financieras.

La complejidad de estas dimensiones y la profundidad con la que se pretende determinar el grado de desarrollo de esta competencia contrastan con el hecho de que en los niveles obligatorios del sistema educativo español no exista presencia alguna de estos contenidos.

La internacionalización del sistema financiero y la extensión de las TIC configuran un entorno muy complejo en el cual los ciudadanos toman decisiones financieras que afectarán a sus ahorros, sus inversiones y su desarrollo personal y profesional, desde su primera incorporación a la vida académica y laboral.

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